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Ivan frunció suavemente el ceño a Charlie quien lo miró con una sonrisa fría. Ambos se miraron con cuidado. Su hermana no era ni de cerca lo que solía ser.

Ambos impulsados por la muerte de su padre llevaron el entrenamiento al límite y Roo junto con Miguel no eran maestros precisamente amables en lo más mínimo.

Ivan atacando a Charlie con su divinidad y ella mejorando sus habilidades demoníacas.

— No está nada mal, pero Charlie debes tener cuidado, tu hermano es calculador y aprende rápidamente tus patrones de ataque, tienes que aprender a pensar en medio de la batalla. — Roo explicó al par de hermanos.

— Ivan, tu divinidad es inestable, no tienes que forzarlo porque te agotaras mucho más rápido. — Miguel dijo con firmeza e Ivan asintió. — Peleen una vez más.

Charlie miró a su hermano quien una vez más tomó vuelo, una aura dorada cubriendo su cuerpo. Ella respiró suavemente y se transformó en su forma demoníaca, aún no ha perfeccionado su canto pero es mejor ahora.

Iván la atacó antes de que su voz le hiciera efecto y ella tuvo que esquivar, sin embargo Ivan previo eso y estaba listo para darle un segundo golpe que esta vez si le logro dar, un golpe que la dejó sin aliento.

Intentó atacar a su hermano con su lanza, todavía aprendido a ser rápida con sus ataques, logró lastimarlo sin embargo eso abrió una brecha para Ivan quien jaló su cola y la mandó a volar a un extremo.

Ella jadeo.

— ¡Charlie! ¡Tu hermano puede curarse mientras lucha! Tu prioridad no es lastimarlo, busca otra solución. — Gritó Roo y Charlie apretó los puños volviéndose a levantar, Ivan ya se había curado su herida.

Pero Ivan estaba cansado, aún aprendiendo a usar la divinidad lo cual era agotador.

Charlie se levantó mirándolo enojada y él solo podía sonreír. Ambos volvieron a saltar a pelear una vez más, la lucha no se detuvo hasta que no pudieron levantarse más.

Roo y Miguel los miraron complacidos por el avance que han logrado.

— Son buenos. — Afirma Roo y Miguel tiene que estar de acuerdo.

Charlie está avanzando rápidamente ahora que ha logrado madurar tan duramente e Ivan esta alcanzó nuevos niveles con la misma rapidez.

Quizás lo único preocupante es el cambio que han tenido. Ivan es más frío y calculador mientras que Charlie ha aprendido a controlar sus propias emociones.

Ambos hermanos buscan fortalecerse, Charlie en busca de apoyar a su hermano y dejar de ser un estorbo e Ivan buscando ser tan fuerte que nadie podrá quitarle a otro miembro de su familia.

Aún están de luto, ellos lo han notado pero los hermanos no lloran, son noches donde se podrán escuchar dos voces lamentables cantar canciones para alguien que no volverá.

Miguel siente pesar pero se esfuerza, aún lucha con todos los sucesos que han ocurrido, saber que ya no hay un control en el cielo, el caos que surgirá si no logran detener esto, lo mucho que la humanidad puede sufrir.

— ¿Estás preocupado por ellos? — Miguel miró a Roo quien tenía un semblante tranquilo e incluso juguetón.

— Naturalmente… ¿Tú no? — Roo se encoge de hombres un poco.

— No puedo precisamente salir de este lugar sin Lucifer. Pero este lugar parece ser el mejor lugar para esconderse por ahora, sin embargo no lo será por mucho. — Miguel frunció el ceño sin comprender.

Roo esta sería esta vez.

— El lugar se siente extraño, lo sé porque esta es mi prisión pero llevo notando que hay cosas que han cambiado aquí, cosas que yo no cambié, cosas a veces desaparecen. — Miguel frunció el ceño. — Este lugar se está volviendo inestable, si es así, ¿Qué pasará con las criaturas que siguen aquí? Serán libres, el caos sería desastroso si se les da la oportunidad.

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora