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Jisung se dejó caer en su cama, recordando las duras palabras de Chenle.

"Tú y yo ya no podemos ser amigos".

Y el sólo hecho de recordarlo, hizo que las lágrimas salieran con fuerza de sus ojos sin oportunidad de detenerlas. Para Park, Zhong Chenle era un egoísta, quien lo había convencido de fingir ser novios, lo había besado y persuadido de sobrepasar la línea de la amistad una y otra vez, de todas las formas posibles que se podía imaginar; y ahora aseguraba que ya no podían ser amigos.

Tenía que ser una jodida broma de mal gusto, ni siquiera se dignó a responder cuando Jisung, preguntó:

"—¿Por qué ya no podemos ser amigos?"

"—Ya deberías saberlo." Había respondido y se había dado la vuelta sin decir nada más, alejándose de Jisung mientras le daba la fría espalda.

Cuando, más tarde, Chenle llamó después de la conversación, Jisung no contestó. Si Zhong era desconsiderado con él, entonces le pagaría con la misma moneda. Tampoco tenía muchas ganas de enfrentarlo pues aún se encontraba muy confundido.

Peor aún, seguramente Zhong no le llamaba para preguntar cómo se encontraba o porque de verdad deseara hablar con él, lo más probable es que quisiera convencerlo para que se presentara en la dichosa cena de compromiso que estaba organizando Victoria. Una cena a la que no quería ir, sería el fin. El plan de Chenle era loco y estúpido, Jisung no lo rechazaría para que se fuera a otro país y se olvidara de él y de que hubo un tiempo en el que fueron mejores amigos.

Recordó con nostalgia las veces que vieron películas de terror juntos, jugaron videojuegos, hicieron equipo para los trabajos escolares y fueron pareja para hacer los ejercicios de educación física. Tantas cosas insignificantes que eran apreciadas por él, Chenle era la única persona con la que se sentía seguro y bien.

Finalmente se limpió la cara, quitando el rastro de lágrimas, no era su intención llorar hasta deshidratarse y en ese momento su madre entró sin tocar la puerta. Ella parecía indignada.

—Escuché que la madre de Chenle está planeando una cena de compromiso, le diré que cancele esa estupidez, ustedes son muy jóvenes para casarse— dijo inmediatamente pero cuando vio los ojos rojos de su hijo, se detuvo y se acercó a la cama hasta sentarse. —¿Por qué lloras?

Pasó una mano por el cabello lacio de Jisung, sintiéndose la madre más cruel del mundo. Nunca estaba para sus hijos, su tiempo y dedicación la mayor parte de su vida ha estado dedicada a la actuación, al trabajo y sus ganas por ser cada vez más exitosa. Creía erróneamente que sus hijos se habían convertido en personas que realmente no parecían necesitarla, sobre todo su hijo mayor, Jisung siempre había sido tan responsable y tranquilo, responsable en la escuela y en los deberes del hogar. Pero incluso Park Jisung podía llorar de forma desconsolada.

Ella limpió algunas lágrimas y le dio un beso en la frente.

—No quiero perder a Chenle— dijo en un susurro.

—Oh, cariño, no vas a perderlo, pero sigo creyendo que son muy jóvenes para casarse. Al menos espera hasta que terminen la universidad y trabajen por algunos años.

Jisung negó.

—No quiero estar lejos de Chenle.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora