Armonía prohibida (Ot 2023)

37| No puedo evitarlo (Ser un Guarro)

Mientras Naiara nos perseguía a Juanjo y a mí, reíamos a carcajadas mientras corríamos por los pasillos del hotel. Buscábamos desesperadamente un lugar para escondernos y evitar ser atrapados en su juego de persecución.

— ¡Rápido, Martín, entra aquí! — exclamó Juanjo, señalando una puerta entreabierta.

Nos metimos en una pequeña sala de limpieza y cerramos la puerta tras nosotros. El espacio era reducido y apenas había espacio para movernos. Juanjo y yo estábamos tan cerca que podía sentir su respiración en mi rostro. Nuestros cuerpos estaban tan pegados que apenas podíamos evitar tocarnos.

— ¡Uf, por poco! — exclamó Juanjo, riendo nervioso mientras se apoyaba contra la puerta.

— Sí, parece que nos hemos librado — respondí, con una sonrisa nerviosa en el rostro.

Nos quedamos allí, tratando de recuperar el aliento y controlar el latido acelerado de nuestros corazones. La tensión en el aire era palpable, y podía sentir el deseo creciente entre nosotros. Sin embargo, ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso.

Después de un momento, decidimos salir de la sala de limpieza y reunirnos con el resto del grupo. Salimos al pasillo, tratando de aparentar normalidad a pesar de la incomodidad que aún sentíamos.

— ¡Aquí estáis Maricones! — exclamó Naiara, con una sonrisa traviesa en el rostro.

— Sí, aquí estamos — respondió Juanjo, con una sonrisa forzada.

Continuamos nuestro camino hacia el comedor del hotel, tratando de dejar atrás el momento incómodo en la sala de limpieza. Aunque ninguno de los dos había dicho una palabra sobre lo que acababa de suceder, podía sentir la tensión persistente entre nosotros. Sin embargo, decidimos ignorarla por el momento y disfrutar de la comida. Tras terminar, cada uno se fue a su habitación y no volvimos a bajar hasta la hora de la cena en la cual solo me apeteció un yogur.

Después de la cena, mientras nos dirigíamos cada uno a nuestras habitaciones en el hotel, Juanjo llamó a la puerta de mi habitación.

— ¿Martín, estás despierto? — preguntó, con un tono suave pero urgente en su voz.

Abrí la puerta y lo vi parado frente a mí, con una expresión cansada pero determinada en su rostro.

— Sí, ¿qué pasa? — respondí, sorprendido por su visita nocturna.

— No puedo dormir — admitió Juanjo, con un suspiro. — Y no quiero estar solo. ¿Te importaría dar un paseo conmigo por la playa?

Asentí con una sonrisa comprensiva. Sabía que Juanjo a menudo luchaba con el insomnio, y estaba más que dispuesto a acompañarlo en su paseo nocturno.

— Claro, dame un momento que coja una chaqueta y estoy  — respondí, cogiendo mi chaqueta y siguiéndolo fuera de la habitación.

Caminamos en silencio por los pasillos del hotel hasta llegar a la playa. La brisa nocturna era fresca y revitalizante, y el sonido de las olas rompiendo contra la orilla llenaba el aire. Era una noche tranquila y serena, perfecta para un paseo relajante bajo la luz de la luna.

— ¿Cómo va tu nueva canción? — preguntó Juanjo, rompiendo el silencio mientras caminábamos por la playa.

— Va bien, estoy trabajando en una canción de melancolía pero a la vez desgarradora — respondí, pensativo. — Quiero que tenga fuerza, que transmita toda la emoción y la intensidad que siento en este momento de mi vida.

Juanjo asintió con comprensión. Él conocía mi pasión por la música de este estilo y sabía lo importante que era para mí expresar mis emociones a través de ella.

— Suena increíble — dijo, con una sonrisa de ánimo. — Estoy seguro de que será una canción increíble.

Seguimos caminando en silencio, perdidos en nuestros propios pensamientos mientras disfrutábamos del tranquilo paseo por la playa.

Después de un rato, regresamos al hotel, sintiéndonos más relajados y tranquilos después de nuestro paseo nocturno.

Al día siguiente, nos levantamos temprano para comenzar con los ensayos. Nos reunimos con nuestros compañeros de concurso en el lugar de ensayo.

— Buenos días, chicos. ¿Están listos para servir coño hoy? — preguntó Violeta, con entusiasmo.

— Sirviendo Lomo porfavor — Dijo Ruslana corrigiéndola

— I was born for this, baby  — respondió Kiki, con una sonrisa.

Durante todo el día, nos sumergimos en la música, trabajando duro para asegurarnos de que nuestro espectáculo fuera inolvidable.

— ¿Qué les parece si repasamos la canción de apertura una vez más? — sugirió Lucas

— Tan perfeccionista como siempre mi chico — exclamó Naiara, entusiasmada.

Repasamos nuestras canciones una y otra vez, afinando cada nota y cada acorde hasta que sonaran perfectos.

— Creo que necesitamos ajustar un poco el tempo en el estribillo — comentó Juanjo, mientras revisaba sus notas de "el patio".

— Tienes razón, lo volveremos a intentar — asintió Manu.

— ¿Qué les parece si incorporamos algunas luces estroboscópicas durante la grupal de bzrp? — propuso Álvaro, señalando hacia el escenario.

— Más luces? Nos vamos a marear amor, quita quita  — respondió Martín, entusiasmado.

A pesar del arduo trabajo, también hubo momentos de diversión y camaradería entre nosotros.

— ¡Esto está tomando forma, chicos! — exclamó Violeta, admirando el progreso que habíamos hecho.

Al final del día, estábamos exhaustos pero satisfechos.

— Ha sido un día agotador, pero valió la pena — comentó Lucas, limpiando el sudor de su frente.

Nos despedimos con abrazos y sonrisas, listos para descansar y recargar energías para el gran día que se avecinaba.

Y mi pregunta ahora es, porque despues de 4 horas de ensayo, lo que más ganas tengo ahora es de besar a Juanjo, creo que estoy delirando.

— Te ha salido genial hoy alors on dance, Martín.

— Si — Dije mirándole fijamente mientras veía como se quitaba sudor de la frente con una toalla.

— Que pasa? — Dijo Juanjo extrañado

A tomar por culo equivocarse es de sabios

— Ven — Dije agarrándole del brazo hacia los camerinos.

— Que pasa Martín, me tengo que duchar — Respondió Juanjo una vez que entramos en mi Camerino.

— Me has puesto cachondisimo ensayando hoy — Solté sin mas lanzándome a sus labios.

Cerré los ojos mientras sus labios chocaron contra los míos con una urgencia palpable. Era como si estuviera hambriento, necesitado de mi aliento para sobrevivir. Su desesperación se transmitió a través del beso, como si cada roce fuera un intento de encontrar consuelo en medio de la tormenta. Fue brusco, sí, pero también fue lleno de una pasión desgarradora que me dejó sin aliento. En ese momento, comprendí cuánto ansiaba su cercanía y cuánto anhelaba la mía.

— Sigo enfadado — dije separadome de sus labios.

— Vale vale — Gimoteaba Juanjo en mis labios mientras comenzaba a quitarme la ropa.

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Sorpresa sorpresa, hoy tenéis doble capítulo amores espero que os guste, traigo una sorpresa, en próximos capítulos sorpresa sorpresa habrá salto en el tiempo......1 año,2,3? Quién sabe.....

Os recomendaría que volvierais a leeros el prólogo porque cuando menos os lo esperéis tendrá el desenlace.....

La bomba del desenlace del prólogo explotara, cuando? En 6 capítulos? 15 capitulos más? Quién sabe, aún queda armonía prohibida para rato amores