12| Nochevieja

6.3K 136 33
                                    

Las gotas de lluvia golpeaban con rabia las ventanas de la acogedora cafetería en Getxo, creando un fondo tumultuoso para la tormenta que se desataba dentro de mí. Hugo, con la mirada seria, rompió el silencio:

— Martin, necesito ser honesto contigo, creo que es lo mínimo que puedo hacer, hace tiempo que ya no siento lo mismo.

Mi corazón se apretó con fuerza mientras las lágrimas se mezclaban con las gotas que resbalaban por mi rostro.

— ¿Por qué, Hugo? ¿Qué ha pasado, que es lo que he hecho mal? — supliqué, mirándolo con ojos cargados de angustia.

Hugo, sin titubear, confesó:

— No puedo fingir más, Martín. No te he sido infiel, pero ya no puedo seguir mintiéndome a mí mismo. Mis sentimientos han cambiado

La lluvia caía sin piedad, la cafetería se volvía un refugio inhóspito en medio de la tormenta emocional. Sentí que el mundo se desmoronaba a mi alrededor.

— ¿Me lo tienes que decir justo cuando íbamos a hacer un año en serio, es que no te puedo creer, te lo juro Hugo esque flipo contigo? — murmuré, mi voz ahogada por el diluvio exterior.

Hugo continuó explicando, sus palabras caían como gotas frías y cortantes:

— El amor se acaba Martin, Nuestro amor se desvaneció y no dio para mas. Lo siento, pero no puedo seguir viviendo una mentira — Respondió titubeante.

La ropa empapada de la lluvia se adhería a nuestros cuerpos, reflejando la desolación del momento. Getxo, normalmente pintoresco, se veía ahora envuelto en un aura melancólica que coincidía con el desenlace doloroso de una relación que parecía eterna.

— Hugo me voy a ir a mi casa — Dije soltando dos euros en la mesa para que pagara el batido que me había pedido.

— Martin enserio, no quiero que acabemos mal — Dijo agarrándome del brazo.

— QUE ME DEJES — grite en medio de toda la cafetería.

— Está bien como tú digas — Respondió

— Juanjo estás muchísimo mas guapo con los pantalones anchos.

— No me hago aún a los pantalones anchos pero bueno te tendré que hacer caso Martinchu — respondió mientras se quitaba el entrecejo cuidadosamente en el espejo.

— Bueno, ya llevas dos días poniéndote pantalones anchos, estoy muy orgulloso de mi chaval — Bromeé mientras le abrazaba por detrás.

— Mi-Cha-val — dijo soltando una carcajada mientras se giraba para abrazarme con fuerza.

— Juanjo que me levantas por los aires ostia — Dije dandole golpetazos en la espalda de broma.

— Te bajo hijo te bajo — Dijo dejándome en el suelo.

— Es que eres tan petit — Bromeó mientras me acariciaba el pelo como si fuera un perro.

— Mido 1'82 Juanjo Bona, no me vaciles.

— Yo 1'92, hay diferencias vida mía.

— El gigante de magallon — Bromeó Kiki.

— Hombre pues claro.

— ¿Sabéis que hoy hace un año que me rompieron el corazón?  — Dije cambiando de tema mientras los demás se preparaban para noche vieja y yo esperaba tumbado en el puff.

— ¿Que dices Martin enserio? — Respondió un poco triste Ruslana.

— Si pero bueno, trauma superado y a otra cosa mariposa — Bromeé.

Armonía prohibida (Ot 2023)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora