Capitulo 10

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Maratón 3/3

Llevábamos 5 días en canarias.

El funeral de mi madre ya había sido, lo pasé muy mal, pero Ona al darse cuenta de lo que estaba sufriendo, me ayudó a dejar de pensar en que todo era malo.

Debía de dejar de mirar todo tristemente y empezar a recordar todas las cosas buenas de mi madre con una sonrisa.

Sabía que mi padre lo estaba pasando muy mal, así que como que en un dia tenía que volverme a Barcelona para preparar las maletas, les pedí a mis primas y a mi tío si podían hacerle compañía los primeros días. No quería que se quedase solo.

—No quiero irme de las islas—murmuré apenada.

—Tu piensa que después del mundial tendrás muchas semanas para pasarlas aquí.

Yo asentí dándole la razón a la catalana. Siempre la tenía.

Me gustaba mucho pasar tiempo con ella. También me encantaba acudir a ella cuando estaba mal, siempre veía la vida de una forma positiva y me ayudaba a verla así yo también.

—Hazte la maleta ya que nos vamos al aeropuerto de aquí nada—Ona me sacó de mis pensamientos.

—Vale, pero ayúdame—pedí.

Ella asintió y nos pusimos a hacer la maleta.

Aproveché y me llevé cosas que me había dejado en invierno ya que en ese momento no me habían cabido en la maleta. También cogí una de mis fotos favoritas que tenía en mi  habitación. Éramos mí madre y yo jugando en la playa, yo con un cubo en la cabeza y llena de arena, mi madre riéndose a carcajadas de mí y la cabeza de mi padre salía por una esquina ya que intentaba hacer un selfie. En esa foto yo tenía que tener unos 4 años, más o menos.

Escaneé la foto con mi móvil para tenerla guardada, así podía imprimírmela y ponérmela en la funda de mi móvil.

Cerré la maleta después de guardar la foto dentro y estiré el mango para poder llevarla.

Ona me estaba llamando de fondo para que nos fuéramos, ya íbamos tarde, como siempre. Pero yo solo estaba centrada en observar mi casa nostalgicamente, no sabía en cuanto tiempo no la vería.

Salí por la puerta con una sonrisa apenada y me dirigí al Taxi, donde estaba mi mejor amiga esperándome.

[• • •]

Al llegar a la península lo primero que hicimos fue irnos directas a la Masia, teníamos que deshacer la maleta y volverla a hacer ya que al día siguiente nos iríamos a Sevilla, para juntarnos con la selección.

Tenía muchísimas ganas de ir, ya que vería a Misa, que aunque fuéramos rivales, nos llevábamos fenomenal. Ya la conocía de haber jugado contra y con ella en las selecciones territoriales de canarias. Además, que ya habíamos coincidido en la selección otras veces.

Justo, me estaba entrando una videollamada suya.

—¡Hola Ela!—dijo feliz. Me llamaba ela ya que misa y Isa eran muy parecidos y se nos hacía raro llamarnos casi igual.

—¡Misa, hola! ¿Que tal vas?—pregunté feliz yo también.

Me respondió que estaba bien y nos entretuvimos hablando una media hora. Me contó chismes sobre el staff del Real Madrid y yo le conté sobre el del Barça.

—Por lo que te llamaba, que se ha ido la conversación—dijo riendo levemente—. ¿Cuando llegas a Sevilla? No hay casi nadie aqui.

M.A.I-Ona batlleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora