Verdades

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El mundo mucho antes de que existiera el cielo se sumía en una profunda oscuridad, tan infinita y basta. 

En ese mundo donde solo reinaba la oscuridad la luz en un desesperado intento de detener a la oscuridad creó a Dios. 

Dios fue el primer ser creado de pura luz, nacido entre inmensa oscuridad. 

Ante este acto la oscuridad quiso doblegar a la luz casi logrando su exterminio, ante la situación Dios creó más vida, más seres como él con el fin de restablecer un orden, porque ese fue su propósito. 

El primer ser creado entre la oscuridad fue Miguel, por supuesto él no tenía un nombre aún. Creado con un único propósito, proteger a Dios y aunque inferior supo hacer su trabajo.

La oscuridad era arrogante y pensó que sería muy fácil sublevar a estos pequeños rastros de luz, decidió jugar con ellos y ese fue su mayor error. Dios aprovechando esa oportunidad empezó a crear más y más ángeles. 

Siguieron Gabriel y Rafael. 

Las luchas con seres oscuros eran crueles y sanguinarias, la oscuridad se deleitaba con su miseria y sus tristes intentos de rebelión. Más y más ángeles empezaron a surgir, llenos de esperanza y luz. 

Cuando la oscuridad se dio cuenta de la amenaza que significaban quiso detenerlos pero era tarde, la luz quien se había vuelto más fuerte gracias a dios y los ángeles pudo hacerle frente a la oscuridad, fue una dura batalla. Ambos eran muy iguales y la luz fue vencedora por un pequeño margen. La oscuridad fue desterrada del poder que recelosamente había tenido por tanto tiempo.

Muchos ángeles perecieron y ganar no se sintió nada bien, simplemente fue triste. 

La luz fue quien creó el cielo y les dio el propósito a los ángeles de cuidar el orden del bien. Se esperaba que así fuera y por eso crearon las reglas.  

Mucho después de que estos cimientos se establecieran Dios se dio cuenta de la tristeza de sus ángeles incluso de él mismo, tanto tiempo luchando había dejado marcas que serían imborrables. 

Por eso creó a Lucifer, en el desbordó toda esperanza, amor y luz que pudo. Lucifer fue el primer ángel creado después de esa guerra, inocente a la crueldad se convirtió en la luz que todos necesitaban. El hijo más amado de Dios, a nadie le importa la preferencia porque todos amaban a Lucifer. 

Se deleitaban con sus canciones y sus juegos infantiles, con su risa contagiosa, con su luz. 

Como lo amaban incondicionalmente decidieron que serían ellos quienes tomarían las decisiones difíciles. Querían protegerlo. Querían cuidarlo. 

Rafael dio un largo suspiro al mirar el rostro lleno de lágrimas de Lucifer. Gabriel a su lado consolando suavemente tras escuchar la verdad. 

 Pero Lucifer lloraba por todo lo que vivieron ellos, lo duro que debió ser. 

— Eres demasiado amable Lucifer, de eso ha pasado hace mucho ya, ahora no hay nada de qué preocuparse. — Rafael le aseguró con convicción. 

Lucifer asintió.

— ¿Fue tan horrible? — Lucifer preguntó y la mirada de Rafael se oscureció. 

— Lo fue. — Hubo un silencio breve. — Puedo mostrarte. — Dijo con calma pero sus palabras alteraron a Gabriel. 

— ¡Rafael! — Gritó, no creyó que sería bueno mostrarle eso a Lucifer, pero este último lo miró con cuidado. 

— Lo siento, no deberías ver eso. — Rafael se retractó y aunque curioso Lucifer también tuvo miedo de saber que clase de cosas vivieron los demás. 

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora