Capitulo 7

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Al salir de la Masia fuimos corriendo al coche de Ona. Obviamente, ya íbamos tarde a la cena.

En el coche íbamos en silencio. La situación del baño estaba haciendo que el viaje fuera un poco incómodo.

—Lo siento—murmuré. No quería que estuviéramos mal.

Ella me miró confundida.

—No debí besarte, seguramente ni te gustan las mujeres—dije—. Si es que soy idiota.

—No te insultes a ti misma—me regañó—. Además, si que me gustan las mujeres y que serán masculinas como tú, me pone mil vez es más.

Yo la miré alzando mis cejas.

—¿Te pongo?

Una sonrisa pícara se asomó en mis labios.

—Joder Bela, eso tampoco—dijo sonrojada.

De enseguida se me quitó la sonrisa que se me había puesto en la cara. Ahora estaba con la mandíbula tensa y apretando mis puños.

—Bueno, es algo que vas a tener que adivinar—murmuró muy bajo poniendo su mano en mi muslo.

Sonreí inconscientemente. ¿Como era posible que después de tantos años, fuera ahora cuando me daba cuenta de lo mucho que me gustaba?

No quitó su mano de mi muslo en todo el camino. Hacía que no estaba nerviosa, pero temblaba como un flan. Tenía que hacerme la dura.

Al llegar al restaurante que, obviamente, llegamos tarde, saludamos a todas las chicas con un beso en la mejilla.

También habían venido algunas de nuestras guiris que también iban con su selección y querían celebrar. Estas eran Lucy, Keira, Ingrid  y Frido.

En la cena me senté al lado de Alexia y Ona se sentó al lado de Lucy.

—Ale, te tengo que contar una de cosas—le susurré al sentarnos.

—¿Y esas cosas están relacionadas con Ona, verdad?

—¿Como lo sabes?

—Soy como tú madre, lo sé todo—murmuró riendo—. ¿Entonces, que ha pasado?

No quería contárselo allí, había mucha gente y no quería que nadie se enterase.

—Te lo digo cuando tengamos más privacidad—susurré.

Ella asintió y nos pusimos a cenar.

Durante toda la cena estuve hablando con Claudia, Patri, Cata y Alexia. Pero mi mirada se iba a Ona, la cual no paraba de reír junto a Lucy. Además, en mi opinión, estaban muy cerca. ¿Con el beso del baño no le había dado a entender que solo podía ligar conmigo?

—Tierra llamando a Isa—dijo Alexia al verme mirando hacia donde estaba Ona.

—¿Que pasa?—pregunté con un tono molesto por culpa de mis celos.

—Que dejes de mirar así a Lucy, que la estás fulminando con la mirada—dijo Claudia.

—¿Yo? ¿mirar a Lucy mal? ¿Cuando?—disimulé.

—Isa no disimules, todas sabemos que estás celosa—dijo Patri.

Yo negué con la cabeza rápidamente.

—¡Pero que dices! ¡¿Yo para que voy a estar celosa?!

—Todas notamos que te gusta Ona y que tú a ella, con nosotras no hace falta qué finjas—dijo Cata.

No sabía si contarles algo a las cuatro chicas. Sabía que no se lo iban a decir a nadie, pero no quería admitir mis sentimientos hacia la morena.

—No sé si me gusta ¿vale?—dije—. Ya sabéis lo que queríais, ahora dejadme en paz.

—Pero no te enfades con nosotras—Alexia habló.

—No lo estoy con vosotras, sino conmigo misma por no tener control sobre mis emociones—dije cabizbaja.

Alexia y Cata, que estaban a mi lado, me abrazaron.

—Bienvenida al club de las que estamos enamoradas—bromeó la portera.

Yo la miré mal.

—No me hace gracia—murmuré.

Cata me habló pero no la escuché ya que me llamó más la atención ver como Ona se levantaba de la silla para ir al baño.

—Voy al baño—avisé.

Ande rápido hasta llegar al baño, del cual piqué a la puerta sin ningún tipo de vergüenza.

—¿Quien es?—preguntó Ona.

—Soy yo—dije y ella abrió a puerta.

—Veo que en la cena te lo estás pasando muy bien—murmuré después de unos segundos de silencio.

—Me lo estaría pasando mejor si estuvieras hablando conmigo.

—¿Ah si? Porque yo juraba que te veía muy entretenida con Lucy.

—Lucy es solo una amiga—dijo.

—Si, ya...—murmuré irónica.

En ese momento no era consciente de que estaba diciendo, los celos actuaban por mi.

—No me digas que estás celosa...—dijo pícara.

Yo miré hacia otro lado, no quería admitirlo.

Ona se estaba acercando a mi y yo tragué saliva nerviosa.

De golpe, la puerta se abrió y nosotras nos separamos.

—Perdón chicas—dijo Bruna avergonzada.

—No si ya íbamos a salir—dije y Ona asintió.

Dejamos a Bruna haciendo sus necesidades en el baño y mientras íbamos a la mesa estábamos descojonandonos.

—Que vergüenza, por favor—murmuré entre risas.

Al llegar a la mesa yo me senté en mi sitio y vi como Ona movia su silla y la ponía entre Cata y yo.

Se acercó a mi.

—¿Aquí estoy mejor?—me preguntó susurrando.

Yo asentí y puse mi mano en su muslo por debajo la mesa, sin que nadie lo viese.

De golpe, mi teléfono empezó a sonar indicando que alguien me estaba llamando.

—¿Diga?

—¿Isabela Díaz Rodríguez?

—Si, soy yo.

Mandé a callar a todas las chicas que estaban hablando a mi alrededor.

—Llamamos de la Real Federación Española de Fútbol, queríamos anunciarte que una de nuestras decisiones de última hora ha sido aceptar tu petición para ser convocada en el Mundial de Australia 2023.

Llevé mi mano libre a mi boca. No me lo creía.

—Muchísimas gracias, de verdad—fue lo único que logré decir.

Se despidieron y me desearon suerte con el mundial, luego me colgaron.

Me quede unos segundos mirando a un punto fijo mientras que mis compañeras esperaban a que les dijera que me habían dicho. Aún no me lo creía.

—Me voy al puto mundial—murmuré con una sonrisa en la cara.

El lunes os subiré un maratón de unos 3 o 4 capítulos ya que jueves y lunes de la semana que viene no la otra estoy de viaje y no podré subir nada❤️.

¿Os ha gustado este capítulo? Vengo a avisar que los siguientes van a ser tristes, pero los escribí cuando estaba de bajón, así que no iba a ponerme a escribir cosas muy bonitas.

No os olvidéis de votar🫶🏼.

M.A.I-Ona batlleWhere stories live. Discover now