Armonía prohibida (Ot 2023)

28| Céntrate

— Alors on… — Comencé a cantar mientras deslizaba suavemente mi mano por la barra.

— MARTIN, LOS PASOS MÁS LIMPIOS! ¡CÉNTRATE, VA! — Repetía Vicky mientras se movía por el escenario.

— Qui dit étude dit travail, qui dit taf te dit les thune- Vicky, ¿podemos parar un momento, por favor? — Bajé del escenario casi sin aliento, mientras la base de "Alors on danse" seguía sonando.

— Corten la música! — Gritó Vicky, luego se acercó con cuidado mientras yo luchaba por recuperar el aliento, bebiendo agua.

— Estoy bien, Vicky, de verdad. Solo creo que tengo alergia y un poco de asma, pero nada grave. — Cerré la botella.

— ¿Por qué no descansas? — Oí a Ruslana decir a lo lejos.

Estuve tan concentrado en ignorar a Juanjo durante el ensayo que casi olvidé a mis compañeros.

— Creo que Ruslana tiene razón. Además, no tienes buena cara", comentaba Vicky cariñosamente mientras pasaba la mano por mi rostro.

— Estate tranquilo, Martín. Quedan tres días de ensayo antes del concierto."

"Está bien, descansaré", dije a regañadientes, intentando sonar amable.

— ¿Vas a seguir ignorando a todos, Martín? — Oí a Ruslana susurrar desesperada mientras me seguía hacia la salida.

— Ruslana, no sé cómo manejar esto. He estado abrumado desde la gala final del concurso — dije, ahogado en lágrimas.

— Bueno, eso fue hace dos semanas. Lo de ser infiel, ya nadie lo piensa. Y tú no has sido infiel a nadie. Deberías ignorar los rumores — añadió Ruslana, agarrándome por los hombros.

— Podemos irnos de aquí, por favor? — La supliqué.

— Amor, aún tenemos que ensayar 'Inmortal' y tres números más en grupo

Un quejido agotado salió de mi boca, haciendo que Ruslana me abrazara con fuerza.

— Será mejor que salgamos fuera, a ver a los fans que están detrás de la valla. ¿Te parece bien? — sugirió.

— Sí, estaría bien — dije sonriendo mientras me agarraba a su brazo para sentirme reconfortado.

Una vez afuera, Noemí nos avisó que teníamos 40 minutos para descansar antes de volver a los ensayos. Fuera del recinto del pabellón, donde se celebraría el concierto, miles de fans detrás de las vallas comenzaron a gritar enérgicamente.

— Hola, amores — comentó Ruslana con una amplia sonrisa mientras se acercaba a la valla.

— ¡RUSLANA, GUAPA, UNA FOTO! — gritaba una chica.

— ¡MARTÍN! — gritaba un niño pequeño.

— Pero ¿cómo eres tan pequeño, por Dios? ¿Cómo te llamas, precioso? — le pregunté al niño mientras me ponía a su altura.

Después de interactuar con los fans, volvimos al auditorio.

— ¿Qué tal?" — preguntó Ruslana mientras nos dirigíamos al backstage.

— Bien, hablar con los fans siempre anima un montón. Quitando que me han dado 45 regalos del putísimo ship Juantin por lo demás, genial — respondí.

— Amor, la gente aún piensa que estáis juntos — susurró Ruslana.

— Ya lo sé, Rus — dije, abriendo la puerta que encontré. Al entrar, vi a Juanjo llorando abrazado a Salma.

— ¿Qué pasa?", susurro a gritos, al ver que me aleje de la puerta de sopetón

— Juanjo está llorando — Susurre

— ¿Qué dices? —  Comentó Rus, sorprendida.

— Porque susurrais tanto — Comentaba Chiara a grito pelado que justo salía del baño, al verla tan animada me imaginaba que estaba jugando al Subway surfers y no me equivocaba.

— Explícaselo  Rus, yo voy a salir otra vez fuera, siento que me falta el aire — dije mientras salía.

Al salir del backstage, me encontré con el bullicio del área de descanso del pabellón. Los pasillos estaban llenos de gente: bailarines ensayando pasos, técnicos ajustando luces y sonido, y compañeros de equipo compartiendo momentos de camaradería antes del concierto de la semana que viene.

Me detuve un momento junto a la entrada, sintiendo el aire fresco del recinto mientras intentaba recuperar el aliento. Mi mente aún daba vueltas por lo que había presenciado entre Juanjo y Salma. ¿Qué estaría sucediendo realmente entre ellos?

— Martín, ¿estás bien? — Escuché la voz de Álvaro a mi lado, su preocupación evidente en su tono.

Asentí con un suspiro.

— Sí, solo necesitaba un momento para aclarar mi cabeza

Él me miró con comprensión, poniendo una mano reconfortante en mi hombro.

— Entiendo, cualquier cosa que necesites me tienes aquí Pumuqui, tiene que ser duro todo lo que te ha pasado con Juanjo.

Asentí, agradecido por su apoyo.

— Sí, lo ha sido. Gracias por estar aquí, Álvaro — Dije abrazándole con fuerza

Él me sonrió cálidamente.

— Con todos mis respetos Juanjo es subnormal.

— Y que lo digas — Reí divertido

Nos quedamos allí juntos por un momento más, compartiendo el silencio reconfortante del backstage.

Finalmente, con un suspiro, nos dirigimos de vuelta al interior del pabellón. Sabía que aún había mucho trabajo por hacer antes del concierto, pero con el apoyo de mis amigos y compañeros, estaba listo para enfrentar lo que viniera.

— ¿Tu que tal estás? — Pregunté a Álvaro ya que le había notado los ojos bastante rojos.

— Paul y yo nos hemos dado un tiempo, y pensarlo se me hace bola muchas veces.

— ¿Que me dices? Y eso, pero si estabais super bien no?

— Eso creía yo, pero Paul lleva unas semanas que no se encuentra muy bien y necesita espacio, y para no empeorar las cosas pues nos hemos dado un tiempo, que lo hemos dejado temporalmente vaya, pero estoy bien eh.

— Tu siempre estás bien Álvaro — Comenté un poco triste al ver lo triste que se veía su sonrisa, no pude evitar abrazarle con fuerza.

Tras unos segundos abrazados, nuestras caras se quedaron bastante cerca al separarnos, algo en mi me pedía besarle, y siento que a él en ese mismo momento le pasó la misma idea, será verdad eso de que el dolor une a las personas.

— ¿Habrá que volver ya no, creo que teníamos que ensayar la grupal de dime verdad? — dije separándome un poco nervioso para romper el hielo.

— Dime no es hasta las 9:00, te toca antes a ti hacer inmortal — comentó Álvaro con una sonrisa nerviosa.

— Que cabeza la mía madre mía — Dije soltando una carcajada.

Huí de ahí medianamente como pude y me encerré en el primer baño que encontré libre, encendí el grifo a máxima potencia y me empape la cara para espabilarme.

— Dejate de tonterías porfavor, centrate — Dije mirándome al espejo para después salir.