Capitulo 2

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Eran las diez de la noche, cuando Brittany llegó al departamento de Marley, con Tina y Mercedes montadas en su Mercedes descapotable blanco.

Brittany se pudo permitir ese lujo después de años de trabajo. Con lo que había ahorrado en su época como modelo y gracias a su nuevo empleo como editora de la revista, pudo realizar los dos sueños que tenía en ese momento.

Uno, fue comprarse una casa en un buen sector de la ciudad y el otro, un Mercedes descapotable blanco que tanto le gustaba sus amigas.

Brittany tocó dos veces la bocina y Marley apareció casi enseguida.

La chica iba vestida para matar.

Con un corto vestido negro, su lacia cabellera castaña suelta y un sexy flequillo que le llegaba justo bajo las cejas.

―Está bien chicas, ya me tienen aquí, así que podemos dar por inaugurada la noche de solteras.

Todas soltaron una carcajada y se pusieron en marcha para dirigirse al club.

Marley, sentada en el asiento del copiloto, tomó el control de la lista de reproducción de música y encontró el tema que deseaba escuchar.

―Espero les guste esta canción.

En los parlantes empezó a sonar Naugthy Girl de Beyoncé. Nada como cuatro chicas en un descapotable, escuchando a la sensual cantante.

Se dejaron llevar por el ritmo y comenzaron a cantar y a bailar hasta que llegaron al club.

Cuando llegaron al estacionamiento, que estaba frente al club, a las chicas casi se les salen los ojos.

Brittany se dio cuenta que su amiga no exageraba en decir que este era el club de moda, ya que la fila estaba dando vuelta a la esquina. Tampoco exageró en lo de que ahí estarían las personas más guapas.

Había chicas lindísimas con sus mejores vestidos y brillos y chicos que bien podrían ser modelos en una campaña de Tommy.

―Mar, te das cuenta, que podemos estar esperando más de dos horas hasta que nos dejen entrar, ¿verdad?―le dijo Brittany a su amiga en tono un poco enojado.

Marley la miró y en su rostro se dibujó una sonrisa burlona de triunfo.

―¿Creen que las iba a traer a un lugar donde tuviéramos que esperar?, vamos síganme.

La castaña se encaminó hacia la entrada del club, que era custodiada por dos gigantescos guardias, ella habló con uno y le entregó una tarjeta. El guardia la leyó y luego habló por el intercomunicador. Un segundo después los dos gigantes se movieron para que ellas pudieran entrar.

Rápidamente pasaron al interior del club, en medio de un coro de protestas de las personas en la fila, que seguramente les saldrían raíces tanto esperar.

―Explícanos, ¿qué fue eso? ¿Cómo es qué conseguiste que entráramos?

Las amigas bombardeaban con preguntas a Marley, intrigadas por saber cómo había conseguido hacer esa magia.

―No me digas que te acostaste con uno de esos gorilas Marley.

―Uf Brittany, cómo se te ocurre, no estoy tan loca. Una amiga de mi clase de yoga trabaja aquí, en la sección VIP y me dio un pase para las cuatro a cambio de cosméticos, ¿recuerdas las muestras que me llevé el otro día? Miren, ahí está, vamos que nos tiene reservada una mesa.

Las cuatro se encaminaron hasta el sector VIP, que contaba con unos cómodos sillones. Pidieron a la camarera que les trajera Nuvo con hielo a cada una para brindar por su salida.

RojoWhere stories live. Discover now