36| Últimas horas

912 53 6
                                    

— No me quiero ir de aquí — Bufé triste mientras terminaba de meter mi ropa en la maleta.

— Pues yo si — Suspiro Álvaro triste.

— ¿Que pasa? — Dije mirándole preocupado.

— Tu que crees — Suspiró.

— Paul verdad?

Álvaro asiente

— No habéis hablado aún verdad? — Dije sentándome en su cama al lado suya.

— No, no se atreve a mirarme, le daré asco seguro.

— Álvaro ni se te ocurra decir eso.

— Que pienso si no Martín? Que pide perdón a todo el mundo menos a mí? Que nunca me ha querido? Esque yo ya no se que más pensar — Dijo soltando un suspiro ahogado.

— Lo que le pasa a Paul que es un cobarde, esa es mi opinión — Dije apoyando mi cabeza en su hombro.

— Cobarde y gilipollas — Añadio.

— Pues si — Respondí.

— Menos mal que te tengo a ti y a los sobaos — Carcajeó Álvaro mientras se limpiaba una lágrima que rodaba por su mejilla.

— Anda tonto ya ves tu — Dije dándole un beso en la mejilla cariñoso.

— Que te queda por recoger que te ayudo.

— Los zapatos que me he traído solo — Añadio.

— Pues venga vamos — Dije cogiendo los primeros zapatos que vi de Álvaro.

Tras terminar, bajamos dirección el porche donde nuestros compañeros de concurso nos esperaban para partir camino al Aeropuerto Andorra - La Seu.

— Tan pronto nos vamos a ir? Que yo me muero de hambre, sin mi alpro no soy persouna — Comentó Kiki

— Persona  Kiki — Añadio Violeta.

— Pues eso — Comentó divertida Kiki.

Me dirigí hacia el maletero del autobús para guardar mis maletas durante el camino al aeropuerto, cuando porfin logré hacerme un hueco entre las miles de maletas de mis compañeros,Juanjo me asalto por detrás.

— ¿Me ayudas a meterla porfis? — Pregunto pasándome su maleta.

— Si claro trae — Dije agarrando su maleta y metiéndola de la mejor manera que podía.

— Que sepas que tengo agujetas por tu culpa.

— Anda que tío — Carcajee ante su comentario.

— Es verdad, tanto bailar tanta nieve, que no puedo con mi alma te lo juro — Bromeó Juanjo.

— Bueno, en el autobús y ahora seguro que algo descansas — Dije girándome para atrás.

— Quedamos nosotros por subir verdad? — Añadi.

— SUBÍS YA O QUE PAREJITA — Grito Salma.

— Me da que si — Río Juanjo mientras comenzaba a subir las escaleras del autobús.

Al entrar los últimos al autobús, nos tocó situarnos juntos al final. Cuando el conductor arrancó, Juanjo, exhausto, recostó su cabeza en mi hombro. Aunque me conmovió, por un momento olvidé las lágrimas derramadas en las últimas semanas debido a lo sucedido entre nosotros. Aunque se disculpó y nos perdonamos, eso no significa que volvamos a ser pareja de la noche a la mañana, especialmente porque, según él, cuando descubrí la infidelidad, no éramos nada oficial. Sin embargo, tras nuestra reciente conversación, quedó claro que aún se preocupa por mí, y yo también le quiero profundamente. Nunca he amado a alguien como amo a Juanjo, pero mi bienestar mental debe ser prioridad, y debo aprender a confiar en él de nuevo.

Armonía prohibida (Ot 2023)Where stories live. Discover now