El refugio que me llevo a ti (Miritama) 2

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𝑇𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜: "𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑓𝑢𝑔𝑖𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑣𝑜 𝑎 𝑡𝑖"
Ship: Miritama
Genero: Universitario, ruptura, dolor, esperanza, Mpreg, Embarazo, Inseguridades, Compras, Parto


#Mommyfest
#TwinstarsBkdk

Capítulo 2 "oportunidades"

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Mirio, se había interesado en ese tímido chico, por como lo veía desenvolverse con el resto, se dio cuenta que en efecto no es que con él actuara diferente, si no que era muy tímido e inseguro.

Gracias a sus constantes intentos de acercarse a él, con su contagiosa sonrisa, su forma de ser, se ganó un lugar en el corazón de Tamaki, quien veía al rubio como un sol por donde quiera que lo veía, pero... él no quería ilusionarse pues su corazón aún estaba roto gracias a Yosetsu, Mirio necesitaba a alguien mejor en su vida, alguien que no estuviera tan roto como él.

Tamaki estaba a mitad del sexto mes, su creciente barriga comenzaba a ser un problema, pero estaba feliz aun y cuando el pequeño bebé no se dejaba ver aun, se encontraba perdido en sus pensamientos sentado bajo la sombra de un árbol.

En un momento Mirio se acercó y tomo asiento a lado del peli azul – Hola, Tamiki ¿Estas bien? Te notó un poco ¿nostálgico?

-Mirio... yo – definitivamente Mirio era un sol que deslumbrada sus días – Estoy bien gracias por preguntar – le regalo una tímida sonrisa – solo estaba pensando en todo lo que he pasado en estos últimos meses, estoy feliz, pero tengo miedo de no ser bueno para el pequeño bebé y mamá Rei me comento sobre la idea de darlo en adopción.

-Comprendo, ¿Qué piensas al respecto? ¿es una idea que te gustaría tomar? – pregunto con calma, intentando darle guía

-Me da miedo, no quiero hacer eso – las lágrimas pronto comenzaron a salir – pero... no quiero que pase por lo mismo que yo, crecí sin el amor de mis padres, solo con personas que siempre me trataron mal, No quiero que mi hija o hijo tenga esa vida yo solo quiero lo mejor.

-Yo creo que tus miedos son normales después de todo lo que has pasado, ¿Sabes? – comenzó a contar mientras colocaba sus manos en la banca donde estaba sentado y observaba a lo lejos como viendo un recuerdo a la distancia – Mi madre nos abandonó a mí y a mi padre cuando yo aún era un niño pequeño, sin embargo, a pesar de eso, mi padre se las arregló siempre se daba tiempo para mí, aunque estuviera cansado, aprendí que el amor de un padre es capaz de todo con tal de que sus hijos estén bien.

Tamaki escuchaba atentamente cada palabra de Mirio, eran como un bálsamo a su herido corazón, le daba esperanza, se hizo un silencio tranquilo.

-Mirio, ¿Tú crees que yo pueda?

El rubio sonrió – Se que podrás Tamaki – Se puso de pie y extendió su mano para que el peli azul lo tomara de la mano.

Tamaki con algo de pena toco su mano, una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo en cuestión de un segundo, ¿Qué fue eso?

-¿A dónde me llevas? – pregunto curioso y con más confianza en el rubio mientras este último lo llevaba suavemente.

-Le pedí permiso a los tres Todoroki para que te dejaran salir, quiero que me acompañes a un lugar – respondió con simpleza – así que iremos a un lugar no muy lejos de aquí – llegaron al auto de Mirio y le abrió la puerta del copiloto a Tamaki y lo ayudo a subir para luego acomodarle el mismo el cinturón.

En el camino la plática fue muy amena, hasta que Tamaki vio donde habían llegado – Mirio, ¿Qué hacemos en el centro comercial?

-Bueno, un bebé no puede llegar al mundo sin tener todo lo necesario, ¿verdad?

-Mirio yo no puedo aceptar, no tengo dinero

-No te voy a cobrar nada – hablo con simpleza – lo malo es que el pequeño solecito no quiere que sepamos si es niño o niña, así que compraremos cosas en tonos amarillos.

Para Tamaki todo eso era nuevo para él, no estaba seguro si en su pasado alguien había mostrado un interese sincero en él, ni siquiera con Yosetsu que ahora era más consciente de las señales de que era solo un juego para él. De la mano de Mirio recorrieron las tiendas de bebes, escogiendo ropita y otros artículos para recibir al pequeño.

Tamaki estaba muy feliz, al final estaban sentados en una cafetería, había pedido un té para el peli azul y un café para Mirio.

-Tamaki – llamó Mirio con una suave voz – sé que tal vez es un pronto y tus inseguridades a veces no te ayudan, pero... ¿me permitirías ser parte de tu vida? ¿Cómo tu pareja? Y sé que tal vez es muy presuntuoso, pero también ¿Cómo padre de tu hijo?

Los ojos de Tamaki se abrieron como platos por la sorpresa de la proposición de Mirio

-¿Lo... lo dices enserio? – preguntó pues no estaba seguro de lo que había escuchado

-Si, lo digo muy enserio – respondió el rubio con una hermosa sonrisa y una expresión que no mentía en sus palabras – Desde la primera vez que te vi en ese comedor supe que no quería estar con nadie más, tal vez por eso tu llegaste ahí por una razón al igual que yo, sé que has pasado por mucho pero déjame demostrarte que no estás solo, sé que no soy perfecto Tamaki, pero quiero estar ahí para ti, ser tu apoyo, tu hombro donde llorar, tu fuerza y también lo quiero para nuestro hijo, si tú me lo permites.

Tamaki comenzó a llorar, pero no de tristeza era de felicidad, estaba conmovido por las hermosas palabras que le dijo Mirio, no podía imaginar que un sol como es Mirio se fijaría alguien como es, tenía miedo sí, pero algo en su corazón muy diferente a todo lo que ha sentido antes le dicto que aceptara al rubio.

-Yo, yo estoy roto Mirio, y sé que te mereces a alguien mejor que yo – comenzó a hablar entre hipidos – pero quiero ser egoísta por una ocasión en mi vida, no quiero que te alejes, acepto Mirio, quiero que seas parte de mi... no, de nuestras vidas, solo prométeme que nunca me dejaras solo.

-Lo prometo, prometo estar a tu lado siempre – Aseguro el rubio abrazando con suavidad a su ahora pareja.

Luego de aquel día, las cosas siguieron avanzando como viento en popa, cuando menos lo esperaron el noveno mes llego y en medio de una pequeña cita en el jardín de la casa de asistencia, a Tamaki se le rompió la fuente, Mirio lo cargo y le aviso a todo el que estaba cerca.

Tamaki sostenía con fuerza la mano de su novio, tenía miedo de que algo saliera mal o que los últimos días con Mirio fueran un sueño, finalmente luego de algunas horas donde el peli azul sufrió, se escuchó el llanto de su bebé.

-Felicidades chicos, es una hermosa niña – anunció Natsu para luego poner a la bebé en brazos de su madre quien la sostuvo con delicadeza

-Es perfecta – Tamaki a pesar del dolor y cansancio era un mar de lágrimas

-Si, ambos lo son – afirmo Mirio abrazando a su familia.

Las cosas para Tamaki estaban siendo mejor cada día, y ahora con su pequeña en brazos no había nada más que felicidad y él se aseguraría de que nada de la faltara a su pequeña.

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LIBRO DE LETRAS (RECOPILACION DE OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora