10| Querer tanto me da miedo Martin

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— Quién me manda a mi pillarme hasta las trancas de alguien en una academia encerrado es que quien me manda dios mio — Pensé yendo dirección hacia las habitaciones huyendo en cierta parte de Juanjo ya que se me habían quitado las ganas de fiesta y de todo.

— ¿Te vas ya a dormir Martin? No son ni la una la fiesta es hasta las 2:30.

— Si me duele la cabeza Kiki — Dije yendo directo a la habitación sin pararme ni siquiera.

— ¿Está Martin? — Escuchaba decir a Juanjo desde fuera.

— Si — Respondió Kiki.

— Martin — Dijo abriendo la puerta y entrando dentro.

— Juanjo te he dicho que me dejes tranquilo — Respondí tajante yendo hasta el final de la habitación inconscientemente como si fuera a atravesar la pared.

— Martin lo del otro día de verdad que lo siento.

— ¿Concretamente porque lo sientes? Por cuando fui a preguntarte si te pasaba algo y me quitaste la mano de un manotazo y me gritaste o por cuando me dijiste que me follara a Álvaro otra vez?

— Por eso y por no quererte como te mereces.

Prácticamente me quedé sin aire con su respuesta pero logre articular más de una oración sin trabarme.

— No es excusa Juanjo, me hablaste como el culo y yo no soy ninguna mierda que te vaya quedando clarito — dije dándole un toquecito en el hombro para que se apartará un poco ya que estábamos algo pegados.

— Me dejas explicarme por favor quiero hablar contigo Martin — Dijo agarrándome del brazo ya que se pensaba que volvía a salir de la habitación.

— Habla — Respondí sin mirarle a los ojos mientras me cruzaba de brazos.

— Álvaro me produce mucha inseguridad Martin ya se que no es ninguna excusa pero cuando veo que os lleváis tan bien se me llevan los demonios porque me pongo a pensar que realmente no te termino de gustar tanto como te llegó a gustar el en su momento y que el te sigue gustando, pero se que yo te gusto porque ha salido de tu boca pero mi cabeza no termina de aceptarlo, nunca nadie como tú se había fijado en alguien como yo.

— Y que tiene de malo Juanjo que alguien como yo se fije en alguien como tú.

— Pues que me das mil vueltas en todo Martin, Eres amable, educado, guapo, bailas muy bien, eres de las mejores voces del programa joder, al lado tuyo soy un puto ogro — Respondió Juanjo con lágrimas en los ojos.

— Juanjo eh mirame — Dije agarrándole la cara con las manos.

— No aguanto verte hablar tan mal de ti mismo. ¿Puedes dejar de hacerlo, por favor? No importa lo que pienses, para mí eres increíble en cualquier aspecto. En serio, eres mi persona favorita aquí en la academia. Aunque tengas ese humor de perros casi todos los días y odies los abrazos y cualquier tipo de contacto físico, eso no cambia nada para mí. Eres auténtico, único y haces brillar este lugar. Así que, porfa, deja de menospreciarte.

— Quererte tanto me da mucho miedo Martin — Respondió casi susurrando mientras las lágrimas comenzaban a brotar por sus ojos debido a mis palabras.

— Juanjo me vas hacer llorar — Dije soltando una pequeña risa mientras tenía los ojos llorosos.

— No te merezco Martin, Eres un ser de luz maravilloso te lo juro — Dijo abrazándome con fuerza mientras lloraba desconsoladamente.

— Juanjo por dios, te prometo que cuando todo esto de estar en una academia encerrados acabe, todo será mejor, y te llevaré a mi pueblo y veremos juntos donde grabaron juego de tronos en Gaztelugatxe y y podremos tener citas tranquilas sin mil ojos/cámaras alrededor nuestro, de momento habrá que conformarse con escuchar a tu vera en el suelo abrazados y ya esta — Dije Abrazandole con fuerza mientras le acariciaba la espalda.

— Ay Martin — Dijo limpiándose las lágrimas de los ojos.

— ¿Mejor? — Respondí con una pequeña sonrisa mientras le acariciaba la mejilla.

— Eres el mejor — Dijo dándome un besito en la frente.

— Los prefiero aquí la verdad — Dije señalandome los labios.

En ese momento, no hubo necesidad de palabras. Nuestros labios se encontraron en un beso que sellaba no solo nuestra reconciliación, sino también la promesa de un mañana juntos, lejos de miradas indiscretas y cámaras molestas.

— ¿Quieres volver a la fiesta o prefieres que durmamos juntos? — Dije aún pegado a sus labios.

— Prefiero dormir ya estoy muy muerto.

— Pues a dormir entonces — Dije poniéndome el pijama.

— Hazte un huequito — Dije tras terminar de ponerme el pijama.

— Ala metete — Dijo abriendo el edredón.

— Estás super calentito — Dije Abrazandole como una cucharita.

— Descansa Martinchu.

— Descansa Juanjin.

A la mañana siguiente ya se comenzaba a notar que Juanjo quería que volviera a estar bien del todo con el ya que estaba bastante cariñoso.

— ¿Como has dormido? — Dijo abrazándome por detrás mientras terminaba de lavarme los diente.

— Pues muy bien la verdad, tu cama es súper cómoda — Dije con una amplia sonrisa.

El transcurso de la mañana se me hizo bastante largo, supongo que el trote que llevábamos durante la fiesta de ayer hizo su efecto en muchos (incluyendome a mi a pesar de haberme retirado bastante pronto de la fiesta para irme a la habitación).

Durante la hora de la comida, me senté enfrente de Juanjo el cual se dedicó a estar pisándome los pies absolutamente todo el rato mientras intentaba comerme un filete de pollo con patatas pero no había manera de comermelo tranquilo.

— Juanjo Bona para con los pies te voy avisando eh.

— Es que me aburro comes muy rápido Martin — Dijo pintandome una jota de Juanjo en el brazo.

— Ya terminó ya terminó — Dije metiéndome el ultimo trozo de filete empanado en la boca.

— ¿Me dejas dejar mi plato en el lavavajillas o te vas a morir del aburrimiento?

— Te dejo chico te dejo.

— ¿Martín que tienes pintado en el brazo tío? — preguntó Álvaro.

— No lo s-

— Una jota de Juanjo — Bromeó Juanjo

— Juanjo al final te coso la boca eh.

— Yo también quiero una j de Juanjo en el brazo — Respondió Álvaro.

— Ves, todo el mundo quiere una jota de Juanjo — Dijo agarrándome los mofletes.

— ¿Porque te gustan tanto mis mofletes?

— Porque me encanta cogerle los mofletes a la gente y los tuyos más, a que los mofletes de Martin son increíbles.

— La verdad es que si — Dijo Bea mirándome fijamente los mofletes.

— Oye dejar de mirarme los mofletes por dios.

— Me voy a ensayar, ¿vienes? — Preguntó Álvaro.

— Si porque aún me ahogo haciendo el baile y lo que me faltaba, quedarme sin puto aire durante la gala.

— Me pasa igual — Respondió Álvaro mientras íbamos hacia donde Ensayamos con Vicky y hacemos los pases de micro.

— Hombre normal  cabronazo, te has fumado como cuatro cigarros en el descanso de navidad, como para no ahogarte.

— Que mentiroso, solo me he fumado tres Martín......

— Uno más uno menos ya ves tu la diferencia — dije soltando una fuerte carcajada.

Armonía prohibida (Ot 2023)Where stories live. Discover now