Adiós (Parte 3)

1.6K 330 216
                                    






Todo se había detenido momentáneamente, los demás demonios no tenían idea de qué es lo que estaba pasando o por qué la batalla se puso en pausa. 

— ¿Qué se supone que pase ahora? — Dice Miguel sin comprender qué hacer.

Más allá de las dudas Ivan se da cuenta que aún no pueden contactar con Stolas.  

Está preocupado ahora pero no tiene tiempo de hacer algo cuando alguien de su lado mata a un ángel, alguien desobedece la orden que se les dio y es como una caída de dominós, todos empiezan a atacarse a pesar de la orden de detenerse. 

Subestimaron el odio que ha crecido de ambos lados, todo se salió de control, no… había algo más, noto Ivan. 

La sensación siniestra, se movió por instinto a último minuto. 

Una flecha divina cortó su mejilla, frunció el ceño cuando miró atrás de él, una ola de exterminadores apareció, todos comandados por Adán, si ellos estaban aquí, ¿Que paso con Stolas? El único consuelo era saber que Stolas aún estaba vivo por el lazo que compartían. 

No tenían tiempo de pensarlo a profundidad y se alistaron para atacar.

— Detente. — Ordenó Miguel pero Adán no obedeció en lo más mínimo, ordenó un nuevo ataque. Lucifer se dio cuenta que tampoco podía ordenar nada a los suyos, esto parecía una masacre. — Retírense, yo me encargo de esto. 

Afirmó pero Ivan no estaba tan de acuerdo. 

— Los poderes divinos se están perdiendo, es peligroso que lo hagas. — Afirmó, fue entonces que Lucifer se puso al frente. 

— Entonces será mejor que yo ataque. — Afirmó Lucifer. — No se preocupen, unos pocos exterminadores no serán un problema. Ivan, él infierno necesita saber que las cosas están mal aquí, necesito que los evacuen aún más abajo por si acaso logran pasar este anillo. 

Ivan lo miró preocupado.

— P-pedire ayuda entonces, suerte padre. — Dijo mientras se alejaba volando, Miguel se quedó a su lado por si acaso algo pasaba. 

Mientras huía del campo de batalla Ivan noto que lo seguían y maldijo con molestia, tuvo que detenerse para enfrentarlos y levantó su espada hacia ellos. 

— No tengo tiempo. — Murmuró mientras atacaba a matar, sin dudar, era mejor así. 

Se dio cuenta que más exterminadores se acercaban y maldijo, huyó a su mansión donde no podrían pasar. 

Logró ponerse seguro, sería un problema salir pero tenía cosas mejores que hacer. 

Rápidamente se movió por su mansión, se sentía muy vacío pero de algún modo se sintió diferente. 

Frunció el ceño cuando vio sirvientes muertos por todas partes, ¿Qué fue lo que pasó? 

Muchos demonios se refugiaron en su mansión, pronto recordó. 

¿Bazil escapó? 

La duda lo envolvió mientras lo busca entre los cuerpos, el ángel había decidido quedarse pero era muy débil. 

No sabía dónde estaba. Maldijo con molestia, quizás si escapó pensó. 

Iba a irse cuando de pronto escucho un ruido raro, frunció el ceño, venía de cerca, era del salón de su mansión, pensó que Bazil pudo haberse escondido y voló rápidamente mientras miraba la puerta abrirse. 

El Hijo del Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora