Capitulo 25

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Brittany llegó escaleras abajo y se encontró con Maribel,  Emily y Alma la abuela de Santana.

No podía salir de ahí corriendo, debía despedirse de estas mujeres a quienes apreciaba tanto.

―Brittany, ¿cómo ha ido la conversación con Tana?―preguntó Maribel al ver que la chica bajaba corriendo la escalera.

―Qué bueno que están las tres aquí. Me quería despedir de ustedes y agradecerles por todo.

―¿Cómo que despedirte?―intervino Emily.

―Hablé con Santana y llegamos a la conclusión de que es mejor no seguir con esto.

―A qué te refieres con no seguir con esto querida, ¿qué te dijo mi nieta?

―Bueno, ella no quiere que yo siga viniendo a verla, no se siente bien porque no me puede recordar y…

―¿Cómo es eso? Mi hermana se volvió loca.

―No Em, está bien, es mejor así. Ella no recuerda el amor que sentía por mí y no puedo obligarla a que me ame. Ella no se siente bien con eso y es mejor que siga con su recuperación tranquila. Respeten su decisión por favor.

―¿Y te vas a ir así, sin luchar?―la abuela de Santana estaba triste.

Sabía que su nieta amaba a esta mujer, pero nada se podía hacer para que la recordara.

―Lo siento, no puedo seguir luchando para estar junto a ella cuando lo que quiere es que me mantenga alejada.

Las mujeres se miraban una a la otra sin saber qué decir. Brittany se adelantó y comenzó a despedirse.

Primero abrazó a Alma.

―Bueno ahora me voy, cuiden mucho a Santana quieren―luego abrazó a Maribel―Y no le hablen más de cómo era nuestra relación, ojalá algún día pueda acordarse.

―Adiós Britt, cuídate mucho―la abrazó Emily―Espero volver a verte.

―Adiós y nuevamente gracias por todo.

Brittany caminó apresuradamente a la salida hasta llegar a su auto. Una vez dentro lloró, soltó todo lo que tenía acumulado hace horas.

A partir de ese momento estaba fuera de la vida de Santana.

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Santana se terminaba de vestir, cuando sintió que la puerta de su dormitorio se abría de par en par, como si una tropa de caballos salvajes hubiera entrado en la habitación.

―¡Qué hiciste! maldita hija… ¡Uyyyy que rabia! ¡No te puedo insultar porque tenemos la misma mamá!

Emily estaba fuera de sí gritando a su hermana. Santana solo la miraba con los ojos abiertos.

―Cálmate quieres… no me grites

―¡Qué me calme! ¿Cómo quieres que me calme? Brittany me acaba de decir que se va y para siempre porque tú le pediste que no volviera .Eres una desgraciada.

―Qué querías que hiciera, me dolía verla triste todo los santos días porque no puedo recordarla. Ella no se merece esto. Ella debe continuar con su vida.

―Imbécil, ¿qué vas a hacer cuando recuperes la memoria y ella ya no esté?

―Emily para eso pueden pasar meses. No es justo para ella que me ame y yo no recuerdo ese sentimiento hacia ella. Entiende es lo mejor.

―Tal vez es lo mejor para ti. Te juro que si pudiera te agarraba a golpes.

―Sé que me odias, pero, ¿no odias verla a ella cansada con toda esta situación?

RojoWhere stories live. Discover now