Capitulo 26

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Brittany llevaba dos meses en París, al día siguiente de ir al ginecólogo, le comunicó a su jefe lo de su embarazo.

Él era la única persona sobre la faz de la tierra que sabía su secreto.

Cuando hablaba con Marley, se mordía la lengua para no soltar ni media palabra sobre su bebé. Sabía que si le contaba, Marley era capaz de ir hasta Santana y decirle todo.

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Santana estaba volviendo a hacer su vida normal.

Volvió a vivir a su departamento, aunque tuvo que escuchar los llantos de su mamá y su abuela para que no dejara la casa familiar, pero así y todo lo hizo.

Después de meses de fisioterapia su pierna estaba casi sin secuelas. Volvió a su trabajo y ya se estaba preparando para salir con su prima.

Ese viernes Kitty la llevaría a un club, donde según sus palabras, se juntaban las chicas más lindas y sexys de la ciudad.

Aunque Santana no sentía ni la mayor curiosidad por ir a este club, decidió que acompañaría a su prima, para que esta le dejara de dar la lata todas las semanas con las salidas.

Kitty la pasó a buscar a su departamento, una vez dentro del coche condujo hasta el exclusivo club.

―Vas a alucinar con este club San―comentaba con fascinación Kitty―Es uno de los mejores clubes de la ciudad, y cuando veas a las chicas que van ahí, la mayoría son modelos guapísimas.

―Veremos prima. La verdad es que no estoy de ánimos para fiestas, pero insististe tanto, que no me quedó de otra que acompañarte.

―Ah, pero ya verás que el ánimo se te sube rapidito cuando entres ahí.

Llegaron, y como era de suponer, no hicieron la larga fila que esperaba en la entrada. Entraron y se dirigieron a la barra del sector VIP, Kitty pidió unos tragos y le entregó uno a su prima, y se sentaron observando a la gente que ya repletaba el local.

Algo, en el fondo de la sala, llamó la atención de Santana.

Era un grupo de chicas que conversaba animadamente, pero su vista se fijó en la que le estaba dando la espalda, enfundada en un ajustado vestido rojo y su largo cabello rubio, sujeto en una coleta, que bajaba por su espalda.

Santana se levantó impulsada, cómo si fuera una marioneta y se dirigió a toda velocidad al grupo, ante la atónita mirada de su prima, que se levantó de un salto de su silla para seguirla.

Cuando estuvo cerca de la chica y sin explicación alguna, la tomó del brazo y la giró.

―¿Brittany?

Pero no era Brittany, ni siquiera sabía por qué había pensado que era ella.

La chica le sonrió, la morena era guapa, que más daba si la había confundido con otra.

―Disculpa, te confundí con otra persona―le dijo y se apartó del grupo, pero Kitty la detuvo.

―¿Qué fue eso Santana?

―Tengo que salir de aquí Kitty.

―¿Qué? Pero si acabamos de llegar. Además creo que dejaste una buena impresión a las chicas de ese grupo, vamos y nos presentamos.

Santana comenzó a andar buscando la salida.

Sentía que el encierro la estaba asfixiando.

Su prima la siguió hasta que llegaron a la calle.

RojoWhere stories live. Discover now