🌱12🌱

733 121 39
                                    

๑ ❥ ๑


¿Sabías que cuando tú cuerpo está muriendo no sientes nada? La muerte por ahogamiento es una de las más tranquilas, ya que, mientras tus pulmones se llenan de agua, tu conciencia se mantiene, en cambio, no logras procesar las emociones y el miedo no es capaz de entrar en ti, y lo último que vez, es la oscuridad y los pequeños destellos de luz que atraviesan el líquido.

Los ojos oscuros de Zhan veían el agua roja con pequeños destellos de luz en ella. El dolor, el ardor, la tristeza y los pensamientos depresivos abandonaron su cuerpo, al no sentir nada, cerró sus ojos con tranquilidad.

Ya no sufriría más.

๑ ❥ ๑

La señora Xiao bajó del auto con rapidez, no había puesto los dos pies en el suelo cuando un auto deportivo a toda velocidad freno delante de ellos en una posición horizontal, el ruido de las llantas deteniéndose abruptamente contra el suelo causó un eco en todo el estacionamiento.

Del increíble auto, salió un alfa a toda velocidad, los señores Xiao al verlo sintieron el calor de su cuerpo drenarse y su corazón detenerse.

- ¡¿Por qué está aquí?! - gritó con horror la señora Xiao, sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo empezó a temblar.

"¡Mi bebé!"

Yibo había dejado solo a su pequeño.
No había terminado la frase, pero el alfa corrió sin apagar ni cerrar el coche, hacia el ascensor, ambos padres corrieron detrás de él.

La mujer no se esperó y golpeó la espalda del alfa, a pesar de no hacerle daño alguno, lloraba y hacia puños sus manos.

- ¡Se suponía que cuidaría de Zhan!

El alfa no volteaba, solo apretaba repetidamente el botón.

- Vamos, vamos. ¡Maldición! - gritó Yibo. Desesperado, corrió a las escaleras de emergencia y subió hasta el último piso con rapidez.

Su pecho se aplastaba y sus piernas temblaban, sentía un horrible sentimiento de temor, y sabía porque.

Su Omega estaba muriendo... su pequeño ya no respiraba.

Corrió hasta llegar a su departamento, empujó la puerta, pero está no cedió, maldijo mientras se movía a la cerradura, con las manos temblando introdujo el código, pero sus dedos que no le respondían, ingresaban mal la contraseña, dejo salir un grito de desesperación y cuando al fin abrió la puerta.

Pasó su vista por el departamento, sintió su pecho partirse cuando vio un rastro de sangre desde la cocina hasta el cuarto de Zhan.

- No, no - susurró con miedo - No... ¡Zhan! - gritó, pero sabía que no tendría respuesta.

Escuchó un llanto ahogado a su espalda, la madre de su bebé lloraba mientras veía la sangre.

Sin detenerse siguió el rastro y llegó al cuarto, empujó con fuerza la puerta del baño y las tres personas más importantes de la vida de Zhan, vieron el cuerpo inerte del pequeño, hundido en una bañera de agua roja que se desbordaba humedeciendo el suelo.

Después, todo sucedió como si el tiempo se hubiera detenido. Yibo, sintió su alma caerse y la sensación de perdida llegó a su cuerpo, su lobo lloraba por la muerte de su Omega.

Se acercó, pero todo sucedía muy lento, incluso su cerebro no lo procesaba, no lo creía. Sacó a Zhan de la bañera y su garganta se apretó cuando sintió la frialdad en su cuerpo, lo cargó y lo sacó del agua que se manchó con su sangre.

Su madre lloraba y se acercó a su pequeño que parecía un muñeco de cerámica; tan pálido y tan quieto. Su cabeza colgaba de su cuerpo, su boca estaba un poco abierta y sus extremidades se movían solo por el movimiento de Yibo. El alfa se sentó en el suelo sin importar la humedad en él, con un brazo sostuvo a Zhan y con su mano libre la llevo al rostro de su pequeño, cuando unas gotas mojaron la cara de su Omega, supo que estaba llorando.

Nuestro Destino Where stories live. Discover now