Arabella
Los brazos de Christopher al rededor de mi cintura me acorralan contra él. No tengo intenciones de moverme pero él aún así no tiene ninguna intención de soltarme.
Estoy sobre su pecho admirando lo relajado que se ve mientras duerme, o por lo menos finge hacerlo. Sé que lleva despierto desde hace unos quince minutos, pero ha mantenido los ojos cerrados todo este tiempo.
En estos días es raro verlo relajado. Misiones, reuniones, viajes, cosas de la campaña, la prensa, Bratt... Todo eso lo ha mantenido estresado y enojado, muy pocos momentos está de este modo, así que creo que hago un buen trabajo para que descanse aunque sea unos minutos antes de volver a estresarse.
—¿Ya terminaste de verme como acosadora?
—No, aún no.
Abre sus ojos, le sonrío.
—Tengo que regresar a la central.
—No... —escondo mi rostro en su cuello pegándome más a él. Sus manos suben por mi espalda— ¿No te puedes quedar un rato más?
—Sólo vine a almorzar para que dejaras de llamarme, no a quedarme aquí. —me toma de los hombros empujándome hacia arriba, quedo sentada sobre él.
—Pues sí te quedaste, llevas casi dos horas acostado.
—Porque no dejas que me levante.
—Esa es una excusa muy mala. —me burlo.
Nos da media vuelta, él queda sobre mí y deja su rostro en mi cuello. Le doy un golpe en el brazo.
—¡Me aplastas! —lo intento empujar— ¡Christopher!
¿Él se recordará que mido y peso mucho menos que él?
Al no poder sacármelo de encima me termino rindiendo, el muy idiota ríe contra mi cuello. Respiro hondo como puedo, paso mi mano por su nuca.
—¿No vas a venir conmigo?
Niego a su pregunta.
—No tengo ganas de encerrarme en el laboratorio otra vez, llevo dos semanas ahí y me duele la cabeza.
—¿Volviste a usar ese dispositivo?
—Sí... Unas cinco veces. Pero lo bueno es que el único efecto secundario es el dolor de cabeza.
Hasta ahora, esperemos que no pase nada más en un futuro.
Le murmuro cosas sobre los avances que he hecho, sobre lo que me ha dicho mi madre, sobre Denzel, entre otras cosas. Me de tengo al notar que está dormido, otra vez. Realmente todo lo tiene agotado, por más que quiera no es un súper humano como para no dormir ni comer cuando debe. Sólo se enfoca en el trabajo y listo.
Su celular suena por un mensaje. Me estiro sin mucho movimiento para no despertarlo, se despierta por lo mínimo. Lo tomo y puedo leer un mensaje de Alex preguntando si paradero. En palabras nada lindas por cierto.
Estos dos tienen una forma muy... peculiar de llevarse.
Le aviso que soy yo y que su hijo estaba durmiendo, que si no era algo sumamente urgente por favor no molestara y lo dejara así.
Se tardó en responder, pero lo hizo diciendo un: Quédate con él, yo me encargo de esto.
Sonrío dejándolo otra vez a un lado, paso mis brazos por encima de sus hombros.
—Chris, corazón. Me estás aplastando en serio.
Suelta un murmullo que no logro entender, pero se quita acostándose boca arriba colocando su brazo sobre sus ojos. Me acomodo a su lado abrazando su brazo, quedándome dormida de ese modo.
