21

276 52 0
                                    

En el momento justo en el que ambos fueron separados por sus compañeros, Jisung jaló su cuerpo para soltarse del agarre y tomó su mochila.

—Se acabó, vete rápido a América, a España o a la misma Antártida, no me importa. Prefiero no volver a verte.

Dijo finalmente y salió de la sala de Karaoke, cuando la puerta se cerró, estaba seguro que habían dejado a sus compañeros muy shockeados y fastidiados de sus asuntos amorosos.

Detuvo su camino, asuntos amorosos, tonterías, ellos no se amaban y a este punto parecía que se odiaban cada día más y más. Pero sólo parecía que odiaba a Chenle, no había forma real de que lo odiara y eso era lo que estaba lastimándolo. Que no podía odiarlo, que lo único que de verdad odiaba era no poder estar cerca de él.

Se recargó en la pared y ocultó su cara entre sus palmas, estaba empezado a llorar, quería creer que sus lágrimas se debían al dolor de los golpes de Chenle, pero sus lágrimas venían del dolor de su corazón.

Sintió como alguien lo tomó del brazo y lo hizo caminar de forma apresurada. Cuando miró el rostro de Chenle se negó a mover un pie.

—Te he dicho que no quiero volver a verte— dijo, sin embargo Chenle siguió jalándolo.

—Me iré si eso es lo que quieres, pero primero vas a escucharme.

—No. No me importa lo que tengas que decirme. Sólo has jugado conmigo y con mis sentimientos.

—¿Cuándo carajos he jugado contigo y tus sentimientos?— Zhong preguntó molesto. —Toda esta mierda que está pasando también es culpa tuya, me dejaste hacer lo que quería, me dejaste besarte y tocarte, no hay una sola parte de ti que mis manos no hayan tocado, así como no hay nada de mi que tú no hayas tocado.

Fue imposible no sonrojarse, Jisung miró a los lados verificando que nadie los estuviera viendo, cuando volvio a mirar a Chenle, el agarre se hizo más fuerte y fue atraído hacia adelante. Entonces Zhong lo besó, con fuerza, de forma salvaje, metiendo su lengua y Jisung no pudo hacer nada más que aferrarse al cuello de su amigo, su novio, de lo que sea que fuere Chenle en su vida.

Cuando se separaron Jisung empujo a Zhong lejos.

—Me tienes tan confundido. No sé qué hacer, yo no, yo no quiero perderte Lele.

Confesó mientras trataba de secar sus lágrimas.

—Yo tampoco quiero perderte, no puedo estar tranquilo sin ti. Todo el tiempo estoy molesto, desequilibrado y muy, muy asustado de no poder verte de nuevo.

—¡¿Entonces por qué le has pedido a Minjeong salir?! ¡¿Por qué has dicho que ya no podemos ser amigos?

—¡Por ti, todo lo he hecho por ti! Haré lo que mamá quiere, me casaré con Minjeong y ya no tendrás que fingir todo esto. Hagamos como que nada pasó, sigamos siendo amigos.

—¡No quiero!— Jisung negó. —¡No quiero que te cases! ¡No quiero ser tu amigo! Yo te a... Te, te...

—Yo también te amo.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Where stories live. Discover now