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No todo era felicidad después de las declaraciones de amor. Zhong lo supo rápidamente. Había revelado sus sentimientos a Jisung, su amigo de la infancia y el chico que le gustaba; contra todo pronóstico, fue correspondido, pero eso no cambiaba la estúpida situación en la que su madre estaba decidida a comprometerlo con Minjeong.

Por otro lado, Minjeong no mostró ningún tipo de negativa al compromiso, a Chenle no le parecía raro, se consideraba a sí mismo un buen partido. A Zhong no le quedó otra opción que organizar una cita con Minjeong, ella le respondió de forma positiva apenas le había mandado el mensaje en el chat.

Es por eso que se reunieron en una cafetería cercana al centro escolar después de las clases, ella tenía el cabello recogido, lo que la hacía ver más alta y acentuaba sus rasgos femeninos. Minjeong también sería un buen partido para cualquiera, era inteligente, bonita y con mucho carisma.

—¿Qué es lo que querías decirme?— preguntó después de que ordenaron sus bebidas, ella una malteada de fresa, él una de vainilla.

Chenle trató de no parecer incómodo antes de preguntar:

—¿Por qué no has dado tu negativa sobre el compromiso?

Minjeong pareció sonreír de forma tímida y se acomodó un mechón invisible de cabello detrás de su oreja.

—Bueno, no me desagradas, Chenle, así que, no tengo problema.

—Pero soy gay— Chenle pensaba que no debía aclarar algo que era ya conocido por casi todos en la universidad, sin embargo, aún así lo hizo.

Minjeong volvió a reír pero esta vez de forma burlona.

—Tu madre está segura de que eso es mentira, ella dice que no te desagrado pero estas fingiendo toda esta situación sólo para llevarle la contraria. Lo llamó algo así como tú etapa rebelde. Y está bien, todos pasamos por algo como eso, cuando recuperes la razón, sé que vendrás a mí.

Ella parecía bastante segura, ¿Qué es lo que necesitaba hacer para que su madre y Minjeong creyeran que de verdad amaba a Jisung?

Tener sexo frente a ellas estaba fuera de discusión, así que se levantó del asiento molesto.

—Eso es una tontería, Minjeong, incluso aunque no fuera gay, que sí lo soy y estoy enamorado de Jisung, no estaría contigo, porque no me gustas.

No tenía intenciones de lastimarla pero si no dejaba las cosas claras, la licuadora de sus problemas seguiría batiendo y revolviendo todo.

Ella abrió y cerró la boca sorprendida. Parecía que en cualquier momento lloraría, así que decidió retirarse dejando un billete en la mesa.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Where stories live. Discover now