CALIX (SDR 3)

01. Chica nueva

01. Chica nueva

Francess Blake

—¡Hola! Soy Frankie. ¿Eres Archibald Lennox, cierto? —sonrío, acercándome al chico rubio en la recepción. El director Mercer me había pedido que guiara a los dos nuevos alumnos por el instituto. 

—Sí, ese soy yo —me dedica una pequeña sonrisa suave. Noto varias ojeras bajo sus ojos y su cuerpo parece débil, pero supongo que cambiar de instituto es un drama. 

Unos segundos después, una chica rubia preciosa se acerca a nosotros. Sus tacones resuenan por el suelo y yo me siento un poco cohibida ante su falda y su perfecta ropa. Yo, sin embargo, voy vestida con una camiseta de tirantes y unos pantalones de algodón. Desearía haber agarrado una chaqueta para taparme un poco, así que pasó mis brazos por encima de mi vientre abultado. 

Hubo un momento en el que amé mi cuerpo, en el que me daban igual mis muslos grandes o mis estrías, pero... ahora... Habían gritado demasiados insultos sobre mí y mi cuerpo como para seguir queriéndome. 

—Oh, ¿y tú debes ser Virginia, cierto? —a pesar del dolor de mi pecho, no lo demuestro y sonrío alegremente, con la esperanza de que estos chicos no sean como todos aquí. Ellos no me conocen, al fin y al cabo, quizá no son malos— Yo soy Frankie, del periódico de la escuela y ahora me encargo del comité de bienvenida porque... Bueno, no tenemos —admito, soltando una pequeña risita—. Os llevaré a vuestras taquillas y puedo guiaros a vuestras primeras clases. A partir de ahí, podéis ir preguntando a profesores. 

Los guío por el instituto y aprovecho para explicarles sobre los deportes y las diferentes normas del centro. En algún momento del recorrido, Archie se aleja para llegar a su taquilla y yo continúo con Virginia. 

—Te acompaño a tu taquilla, ¿cuál has dicho que tenías? —le pregunto. 

—La 99 —su voz es firme y seria, fría, sin mostrar ningún tipo de sentimiento más allá que superioridad. Eso me recuerda un poco a Aaron... 

No, Frankie, ellos prometieron volver a por ti y no lo hicieron, se merecen tu desprecio. 

—Oh —suelto cuando mi cerebro asimila su respuesta. 

—¿Qué pasa con esa taquilla? 

Suena aburrida, como si no quisiera estar aquí. Eso me hace sentir un poquito mal, probablemente la esté aburriendo como suelo hacer con todo el mundo. Por supuesto, la gente solo se divierte a mi costa cuando yo estoy llorando. 

—Nada, solo... Te ha tocado al lado de los trillizos —hablar de ellos en tercera persona, como si yo no perteneciera a ellos, arde y duele como el infierno—. Ellos tienen la 100, la 101 y la 102. 

No lo sé porque sea una acosadora que los persigue por los pasillos, lo prometo, simplemente todo el mundo está demasiado atento a la... realeza de Blue High. 

La realeza. Como odio saber que ese maldito apodo fue idea mía. 

—¿Y qué pasa con eso? —Virginia alza una ceja, sin espantarse demasiado con la idea. 

Por supuesto, Frankie, ella es nueva y todavía no sabe lo retorcido que son los reyes. 

—Los trillizos son un porquito... Intensos. Yo normalmente los esquivo —le sonrío con los labios apretados, mintiendo. Normalmente los esquivo porque es mejor que aguantar sus malos tratos y que manden a otros a humillarme. 

—¿Y quiénes son los trillizos?

—Killian, Calix y Aaron Greco —soltar sus nombres como si no los conociera duele, incluso después de cuatro años—. Killian, el Cazador, es el capitán del equipo de baloncesto. Aaron, el Rey, y Calix, el Jugador, también juegan, son de los mejores del equipo. Ellos son... un tanto complicados, realmente es mejor mantenerse lejos de ellos.