CAPÍTULO 25

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Actualización 2/3

El cuerpo entero de Xie Lian fue empujado contra una de las paredes del antro, no tuvo oportunidad de hablar ni de preguntar la razón de por qué Hua Cheng estaba en aquel lugar.

No podía decir nada cuando su boca era besada, cuando su cuerpo se retorcía en placer, cuando las manos de Hua Cheng lo acariciaba apasionadamente, sus pantalones y su ropa interior fue bajada hasta sus pies, el frío recorrió toda su circunferencia.

La mano de Hua Cheng ya amasaba su trasero, lo abría y cerraba a su gusto, sus dedos recorrieron su miembro erecto, había extrañado tanto a Hua Cheng.

- Eres mío, di que soy tuyo - le gruño en su oído, Xie Lian se estremeció cuando de un repente fue girado

- Hua Cheng...

- ¡dilo!, ¡di que te pertenezco!, ¡di que eres solo mío!

- te... te pertenezco - sentenció sin saber la profundidad de sus palabras.

Los colmillos de Hua Cheng ya se encontraban bebiendo de su sangre, su cuello dolía, pero no tanto como su agujero que fue abierto sin preparación

- ¡HA! Ah, ah, ah - gimió cuando las estocadas eran profundas y sin cuidado

- gime para mí - lo beso, el sabor a sangre inundo su boca y eso solo sirvió como un afrodisiaco

Xie Lian gimió cuando las embestidas fueron más fuertes, era tanto el movimiento que su cuerpo empezaba a derrumbarse, se sentía tan bien.

"Más, dame, más, más fuerte" "mhg sii, sí, que bien se siente" decía en su mente nebulosa.

Hua Cheng que escuchaba todo sus pensamientos, solo sonrió para darle el gusto a Xie Lian, sentía como el interior era caliente y resbaladizo, sus fluidos eran abundantes, que ya no era necesario forzarse para entrar.

El cuerpo de Xie Lian colapso cuando su orgasmo lo inundó, sus fuerzas se desvanecieron, por suerte el fuerte brazo de Hua Cheng lo tomo para que no cayera, el miembro de este aún se introducía sin piedad en él.

- Hua Cheng - gimió con cansancio, pero su pene ya empezaba a endurecerse.

"¿Cómo era posible aquello?" Pensó con confusión.

- ¿qué? ¿Acaso Gege aún quiere más? - se rió para embestirlo más profundo.

- nngghh - sollozo en placer

ambos estaban tan enfrascados en lo suyo que no se dieron cuenta de que la chica que había estado a punto de besar a Xie Lian mantenía su mano en su boca para no gritar y alertar a los demás.

Sus ojos estaban abiertos, pero más que asustada estaba excitada, ver a su compañero de clase ser mancillado por un hombre fuerte y robusto, resultó ser el sueño de toda chica, ver como dos hombres gemían al tener sexo, hizo que en su parte baja se mojara, ella igual quería vivir ese sueño.

Hua Cheng sabiendo de su existencia, él sonrió cuando leyó sus pensamientos y como una forma de burlarse de ella, el giro a Xie Lian para que todo su torso quedará expuesto hacia la calle.

La cabeza de Xie Lian trato de esconderse, pero los dedos de Hua Cheng se introdujeron en su boca para penetrarlo, no solo sirvió para estimularlo, sino que lo ayudó a mantenerlo erguido mientras lo penetraba hasta el fondo.

La chica que veía todo, tenía la boca abierta, su cuerpo se recostó en la pared para masturbarse por la imagen de esos dos chicos, sus propios dedos se introducen en ella igualando la penetración de Hua Cheng

- mira Gege, eres tan erótico que incluso esa chica se excitó por como tenemos sexo

la mano de Hua Cheng lo giro para qué la veía, sintió su cuerpo congelarse, pero se derritió cuando los colmillos de Hua Cheng se introdujeron en él, su cuerpo se volvió liviano.

Solo el agarre de Hua Cheng le impedía caerse, las embestidas de Hua Cheng se volvieron, rápidas y fuertes, tan fuertes que su cintura se movía adelante y atrás por lo fuerte que eran.

- Hua Cheng - gimió al no aguantarlo más, su semen ya había salido como tres veces.

- Eres mío Xie Lian y nadie tiene derecho a tocarte excepto yo mismo - dijo justo cuando el pene de Hua Cheng se destapó

una fuerte sacudida estremeció su parte baja, las palpitaciones del miembro de Hua Cheng al momento de eyacular lo llevo a otro orgasmo.

Tanto su miembro como su agujero le salían semen, su cuerpo colapso cuando Hua Cheng salió de ahí para ir hacia la chica, que del mismo modo fue tomada por Hua Cheng.

Xie Lian sintió ganas de llorar, se sentía sucio usado cuando los vio tener sexo en frente suyo, lo peor era que él no podía moverse, le dolía todo el cuerpo.

Para cuando Hua Cheng terminó con la chica, esta se encontraba en el suelo, su piel una vez tersa ahora estaba arrugada y muerta, el viento frío era tan penetrante que incluso cáscaras de piel salieron volando.

Era tan horrible, que ni siquiera pudo hacer nada para salvarla.

Detrás de la Maldición - HuaLianOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz