Capitulo 16

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NARRA ONA

Fui a picar a la puerta de Jenni aunque Alexia me hubiese dicho que no. No iba a dejar que una amiga lo pasara mal.

No sabía que le había pasado, pero por la expresión de Alexia ya me podía imaginar que era algo relacionado con Rubiales.

Bela había ido conmigo, obviamente, siempre íbamos juntas a todos lados.

—Jenni—piqué a la puerta—. ¿Jenni estás ahí?

Bela también picó, esta vez más fuerte.

Ahora si que la peli negra nos abrió.

Al entrar, vimos que tenía los ojos llorosos.

—¿Ay, estás bien?—fui corriendo a abrazarla. Gesto que aceptó sin ninguna queja.

Isa también se acercó a donde estábamos nosotras y se unió al abrazo.

Estuvimos un rato intentando tranquilizarla. Conocíamos a Jenni, no quería ayuda de nadie, por lo tanto solamente estábamos ahí haciéndole saber que no estaba sola.

Cuando ya estaba más tranquila nos empezó a explicar lo que había pasado.

—Ayer, en la entrega de las medallas...—habló entrecortadamente—. Rubiales hizo algo que no me gustó nada.

Cogió su móvil y se metió a Twitter donde el #jennihermoso estaba en el número uno. Entró y puso el primer vídeo que le salió.

Ahí salía ella dándole un abrazo a Rubiales, como hicimos todas, pero él al separarse se veía como decía algo que a Jenni no le daba tiempo de reaccionar ya que Luis le daba un pico, lo siguiente eran imágenes de ella saliendo del ángulo de la cámara.

Bela y yo miramos a Jenni sorprendidas.

—Al principio me fui riendo porque no sabía como reaccionar, pero ahora mismo no se que hacer. ¿Debería denunciarlo?—habló la ex jugadora del Barça.

—Claro que deberías denunciarlo—hablé.

—Hay pruebas evidentes de que lo hizo sin tu permiso, vamos a conseguir por fin que lo metan entre rejas ya—dijo Bela.

—Lo único bueno que se puede sacar de esto—bromeó Jenni aún con lágrimas en los ojos.

La volví a abrazar.

—Va, vamos a dar una vuelta con las chicas para despejarte un poco, que para nosotras también ha sido un caos de día—hablé.

Y así hicimos, preguntamos por el grupo de WhatsApp quien quería ir a pasear por última vez por el continente oceánico. La mayoría dijeron que si, así que mi chica y yo fuimos a la habitación a cambiarnos rápidamente. Luego del corto paseo fuimos a dormir ya que al día siguiente cogíamos un avión hacia Tenerife, para ir a una casa de playa que tenía mi novia y así poder desconectar del fútbol durante una semana. Luego nos iríamos a Madrid para celebrar dos dias y después a Ibiza, a pasar otra semanita. Y luego a volver a empezar la temporada.

Ese día dormí como un tronco. Toda la mezcla de emociones que había sentido me había dejado agotada y a mi chica más de lo mismo.

Al día siguiente nos levantamos a las 5 de la mañana ya que a las 8 salía nuestro avión.

Al llegar al aeropuerto, hicimos todo el papeleo y nos subimos al avión que nos llevaba a unas cuantas chicas de la selección hacia las Islas Canarias.

Al aterrizar después de muchísimas horas de vuelo estábamos agotadas. Salimos y nos encontramos con el padre de bela, el cual había alquilado un autocar para ir todas —obviamente todas lo habíamos ayudado a pagarlo—. Cargamos nuestras maletas en el maletero del bus y nos subimos a nuestros asientos.

M.A.I-Ona batlleWhere stories live. Discover now