Capitulo 12

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Después de un rato, donde se devoraron mutuamente, Brittany salió primero de la ducha, se envolvió en una blanca y suave toalla y luego buscó algo que ponerse, tomó una camiseta grande de Santana y se la puso.

Le llegaba hasta las rodillas, pero era mejor que nada.

Se secó un poco el pelo y se lo acomodó como pudo. Se dirigió a la cocina, necesitaba café, eran las nueve de la mañana y a esa hora ella generalmente ya llevaba un par de tazas de café puestas encima.

La cocina del departamento era espaciosa y combinaba perfectamente con todo el resto de la decoración, todo en color negro y acero.

Encontró la cafetera y se dedicó a preparar café. Miró alrededor curiosa, todo era tan sobrio, nada de adornos ni cuadros, apenas unas lámparas y en el salón, en un mesa esquinada, habían fotografías, donde estaba Santana con su hermana, con su mamá, con un hombre que pensó debía ser su papá, con su prima y una mujer mayor, y una fotografía con un perro labrador café.

En todas las fotografías salía risueña, con esa sonrisa que a ella le encantaba cada día más.

El café ya estaba listo y se dirigió a la cocina para servirse una enorme taza, necesitaba sentir la cafeína correr por sus venas, se sirvió el café, se acercó la taza para oler el rico aroma y le dio un sorbo.

En ese instante, sonó el timbre del ascensor privado del piso y se abrió en el salón, ella se quedó donde estaba, ¿quién podría ser a esta hora?

Debía ser alguien conocido de Santana, de suma confianza, porque para subir por ese ascensor tenías que tener un código, no creía que le diera el código a todo el mundo, ¿o si?

Ella siguió tranquilamente en la cocina, seguramente quien fuera no se le ocurriría pasar por ahí. Siguió tomando el café y escuchó unos pasos acercarse hacia donde ella se encontraba ‹‹Mierda, ¿qué hago ahora?››

Miró para todos lados, pero decidió quedarse ahí y enfrentar a quien fuera en vez de salir corriendo como una ladrona, por lo menos no estaba desnuda.

La persona llegó frente a ella y se quedó mirándola, Brittany esbozó una pequeña sonrisa y siguió bebiéndose el café como si nada.

―Perdona, parece que me equivoqué de departamento ¿Pero tú no eres Brittany, la amiga de Marley?

―Sí Kitty, soy Brittany ¿Cómo estás?

Kitty aún no podía creer que, en la cocina del departamento de su prima y vestida solo con una camiseta, estuviera la mujer por la que Santana había estado más de una semana pensando y rabiando por no poder estar con ella.

¿Cómo habría logrado llevar a Brittany a su departamento?

‹‹Me lo va a tener que contar todo. Y para colmo se la ha traído a su casa. Ay... mi prima está mal, se pasó al bando de las personas enamoradas.››

―Perdona Brittany, pensé que Santana estaba sola. Y a propósito, ¿dónde está mi prima?

―Aquí estoy Kitty.

Santana entraba en la cocina en ese momento, vestida con una camisa parecida a la que usaba la ojiazul, se acercó a Brittany y la besó.

Brittany le respondió el beso ante la atónita mirada de Kitty, que tenía la boca más que abierta al ver a su prima comportándose como una adolescente.

―¿Qué pasa prima? ¿Qué haces aquí y a esta hora?

―Bueno hoy es domingo Santana.

―Sí, domingo, ¿y?

RojoWhere stories live. Discover now