Capitulo 31

44 5 0
                                    

Brittany se levantó temprano al día siguiente.

Después de ducharse y tomar un buen desayuno, se vistió con uno de sus vestidos.

Tendría que comprase ropa, ya que no tenía nada maternal en su closet.

Se metió en su auto y se fue a la revista.

Cuando llegó, todos sus compañeros de trabajo la fueron a saludar, entró a su oficina y se encontró con Marley.

―Pero, ¿qué haces tan temprano por aquí Britt?

―Bueno, me desperté temprano y decidí venir a ver cómo está todo por acá. Además necesito hablar con Arite, para que veamos el horario que más se ajuste a mi situación―al decir eso, ella se pasó las manos por su vientre.

―Qué bueno amiga, pero no te cargues tanto de trabajo, yo te ayudaré en todo lo que quieras.

―Gracias Marley. Voy a ver a Arite, luego vengo para que me pongas al día de todo. Ah y te invito a almorzar, necesito que me acompañes a comprar ropa maternal.

―Claro, ve con Arite y luego hablamos.

Ella fue a la oficina de su jefe, quien la recibió animadamente. Estaba feliz de la incorporación de Brittany nuevamente a la revista, ella era su editora estrella.

Conversaron un par de horas y llegaron al acuerdo que trabajaría desde su casa. Podía aparecer algunas mañanas por su oficina, contaría con la ayuda de Marley y si ella creía necesario, contratarían a otra persona para ayudarle.

Llegó la hora de almorzar, ella y Marley barrieron con las tiendas de ropa maternal.

Se compró leggins, blusas maternales y unos vestidos.

********************************************************************************************************

Santana despertó con un inmenso dolor de cabeza.

Se levantó y se encontró con su prima en el salón viendo televisión.

―¡Los muertos se levantan de sus tumbas!―le dijo Kitty, al ver que Santana traía una resaca de aquellas.

―Qué graciosa prima, muy graciosa.

―Al lado del vaso con agua, te dejé las aspirinas, tómatelas ahora.

―Gracias.

―Bueno, sé que no quieres escuchar nada de lo que te voy a decir, porque debes tener un bombo en la cabeza, pero me vas a tener que escuchar igual.

―¿Tengo alguna otra alternativa?

―No. Siéntate y escucha con atención.

Santana se sentó en un sillón, tal como le había dicho su prima y prestó toda la atención de la que fue capaz en ese momento.

―Santana, quiero que soluciones de una vez por todas este problema que tienes con Brittany, estoy cansada de verte triste. Cada vez que tienes un problema con ella, te lanzas al alcohol y eso no puede ser Santana. Esto es muy fácil de solucionar, por favor deja de ser testaruda y habla con ella y dile de una vez por todas que la amas y que la quieres de vuelta.

Santana solo la miró, dio el último sorbo a su vaso de agua y le dijo:

―¿Terminaste?

―Sí.

―Bien, voy a bañarme, gracias por traerme anoche―se levantó y se dirigió devuelta a su dormitorio.

―¿Sabes qué? ¡Vete al diablo!―Kitty tomó su chaqueta y se encaminó al ascensor para marcharse de ahí, pero se acordó de algo. Llegó al cuarto de su prima―Toma―le tiró el móvil sobre la cama―Te lo tuve de quitar anoche, cuando quisiste llamar a Brittany para decirle que la amabas―se giró sobre sus talones y se marchó.

RojoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz