Prólogo

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"Si algún día de estos se hace gris tu cielo
Lo pintarás mirando un río
Las lágrimas y el frío te hicieron de hielo
Y daré la piel, pa' servir de abrigo "

M.A.I-Milo j

2017

—¿Ona?—pregunté, llevaba un rato llamándola—. Por fin respondes a mis llamadas, me tenías preocupada.

No se escuchaba nada al otro lado de la línea.

—¿Hola?—volví a preguntar—. ¿Te pasa algo, porque no estás en entreno?

Ona y yo siempre nos esperábamos la una a la otra en la entrada de la ciutat esportiva cuando nos ponían a entrenar con el primer equipo.

Escuché un pequeño ruido en señal que iba a hablar, pero luego cortó la llamada.

Me pareció raro, pero lo ignoré y decidí entrar ya a las instalaciones.

Ahí me encontré con todas las chicas y con Fran, el entrenador que teníamos en ese momento.

—Bon día—saludé al entrenador y luego fui a darle un beso en la mejilla a cada una de las chicas del equipo.

Eran súper majas y me trataban como a una hija, sobretodo Alexia, que era como mi madre ya que yo solo tenía 15 años, aunque me faltaba poco para los 16.

Empezamos a entrenar y yo me extrañé al no ver a Ona en ningún momento.

En uno de los descansos para ir a beber agua cogí mi móvil y abrí su chat de WhatsApp.

"¿Ona te pasa algo?" "Porque no te llegan los mensajes" "Contéstame cuando puedas, porfavor" "estoy preocupada"

Dejé esos cuatro mensajes y volví al entrenamiento, solo que esta vez los ejercicios y todo me salía mal, no podía sacarme de la cabeza la pregunta de ¿que le pasará a Ona?.

Al acabar el entreno me disculpé con Fran por el mal entreno que había hecho, el me respondió diciendo que no era nada, que todas podíamos tener un mal día.

Y ya te digo si malo.

Cuando entré a los vestuarios solté lo que me estaba comiendo la cabeza todo el rato.

—¿Alguien sabe que le pasa a Ona?—fue lo primero que dije al entrar en el vestuario.

Todas me miraron sorprendidas.

—¿No te lo ha dicho?—preguntó Marta extrañada.

Yo negué con la cabeza.

—La han fichado en el Madrid CFF—dijo y entonces yo me quedé parada sin saber como reaccionar.

—¿Estas de coña, no?—dije, esperando que dijera que si, que era una broma, y que Ona entrara en esta habitación.

Entonces Alexia se acercó a mi y me abrazó.

Yo me derrumbé en sus brazos.

Luego de una media hora llorando en el pecho de la capitana, ya no quedaba nadie en el vestuario.

—Lo siento, estás perdiendo tu tiempo estando aquí conmigo—me disculpé, pero ella negó con la cabeza.

—Va, nos duchamos, te llevo a La Masía y hacemos noche de pelis—propuso la reina.

—No hace falta, de verdad, seguro tienes cosas que hacer y familia con la que estar—murmuré.

—No era una pregunta, lo vamos a hacer, así intentas distraerte un rato—dijo y yo asentí, así que me dio un beso en la frente y se fue a duchar.

Yo antes de irme a las duchas, cogí mi móvil y abrí WhatsApp, volviendo a entrar en el chat de Ona, la cual acababa de ver mis mensajes de antes.

"Ya me he enterado, pensaba que nos lo contábamos todo"

"Lo siento" fue lo único que respondió.

"Ahora es tarde para decirlo" escribí y entonces la bloqueé.

Ya entendía porque llevaba semanas distanciada.







Y este es el prólogo de la nueva historia que estoy escribiendo. Intentaré subir 1 o 2 capítulos por semana(este capítulo no cuenta, mañana subiré el 1).

Tenía muchísimas ganas de escribir un fic de Ona, ya que es mi futbolista favorita.

Espero que estéis intrigadas y que le deis amor a la historia.

M.A.I-Ona batlleWhere stories live. Discover now