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PDV VIOLETA

Por la mañana siguiente no nos despertamos hasta que la alarma sonó y Kiki decidio ignorarla.

Por mi parte no tarde en levantarme y dejar a Kiki sola en la cama. Sabía que no tenía ganas de arrancar el día aún por lo que le di unos minutos de tregua.

En ese tiempo aproveche para prepararme el desayuno y volví a la habitación con la bandeja llena de cosas para desayunar.

Me acerque a Kiki y dejé besos por su mejilla y alguna que otra caricia mientras suavemente le decía que ya debíamos empezar el dia

-Vivi nooo, todavía hay que dormir más - Me dijo y me rei levemente.

-Bueno, me como todo el desayuno sola entonces. -Le respondi sabiendo que con eso ya la tendría ganada.

- ¿Has traído el desayuno? - Preguntó antes de girarse y ver la bandeja. Luego de ver aquello no dudo en sentarse para asi poder desayunar conmigo.

- He planificado la mañana. ¿Te paso el plan?

- ¿Hay un plan?

-Si, para que estés anticipada y luego no te agobies tanto.

- Vale, está bien. Dime

-Bueno, ahora desayuno en la cama, luego cargar maletas en el coche así ya las pierdes de vista y no te rayas tanto. Luego cafecito y hablamos un poquito y cerca del mediodía ya nos despedimos. Si te apetece te puedes quedar aquí. Quizás te venga bien por hoy estar aquí así no sientes tanto el cambio.

- ¿Me estás diciendo que me quedé en tu piso sin ti?

- A ver solo si te apetece, es que como tienes llave igual prefieres estar aquí un poco antes de volver a tu casa.

-Puede ser... -Dijo mientras le daba un sorbo al café.

- Recuerda que mañana es el concierto de Alex.

-Hostia el bolo de Alex. Ya me había olvidado.

- Si es que la cabeza no la pierdes porque la llevas pegada. No te preocupes han sido días movidos y seguro vas perdida con las fechas.

-Es que siento que han pasado semanas y han sido unos pocos días y a la vez siento que se ha pasado súper rápido.

-Te entiendo, yo también estoy teniendo una percepción extraña del tiempo - le dije y la abrace.

Luego de aquello bajamos a dejar las maletas en el coche y podía notar como Chiara se esforzaba por no demostrar que aquello le costaba. Podía entender su dramatismo, podía entender sus inseguridades, al fin y al cabo no distaban mucho de las mías

Desde fuera podía parecer exagerado, pero para nosotras que estabamos dentro de ese mundo todo cobraba sentido, al fin y al cabo éramos dos románticas del romanticismo viviendo una historia que tenía todos los condimentos y que solo podía comprenderse viviendolo con la misma intensidad que nosotras.

Cuando volvimos al piso fuimos directas a la cocina para prepararnos el café y nos fuimos al sofá.

En ese momento hablamos un poco de cosas banales sin darle mucho peso a las conversaciones, al fin y al cabo el momento de despedirnos sería luego.

Odio que no te odio - KIVIWhere stories live. Discover now