Capitulo 10

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Después de que el martes, Brittany se fuera a su casa a llorar en el hombro de su amiga y tomarse casi media botella de Jeam Bean entre las dos.

Brittany decidió que el miércoles no iría a trabajar, ya que estaba con una terrible resaca. Su amiga la cubrió y la mantuvo informada de todo lo referente al trabajo.

Marley decidió no volver a tocar el tema de Santana.

Brittany se negaba a darse una oportunidad de conocerla más. Mientras Marley le decía que no tenía por qué ser igual que su relación anterior, que las mujeres no eran igual a los hombres, que por último fuera su amiga y que de vez en cuando terminara con su amiga en la cama, fue imposible sacar a Brittany de su línea.

Al final, Marley se dio por vencida y la dejó tranquila.

Antes de finalizar el día, la castaña llamó a su amiga para ver cómo estaba:

―Hola Britt, ¿estás mejor?

―Hola Mar, claro que estoy mejor. Ya no me duele la cabeza y adelanté un montón de trabajo para mañana. Y a ti, ¿cómo te fue hoy?

―Uy… amiga, estoy feliz. Kitty me llamó y me invitó a cenar, así es que ahora me voy a mi departamento, para cambiarme y esperar a que me pase a buscar.

Brittany se alegró por su amiga y sintió un poquito de envidia. Hace tiempo que no veía a Marley así de feliz.

―Qué bien Mar. Cuídate, pásalo bien y mañana me cuentas.

―Bien, nos vemos, te mando un beso. Adiós.

Brittany se dio un baño de tina y al rato se colocó su camiseta de dormir y se relajó en su cama, para al poco rato quedarse profundamente dormida.

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Santana se encontraba en el departamento de Kitty.

Hace días que no hablaba con ella personalmente y decidió hacerle una visita. Pero cuando llegó, se encontró con que éste se estaba arreglando para salir.

Santana le había contado por teléfono todo el episodio vivido con Brittany y Kitty le dijo que lo siguiera intentando hasta que lo lograra.

―Prima, quería hablar contigo, pero veo que vas a salir.

―Sí Santana, creo que tendremos que dejarlo para mañana, no me gustaría hacer esperar a Marley, ¿me entiendes verdad?

Santana miraba divertida cómo su prima se arreglaba para su cita.

―Pero a ti te dio fuerte con Marley.

―¿Y a ti no prima? O me vas a decir que Brittany no te trae loca y que si ella quisiera podrías barrerle el suelo por donde ella pasa con la lengua.

―¡Ja!, no diré nada, pero creo que tienes razón, me pondría de alfombra si ella me lo pidiera. Pero bueno Kitty, mejor me voy, espero que tengas mejor suerte que yo. Nos vemos.

Kitty sintió un poco de pena por su prima, la veía tan desolada por esta mujer.

Nunca antes había actuado así, tan desesperada por conseguir algo en la vida.

―Bueno San, mañana hablamos, ¿ok?

―Sí prima, mañana hablamos.

Santana salió del departamento de Kitty y se dirigió al suyo, se tiró sobre su enorme cama, aún vestida y cayó en un sueño de ojos claros, vestido rojo y tres lunares en la cadera.

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