Capitulo 21

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La semana había pasado rápido.

Brittany y Santana habían vuelto a vivir su idílico amor.

Brittany le había dicho a Santana que la amaba y se sentía libre. El juramento, que años atrás se había echo sobre el amor, ahora estaba enterrado y estaba feliz de vivir su historia con su amada abogada.

Era viernes y Marley estaba en su casa, revisando por quinta vez, qué ponerse para la fiesta de cumpleaños de Kitty.

Quería estar hermosa para la ojiverde y además quería dejar una buena impresión en su familia.

Si bien no habían hablado de noviazgo ni nada, ella sentía que el tiempo que llevaban saliendo juntas era casi como mantener una relación seria. A ella le encantaba pasar los días con Kitty y las noches le encantaban aún más.

Despertar con la rubia bajita, abrazándola, era lo que más amaba en el mundo.

Temía que estaba enamorada de Kitty hasta el tuétano, pero no le había insinuado nada, hasta estar segura cien por cien que la rubia sentía lo mismo.

Almorzaban juntas seguido, Kitty la llamaba muy a menudo y a distintas horas del día, solo para saber cómo estaba o qué estaba haciendo. Era atenta y una amante excepcional.

Sin lugar a dudas Kitty sentía algo por ella.

Al fin se decidió por un vestido strapless negro, que llegaba a la altura de su rodilla, con un delgado cinturón dorado como único adorno.

Su larga cabellera castaña, que normalmente la llevaba lisa y con su sexy flequillo, se había convertido en una cascada de grandes y sedosas ondas.

Se maquilló haciéndose el ahumado de ojos y solo un toque de brillo rosa en sus labios.

Ya estaba lista, Santana y Brittany pasarían a buscarla.

Estaba emocionada, quería ver la cara de Kitty cuando la viera con ese vestido. Aunque la rubia le había advertido, que no podría atenderla demasiado esa noche, ya que debía atender a agente importante para sus negocios y promover sus proyectos arquitectónicos, pero que la compensaría más tarde, con una celebración privada en su casa.

Brittany llegó al departamento de su amiga con Santana. Bajó del auto para ir a buscarla.

―¡Vaya, qué guapa!―exclamó Brittany, cuando la castaña le abrió la puerta y la dejaba entrar en el departamento.

―Gracias amiga, voy por mi bolso y nos vamos.

―Kitty se va a volver loca cuando te vea con ese vestido.

―Esa es la idea,―Marley le guiñó un ojo a su amiga―Ya tengo el bolso vámonos.

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Kitty estaba en la mansión que ya se estaba llenando de gente.

Su mamá había invitado a mucha gente influyente de la ciudad, además de unas cuantas amigas de la universidad y algunos compañeros de trabajo, pero en su mayoría era gente con la que no deseaba celebrar tan importante fecha.

Además de todo, tenía que soportar a su mamá y la idea de que se fijara en la hija de los Jones, los magnates de las telecomunicaciones. Si bien Alice Jones era una chica guapa, a ella le resultaba totalmente insulsa.

Kitty miraba insistentemente la puerta de entrada, quería ver cuando apareciera Marley.

―¿Qué pasa hija, esperas a alguien?―preguntó Amelia a su hija, al darse cuenta, de que ésta miraba insistentemente la entrada de la mansión con cierto nerviosismo.

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