El cortejo en la bendicion de la luna 3

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Dia 3

#bkdkbk_soulmates_week

Destinados / marca de destinados

Ambos se quedaron dormidos en la cueva, Izuku recostado en los brazos de su amado Alfa, sintiendo la calidez y la seguridad que Bakugo le brindaba. Tenía un torrente de emociones, siempre se consideró un simple omega que no debía aspirar a nada, era torpe, débil, inseguro y no creía que tuviera algo bueno que ofrecer, sus emociones danzaban entre la tristeza, melancolía y no entendía porque la luna los unió aquel día.

Sintió un tirón en su cintura y luego un leve gruñido, su Alfa lo había abrazado con más fuerza, dejo salir su aroma, Izuku al olerlo comenzó a relajarse hasta que sin darse cuenta comenzó a ronronear lo que saco una sonrisa al Alfa quien lo acerco más, buscando mimarlo.

-Sentí tristeza y melancolía a través del lazo, ¿Sucede algo mi amor? – susurro cerca del oído del omega

Izuku se acomodó aún más en los brazos de Bakugo, sintiendo la calidez de su Alfa. Se sentía tan seguro y protegido en ese abrazo, como si todos sus miedos y dudas se disiparan en ese momento.

-Es solo... a veces me siento abrumado por todo. No puedo evitar pensar que no soy lo suficientemente bueno, que no merezco todo esto. - confesó Izuku en voz baja, mientras sentía sus ojos aguarse.

Bakugo acarició suavemente la espalda de Izuku, transmitiendo una sensación de calma y seguridad. – Mi amor, escúchame. Eres más que suficiente, eres increíblemente valioso y especial. No importa lo que hayas creído antes, yo te veo, te valoro y te amo por quién eres. Siempre lo haré.

El omega sintió las lágrimas amenazando con escaparse de sus ojos. – Te amo Kacchan – fue lo único que pudo decir el omega cuyas traicioneras lagrimas comenzaban a salir descontroladas

Bakugo se sorprendió por el apodo cariñoso que generalmente solo usaban los cachorros, se le hizo tan tierno que solo lo abrazo con mayor fuerza – y yo te amo a ti Zuzu.

Los dos se quedaron abrazados en silencio durante un rato, disfrutando de la cercanía el uno del otro. El aroma de Bakugo envolvía a Izuku, haciéndolo sentir seguro y en casa.

Después de un tiempo, Bakugo rompió el abrazo suavemente para mirar a Izuku a los ojos. - Mi dulce omega, prometo que siempre estaré aquí para ti. Si alguna vez te sientes abrumado o inseguro, solo házmelo saber y estaré a tu lado, ¿de acuerdo?

- Gracias, Kacchan. Saber que estás conmigo me da fuerzas.

Katsuki sonrio – Bueno mi amado omega ¿Por qué no te das un baño en la laguna?, iré a cazar algo para comer – agrego poniéndose de pie para colocarse su ropa.

Izuku asintió con una sonrisa, agradecido por el gesto de su Alfa. Se levantó con cuidado, estirando sus músculos adoloridos después de la intensa noche que tuvieron, y se dirigió hacia el borde del lago cristalino y comenzó a sumergirse en las aguas cristalinas.

EL Alfa lo observó con una expresión de adoración en su rostro antes de girarse para salir de la cueva y buscar algo de comida para el desayuno.

Cuando iba de regreso a la cueva con un par de conejos y algunos frutos de los árboles, cuando escucho un grito proveniente de la cueva, alertado corrió para asegurar que su omega este a salvo. Al entrar, encontró a un enorme lobo plateado mostrando sus filosos colmillos encima de su omega quien lo veía aterrado.

-Pero qué demonios - exclamó Bakugo, dejando caer la presa que llevaba en su mano. Sin dudarlo, se lanzó hacia el lobo, golpeando al enorme animal por el costado separándolo de su omega con una fuerza impresionante.

LIBRO DE LETRAS (RECOPILACION DE OS)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora