Capítulo 6

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Lola Gutiérrez

Cuando llegamos a la sede de Nike, yo me quedo boquiabierta. Me parecía lo suficientemente grande Aurora, pero ahora veo que esto deslumbra mucho más.

La agencia de Nike es un espacio que combina lo deportivo y lo innovador, donde se refleja el espíritu de la marca. Al entrar, veo una recepción con el logo de la marca en una pared de vidrio y detrás una atenta secretaria nos saluda. A su lado, hay una sala de espera con sillones rojos, pantallas que transmiten eventos deportivos y una vitrina con algunos productos icónicos de la marca.

—No conozco nada de Nike, pero hice ropa deportiva que podría ser su estilo —murmuro al oído de Emanuel y él sigue concentrado en su camino—. ¿Vio mis diseños?

—Nop.

—Ah... Qué profesional, jefe.

Emanuel se acerca a la recepción y se presenta como jefe de Aurora con mucha más seriedad que la que maneja en nuestra empresa. La chica de inmediato se ofrece a acompañarlo tras verificar sus datos y yo los sigo.

Detrás de la recepción, hay un pasillo que lleva a las distintas áreas de la agencia. A la izquierda, se encuentra el área de diseño, donde los diseñadores de Nike crean y prueban las nuevas colecciones de calzado, ropa y accesorios deportivos. Es un lugar con mesas, ordenadores, impresoras 3D y probadores, donde se pueden ver diseños, prototipos, materiales y modelos, todo estéticamente colocado de una manera que no te puedas quejar del choque de colores. A la derecha, se encuentra el área de marketing, donde los expertos de Nike diseñan y ejecutan las campañas de comunicación, publicidad y distribución de los productos de la marca. Es un lugar con escritorios, ordenadores, cámaras y pizarras, donde se pueden ver datos, imágenes, videos y slogans. Hasta podríamos robarles algunas ideas.

No sé por qué, pero ante ese pensamiento, Emanuel se gira a verme con una gesto de confusión.

—¿Qué?

—Por un momento pude sentir tu maldad.

Sí, lo que diga.

Al final del pasillo, hay un ascensor que sube al primer piso, donde se encuentra el gimnasio de la agencia. Al parecer, los empleados y los invitados pueden entrenar y disfrutar de los productos de Nike. Es un lugar con máquinas, pesas, colchonetas y espejos, donde se pueden ver ejercicios, sudor y sonrisas. Ay, muchas sonrisas.

—Ojito alegre —murmura Emanuel y me saca un poco de quicio.

—No soy eso.

—Yo no dije que tú lo fueras.

—Ay, no, si se lo dijiste a la chica esta.

La chica esta se gira a mirarnos, seguramente extrañada de que nosotros dos hablemos así, por lo que yo me disculpo en voz baja y sigo con el camino.

Al parecer, quiere haceros un tour especial por este gimnasio, así que tengo que evitar mirar para cualquiera de los chicos y fingir que solo me interesa la canción que está sonando en los parlantes: BABY HELLO. Claro, como si me interesara esa música.

Al lado del gimnasio, hay una sala de modelaje. La chica está especialmente dispuesta a mostrarle todo este lugar a Emanuel, quien sigue teniendo cara de póker.

—La sala de modelaje es un espacio donde se entrenan y los productos de Nike los prueban los modelos que trabajan para la marca —me explica con una sonrisa forzada. Esta chica se piensa que soy una estúpida.

—Wow —digo con un elevamiento de cejas.

Es un lugar con vestuarios, espejos, percheros y cámaras, donde se pueden ver cambios de ropa, poses y entrenamiento para desfiles. La sala está ambientada con música, luces y colores, y tiene el logo de Nike en una pared, junto a algunos carteles y slogans motivadores, pero en inglés. Claro, todos deben saber inglés a la perfección acá.

Las ocurrencias del diseño | ONC2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora