Thirty-nine

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Thirty-nine;
— Primer paso. —

Sin molestarse en saludar a sus padres se dirigió directo a su habitación. No tenía ganas de saludarlos o de recibir sus típicas preguntas de cómo había ido su día y que había hecho hoy. Si les contará no dudarían un segundo en llamar a su psicólogo, o siendo más realistas, finalmente estarían decididos de cambiarlo a un psiquiatra.

No estaba loco, solo era un poco resentido.

Se tiró su cama y sin muchas energías comenzó a quitarse su uniforme. Una vez cambiado con algo mucho más cómodo, puso su uniforme en una cesta de ropa para que más tarde, en un par de horas a más tardar, las sirvientas lo lavaran.

Prendió su teléfono y entró a su mensajería. Una sonrisa armaga se formó en sus labios al notar que Quackity no le había respondido. Le había escrito antes, cuando estaba en la casa de su amigo albino conversando de que iban a hacer ahora, de como se vengarian.

Suspiro. ¿Qué esperaba? Quackity no le iba a escribir fingiendo que nada había pasado. Aunque ahora supiera lo que había pasado y secretamente buscaba hacer pagar al noruego todo lo que había hecho, nada volvería a ser como antes

También tenía otro mensaje, esta vez, sus cejas se fruncieron de solo leer el remitente.

AuronPlay
Mi niño

AuronPlay
¿No creéis que es de mala educación dejar tirado a los alumnos que supuestamente debéis guiar?

No tenía ánimos de responder, pero tenía que hacerlo. Después de todo, él tenía razón. Sus obligaciones eran más importantes que los problemas que podían tener en privado los dos. El era presidente del consejo y debía saberlo muy bien.

Mi niño:(
Sucedieron cosas. Aún quedan algunos días para daros una buena guía, no te aflijas antes de tiempo.

El mensaje se quedó sin respuesta unos largos segundos. Iba a apagar el celular, no le agradaba la sensación de estar pendiente a un mensaje suyo. Su mente le jugaba en contra y recordaba la época donde esperar a recibir un mensaje suyo era lo único que hacía y que cuando eso sucedía, las mariposas en su estómago revoloteaban con alegría.

Un nuevo mensaje apareció de repente. Pero a diferencia del pasado, solo sentía incomodidad y estrés por estar conversado con él. Aún no olvidaba todo lo que le había hecho pasar. Nunca lo haría.

AuronPlay
Ostia, me respondiste

AuronPlay
Por un momento pensé que me habías bloqueado

Rodó los ojos. ¿Bloquearlo?, muchas veces lo intentó hacer en el pasado y todas esas veces falló. El Luzu de quince años nunca tuvo el valor suficiente para cerrar todo contacto con él, conservaba la esperanza de que Auron regresara a su vida algún día. Luego, cuando se enamoro de Quackity se olvidó de hacerlo, y es que, estando con Quackity ni siquiera pensó ni por un segundo en la posibilidad de que Auron le escribiera de nuevo. Quackity era su mundo y no había nadie más para él.

Mi niño:(
Bloquear es para críos.

AuronPlay
Y tu nunca te has comportado como uno, nunca te relajas, eh?

Eso lo ofendió, no era su problema si los demás actuaban como si tuvieran diez años. No era su problema si los demás no habían madurado aún.

Mi niño:(
Ojalá decir lo mismo de ti. Pero siempre has actuado como uno.

¿𝘠𝘢 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘺 𝘵𝘶 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘰? #𝙡𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮Where stories live. Discover now