16

289 48 0
                                    

Cuando Jisung vio entrar a su supuesto novio al salón de clases con una expresión preocupada y terriblemente seria, supo que el chico no era portador de buenas noticias. ¿Pero, últimamente, cuándo lo era? Su vida no era más que un drama de telenovela barata y, como trama, una historia cliché mal desarrollada. En pocas palabras, su vida era un completo desastre desde que dejó que Chenle influyera para fingir ser novios.

Por supuesto, Zhong fue directamente hasta él, y lo besó de nuevo, fue un beso pequeño y suave, terriblemente encantador. Jisung no le veía el caso a besarse en la escuela, no tenían que demostrarle a sus compañeros que estaban juntos, era a Victoria a quien se lo tenían que demostrar y la madre de Chenle, a pesar de todo sus esfuerzos, a pesar de que ambos se besaran frente a ella repetidas veces, no se veía muy convencida.

—¿Podemos hablar cuando acaben las clases? Es importante.

Pidió Chenle en voz baja, y no esperó respuesta de Jisung, rápidamente se dirigió a su propio asiento, dejando a Park bastante asustado y preocupado, con muchas interrogantes en su cabeza, pensando lo peor.

Por lo mismo, no pudo concentrarse en las clases, así que apenas terminaron y comenzó su tiempo de receso, Jisung se apresuró a ir con su novio... amigo.

—¿Qué paso?— preguntó apresuradamente. Creía que Victoria había descubierto la verdad y que ahora, Chenle se tendría que casar sí o sí con Minjeong. No había nada peor que eso y la idea le molestaba mucho más de lo que quería admitir. A Chenle el color de la piel se le fue y se volvió verde o azul, no tenía idea por qué. Zhong pasó su mano temblorosa por su nuca en evidente nerviosismo.

—Mamá quiere que anunciemos nuestro compromiso en una fiesta. ¿Si entiendes a lo que me refiero, no?

Jisung lo meditó un poco, no muy seguro, porque lo que estaba pensando era una rotunda estupidez, algo de lo que no podría librarse fácilmente. Victoria se había vuelto loca.

—¿Ella quiere que nos comprometamos?— preguntó no muy seguro, no espero respuesta por parte de Chenle y volvió a cuestionar. —¿Estás hablando de ese tipo de compromiso?

—Sí, estoy hablando de eso. Mamá quiere que te pida matrimonio.

Jisung palideció, ahora él también estaba verde, no, morado. No había forma de que eso pasara, una cosa era fingir ser novios y otra cosa, una promesa de matrimonio. La mujer le había puesto un jaque mate a Chenle. Ella estaba apunto de ganar y él de perder a su mejor amigo.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Where stories live. Discover now