Entre pasarelas y juguetes | The Jones 1 (En Físico)

Capítulo 7

Dormir junto a él es una de las cosas más hermosas que me han pasado, yo en su pecho mientras él me abraza como si de eso dependiera la vida de ambos, como si soltarme haría que me quebrara completamente al instante, amo eso. Parecemos una familia normal y feliz, dos esposos que se aman y su hijo biológico; sin embargo, somos la familia más disfuncional del mundo, mi hijo es adoptado -Lo amo a pesar de eso- Y el que se supone es mi esposo en realidad es mi vecino, pero nuestra familia es lo mejor que me ha pasado en años.

—Oye mami... —Mi pequeño empieza una conversación sacándome de mis pensamientos, estamos en la hora del almuerzo, James insistió en cocinar para los tres a pesar de tener chefs cualificados, no me arrepiento de dejarlo hacerlo, me hace feliz degustar tal delicia.

—¿Dime mi amor?

—¿Puedo salir con la tía Emma?

—¿Por qué le dices tía? No sueles hacer eso.

—Es que Jey es como mi papá y ella es hermana de Jey así que es mi tía. —Su sonrisa de inocencia me llenaba el alma, es tan dulce, pero a la vez tan manipulador... James que se supone debería de apoyarme lo único que hacía era reírse.

—Ya me aceptaste como tu papá chiquito, solo falta tu mamá y para eso debe de aceptar ser mi novia, como soy tu padre pues... Acepto tu salida con tu tía Emma, espero tu mamá no se moleste.

—Gracias, papi. —Dicho eso salió corriendo antes de darme la oportunidad de negarme.

—Mia... ¿Puedo preguntarte algo? —Dejo de lado la cara de rabia y volteo a mirarlo.

—Claro, dime.

—Hoy es 14 de Febrero, es San Valentín... Y no sé si harás algo... —Reí al ver lo nervioso que estaba y negué con la cabeza.

—No, James, ¿Qué tienes planeado?

—Una reserva en un restaurante al atardecer... ¿Deseas ir conmigo?

—¿Estás invitandome a salir acaso?

—¿Si digo que sí te negarías?

—¿La verdad? No...

—Entonces, sí, te estoy invitando a salir Mia Hollman.

—Acepto salir contigo James Jones.

Las horas pasaron mientras estábamos juntos, organizamos la cocina juntos riendo e hicimos un cambuche en la sala con muchas cobijas y nos arrunchamos los dos juntos, luego de un tiempo estas cosas salen naturales...... Y me siento cómoda, me siento feliz...

Pusimos unas cuantas películas y las maratoneamos mientras comíamos palomitas, desde que él entró a nuestra vida somos más comelones y no me molesta...

Llegó el momento de la cena, él ya tenía sus cosas en nuestra... Nuestra habitación... Así que dejé que se organizara ahí, yo agarre mis cosas y fui a arreglarme en la habitación de mi hijo.

Me coloque un vestido a dos piezas blanco con un top de escote en v, mangas hasta las muñecas, falda corta con una abertura en la pierna derecha, tenía una combinación perfecta entre ajustado y suelto.

Salimos al pasillo y cuando lo ví casi se me sale la baba... Llevaba un smoking tipo pingüino, con una combinación perfecta entre desarreglado y arreglado... Se veía tan perfecto que alrededor suyo habían fuegos artificiales, sonreí minutos después y el correspondió, corrí hacia él y lo abracé con euforia... No sé si lo que siento es amor... Pero, si me siento feliz.

Llegamos al restaurante los dos tomados de la mano con nuestros dedos entrelazados, él al llegar dijo su nombre y la recepcionista nos Guió hacia la parte de atrás del restaurante, allí había una carpa hermosa y debajo de ella un picnic rodeado de luces y flores muy hermoso... Y tan romántico...

Voltee a mirarlo y él me sonrió, la recepcionista nos dejó solos y agradecí eso.

—¿Qué tal?

—Parece de película...

—Es que quiero que nuestro amor sea de película. —Me reí nerviosa y él sonrió aún más.

—No tenemos nada...

—Por ahora.

—Si... Por ahora. —Él tomó mi mano y le dió un beso en el dorso.

—Bienvenida a nuestra cita, Mia Hollman... —Se acerco a mi oído para susurrarme. —Tenemos toda la noche para nosotros... Liam está en buenas manos. —Creí que no había notado que estaba nerviosa por Liam... Todo era hermoso, pero seguía siendo mamá, mi hijo seguía siendo mi prioridad.

—Piensas en todo y eso me encanta.

—A mí me encantas tú. —Me tomó de la nuca y depositó un beso en mis labios que me hizo sonreír, yo correspondí y me alejé para mirarlo a los ojos. 

—Eres hermoso... —Tomó mi mano y nos sentamos juntos, justo detrás de nosotros estaba el atardecer, saqué mi celular y nos tomé una foto dándonos un beso, no sé si es lo correcto, pero... Quiero ser feliz por una noche sin preocuparme por lo demás. 

La noche inició con una deliciosa cena, no sé cómo, pero descubrió que mi comida favorita era la pasta y eso nos dejaron en la mesa, durante toda la noche estuvimos haciéndonos bromas, riendo, me sentía plena, me sentía feliz, me sentía amada... 

—Mia, hay algo importante que quiero decirte... —Volteo a mirarlo sonriendo y el se acerca más a mí para tomarme de las manos. 

—Dime.

—Mia Hollman, tú en estos días juntos has confirmado que te amo... Que tú eres la luz de mi vida, el sol que me ilumina... —Se queda unos segundos en silencio y se arrodilla para sacar una cajita de su bolsillo, dentro tenía un anillo de color dorado, con diamantes blancos incrustados esparcidos por todo el espacio y en todo el centro un corazón de mi color favorito... Rojo. —Por eso hoy, frente a la luz de la Luna, arrodillado frente a ti, con este anillo de promesa en mis manos te juro a ti Mia Hollman que te amaré siempre aunque tú no me correspondas, que velaré por tu bienestar y el de tu pequeño, que seré siempre el que estará ahí para ti, quiero que cada que veas este anillo pienses en mí y en el apoyo que te brindaré siempre porque no Mia, no estás sola, no más, me tienes a mí, a este tonto enamorado del bello ángel al que admiran mis ojos... —Sin desearlo las lágrimas abandonan mis ojos y asentí a todo lo que dijo para ofrecerle mi mano, con una delicadeza colocó el anillo en mi dedo y me sonrió. —Y por último, prometo que en algún momento ese anillo será uno de compromiso y luego uno de matrimonio. —Más lágrimas escapan mientras sonreía... Parece un verdadero amor de película.

¡Feliz San Valentín! Aquí está el especial de este día especial, espero lo hayan disfrutado tanto como yo... Este par de enamorados me dan tanta ternura... Lloré mientras lo escribía.
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¡Los quiero!