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Lo primero que hizo Zhong Chenle al momento en el que llegó al salón de clases, fue acercarse a Jisung y robarle un beso en los labios. Aquel acto sorprendiendo al mayor, no se lo esperaba, no sabía qué decir, ni cómo corresponder.

Cuando Chenle se alejó, le sonrió como si fuera un día normal, excepto, que lo había besado. Park se dio cuenta, momentos después, de que todos sus compañeros de clases los observaban con curiosidad.

—Ya no tiene caso esconderlo amor— aclaró Chenle a Jisung, en voz alta, para que todos escucharan sus palabras. —Nos queremos y no tenemos porqué escondernos de los demás. Es el siglo XXI, después de todo, y los tiempos cambian.

Una cosa era fingir con la madre de Chenle y otra, muy diferente, con sus compañeros. Hasta qué nivel llegaría todo este drama.

—Entiendo, pero aún así, estamos en la escuela.

Como era de esperarse, sus compañeros silbaron animados por el espectáculo que acababan de ofrecer, además de la nueva y curiosa noticia. Para alguno de ellos, fue una completa sorpresa, pero para la mayoría, no era algo inimaginable. Después de todo, ambos eran bastante cercanos. Algunos aseguraban que se conocían desde la cuna.

—Les juro que no es una sorpresa— dijo Mark a sus compañeros. —, se veía venir. Hay mucha química entre ellos.

—Yo sabía que eran mejores amigos, todos aquí lo sabían. Pero aun así me sorprende que sean novios. No es que no esté de acuerdo de todos modos. Es su vida— aclaró Yuna.

—Zhong Chenle y Park Jisung, nuestro grupo puede volverse popular por ustedes dos— Yeonjun pasó sus brazos por ambos jóvenes. —, serán como celebridades, la primer pareja gay oficial de la escuela.

—No es para tanto— aclaró Park. Justo como lo predijo: la situación se les estaba saliendo de control. Pronto, incluso su madre iba a enterarse de la mentira.

Lo peor de todo, es que la madre de Jisung tampoco iba a sorprenderse mucho. Chenle y Jisung ya actuaban bastante cercanos, así que realmente no había nada novedoso en que se volvieran pareja. De todos modos, ella se iba a enojar.

A Chenle no le importaron las reacciones de los demás, ni que sus compañeros chismearan sobre ellos, sin embargo, Jisung aún estaba consternado por la actitud de su mejor amigo. Esperaba que no fuera a comportarse extrañamente todo el tiempo.

De todos modos, era algo razonable el hecho de que tendrían que hacer más pública su relación si querían convencer a la madre de su amigo, pero una cosa es decir que estaban juntos y otra, muy diferente, besarse frente a los demás.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang