Armonía prohibida (Ot 2023)

21| Que tonterias tiene Martin

MARTIN
Lo poco que recuerdo al llegar a la academia en el taxi con Ruslana es que no pare de llorar, llore y llore como nunca lo había hecho, realmente no sabía porque simplemente el cuerpo me lo pedía.

— Cuando vengan los demás por favor ni una palabra de que he estado llorando porfavor  — Insistí a Ruslana mientras mi llanto se intensificaba cada vez más minutos antes de llegar a la academia.

Sin embargo Ruslana simplemente me acariciaba el hombro en señal de consuelo.

— No diré nada Martin te lo prometo, pero porfavor dime qué te pasa, puedes confiar en mi enserio soy Rus amor — Dije cogiéndole las manos.

— Cúmulo de cosas — Dije prácticamente con hipo.

— Y que cuando he ido al baño a por los abrigos, juanj-j-j-j estaba-a-a.

— Estaba que Martín — dijo apretándome las manos para transmitirme más confianza.

— Estaba con Pol el bailarín, tenían bastante complicidad y estaban saliendo justo del baño cuando les he visto — Me tengo callar rápidamente por miedo a que me vuelva a salir otra arcada.

— Bueno amor, podrían haber salido de terminar de mear, o yo que se, a demás por lo que tengo entendido Pol está saliendo con un chico que es drag Queen, asique no te ralles ni un pelo pumuqui.

— Joe Ruslana, ahora me siento un celoso compulsivo Joe — Dije ahogando mis llantos.

— Pumuqui porfavor tranquilízate en serio que está todo bien, tu no vuelvas a beber ni de coña ya te lo voy diciéndo — Dijo abrazándome de nuevo.

Una vez ya en la academia y tumbado en la cama medio moribundo, Rus me quito la ropa de la fiesta medianamente como pudo dejándome solo en calzoncillos y camiseta de tirantes.

— Gracias Rus te quiero — Dije medio sobado ya.

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RUSLANA
— Yo también te quiero mucho pumuqui, descansa — Susurre mientras le cerraba la puerta de la habitación para irme a la cocina.

Una vez sentada sola en la cocina con mi café y mis tostadas preparadas ya que tenía un hambre que me moría mire la hora, 5:50.

— Está gente tiene que estar a punto de llegar — Murmuré.

Lo que no me esperaba, era que ese a punto fuera tan exacto ya que tras mencionarlo, lograba percibir una serie de murmullos desde la entrada, asique con mi tostada en la mano mordisqueaba me fui hacia el recibidor para ver cómo habían llegado los demás compañeros.

— Cuando habéis llegaaaaooo — Me preguntaba Naiara arrastrando exageradamente las o del final.

— Hara una hora larga o así yo creo que he llegado con Martín.

— Martín? Donde esta Martín — Pregunto Juanjo prácticamente enérgico.

— Juanjo, pues dormido donde coño va a estar, se encontraba mal y se ha dormido en un plis plas.

Juanjo se llevaba las manos a la cara frustradisimo, a su vez lograba ver cómo las expresiones de Paul lograban decirme algo que no sabía identificar pero que estoy seguro que pronto lograría ya que no me auguraba nada bueno de esas miradas.

— Todo bien Paul? — Interrumpo mientras le doy un mordisco a mi tostada crujiente.

— Estoy mareado lo único  — Dijo en un tono nervioso mientras iba a la cocina.

— Juanjo ven un momento — Insistí al ver que iba también hacia la cocina.

— ¿Que pasa? — Preguntó

— Que hacías con el bailarín ese en el baño de la discoteca — Pregunté sin tapujos.

— Que insinúas Ruslana porfavor — Bromeó Juanjo.

— Que si has tenido los santos cojones de follarte a otro estando a 40 metros de Martin, eso te insinuó.

Juanjo soltó una carcajada como si lo que acababa de decir le hubiera ofendido.

— Me lo ha dicho Martin, que os ha visto salir juntos de un baño — Añadi cabreada ya que su reacción de "ofendido" me estaba alterando lo que viene siendo bastante.

— Que tonterías tiene Martin Madre mía yo paso — Dijo soltando una fuerte carcajada

— Ruslana no ha pasado absolutamente nada, y me molesta la manera que tienes de atacarme como si supieras de sobra que ha sido verdad esa suposición que a Martín le ha dado la gana inventarse.

— Perdón que me lo crea eh perdón, como comprenderás ver cómo mi amigo sale de la discoteca pálido por algo que acaba de ver me haga dudar — Como no me apetece seguir hablando con el le dejo en el recibidor con la palabra en la boca y voy donde están los demás.

— Que os pasa que metéis tanto grito joder colega — Comentó Naiara haciendo una mueca nada más verme llegar a la cocina.

— Perdona Nai, soy de mecha corta, que yo ya me voy a ir a la cama, que como no duerma una hora se va a levantar quien yo te diga a la puta rueda de prensa de los cojones.

— Ostia la puta rueda de prensa colega, que pereza, espero que me dejen llevarme mi coche patinete al menos.

— Naiara porfavor — Río divertida mientras poco a poco mi figura va desapareciendo en la oscuridad.

Una vez ya en la puerta de la habitación entro con cuidado para no despertar a Martín, compruebo que sigue dormido y me meto en mi cama con más ganas que nunca.

Cuando por fin consigo dormirme no pasa mucho rato hasta que suena la dichosa musiquita indicándonos  que tenemos que levantarnos para la rueda de prensa, el ambiente es un poco raro, pero creo que todos autoponemos la excusa de que hay resaca, pero yo se que lo de Martin una gran parte no es por la resaca, aún así durante el desayuno le dejo su espacio ya que lo último que queria era agobiarle.

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MARTIN

— ¿Estás mejor? — Susurraba Ruslana en mi oreja mientras salíamos de la rueda de prensa.

— Un poco cansado pero estoy bien te lo prometo — Dije con una amplia sonrisa para tranquilizarla.

— Bueno cualquier cosa, tu habitación del hotel está al lado de la mía, asique ya sabes, con lo que sea sabes dónde estoy.

— Que ya lo sé hombre, seguramente me quedé leyendo y luego me pediré algo para cenar y a dormirme pronto, que hay que estar en la estación de tren a las putisimas seis de la mañana, matador me parece joder — Comenté divertido.

— Y que lo digas — Respondió Rus.

Una vez en la habitación del hotel vi que mi móvil tenía dos llamadas de Juanjo, siendo sinceros era lo último que me apetecía, tener que verle, con lo cual decidí ponerme una serie en mi móvil hasta que me dormí como un tronco, a la hora de la cena, atontado me desperté,me peine y cuando fui a abrir la puerta me tope con una figura la cual cuando por fin levante la cabeza ya que aún seguía dormido logre identificar que efectivamente era Juanjo.

— Ho-o-la donde vas?

— Me iba a cenar — Respondí

— Puedo ir contigo porfavor? — Dijo agarrándome la mano.

— Eh iba a ir a la cafetería del hotel vaya pero si, eh vente claro — Dije encogiéndome de brazos un poco confundido