24

272 47 0
                                    

Ya era tarde cuando Chenle se reunió con Jisung en su casa, así que esperaba poder pasar la noche con su novio. Aunque no planeaban que pasara nada en específico no podía dejar de sentir un ligero calor en sus mejillas.

Tocó a la puerta y Jisung lo recibió con una expresión molesta, le indicó que entrara, cerró la puerta y se cruzó de brazos.

—¿Pasó algo?— preguntó encogiéndose de hombros. —¿Mamá hizo algo?

—Sabes lo que pasó— respondió Jisung evidentemente molesto y eso confundió aún más a Chenle. El joven no entendía qué estaba pasando y no se había preparado para la clara pelea entre parejas que Jisung quería empezar. —, ¿crees que soy idiota? Te reuniste en secreto con Minjeong. No parezcas sorprendido, Beomgyu fue quien me dijo que los vio juntos entrando a un hotel.

Chenle pareció indignado.

—Eso es mentira— Jisung alzó una ceja, esa era la expresión que ponía cuando creía que Chenle creía que él era ingenuo. —No pongas esa cara, es verdad que me reuní con ella, pero no fuimos a un hotel.

—¿A que estás jugando Chenle? Dijiste que no querías nada con ella y por eso empezamos todas estas mentiras, pero te ves con ella a solas en un hotel— Park realmente parecía dolido.

—No fui con ella a un hotel, fui a la zona de restaurante, pero no a un hotel. Y sí, la ví, para decirle que estoy perdidamente enamorado de ti y que no quiero absolutamente nada con ella. Y estaría muy enojado contigo ahora por dudar de mi, sino fuera porque estoy feliz de que estés celoso.

Las mejillas de Jisung se calentaron y desvió la mirada hacia el cuadro de su madre que abarcaba la mitad de la pared de la sala.

—No estoy celoso.

—Lo estás— Chenle aseguró con una sonrisa triunfadora.

—No— Park volvió a decir, Chenle se puso justo enfrente de él, cada vez más cerca y finalmente le dio un pequeño beso en los labios.

—Sólo te quiero a ti— dijo Zhong, seguro. —, todo este tiempo, desde que tengo memoria, para mí siempre has sido tú, me di cuenta hasta ahora, después de pasar por la adolescencia, el clóset, el miedo a quererte cuando se supone que debo querer a una mujer, el miedo a no ser correspondido y toda esta red de mentiras que armamos, sólo porque no quería casarme con ella, porque no quería perderte.

Jisung no sabía que decir después de la sinceridad de Chenle, de todas las palabras que había dicho, nunca se consideró bueno para expresarse, sólo juntó su frente con la de Chenle y mirándolo a los ojos susurró.

—Tú también eres el único para mí.

¿A los cuántos besos dejamos de ser amigos? » jichen.Where stories live. Discover now