Capítulo 21

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This is the way you left me,
I'm not pretending.
No hope, no love, no glory,
No Happy Ending.

This is the way that we love,
Like it's forever.
Then live the rest of our life,
But not together.

Happy Ending by Mika

-Entonces ahora yo muevo en diagonal con el alfil, ¿lo entiendes? -Le indicó Adam, tomando la pieza negra y desplazándola sobre el tablero a cuadros. Levantó la mirada y observó cómo Becca reflexionaba sobre cuál sería su próximo objetivo. De repente ella levantó los ojos del tablero y los dirigió al rostro de Adam, como si acabara de oír su voz hablándole.

-Sí, más o menos lo entiendo, el peón de uno en uno y solo en diagonal para matar a una ficha contraria, el alfil en diagonal, la reina en diagonal y a los lados, el rey delante y al lado, el caballo efectuando una especie de salto y la torre hacia el frente y hacia los lados. Y el objetivo del juego es dar jaque mate al rey contrario -recitó Becca, señalando cada una de las piezas del tablero según la iba nombrando. Lo decía en serio, era sencillo, aunque a ella solo le quedaba la reina, un par de peones y un alfil, mientras que Adam tenía prácticamente todo el tablero.

-Sí, eso es -aceptó Adam, pensando su próximo movimiento ya que Becca ya había efectuado el suyo-. El ajedrez no es un simple juego de mesa, requiere mucha estrategia y concentración, y por eso me gusta, es como una práctica hacia la vida, como tener la realidad sobre un tablero. Porque eso es la vida, la espera hasta el jaque mate final.

-Hablas como tu padre -le reconoció Becca, recordando todos los discursos y palabrerías que había oído soltar ya al señor Scott conociéndose de tan solo un par de días. No disfrutaba mucho cuando iban a visitarlos Adam y ella. Becca siempre intentaba escabullirse y estar más con Jenna incluso que con Adam, por el motivo de que el muchacho no parecía el mismo con sus padres que con el resto del mundo.

-Es verdad, perdona -le contestó Adam, tomándole la mano y entrelazando sus dedos con los de ella-. Es solo que estoy tan orgulloso de ti por lo que has hecho, por todo lo que eres y por todo lo que haces. Esa fortaleza, esa valentía, eso es algo muy tuyo, Becca. No dejes que nadie te lo quite nunca -le aconsejó él, frotando la mano de la muchacha entre la suya y señalándola con los ojos, aunque sus palabras casi sonaron más como una petición que como un consejo.

-Sabes que no soy tan valiente ni tan fuerte como tú dices, probablemente nadie excepto tú lo haya visto, porque no es real -repuso ella y suspiró, sintiendo como una oleada de dolor se rompía sobre ella. La culpa. Ese era el nombre del dolor que sentía. No se explicaba cómo podía ser tan débil con todo lo que estaba ocurriendo; se suponía que eso debía hacerla más fuerte, más valiente, pero solo conseguía derrumbarla más.

Y luego estaba Adam, que hacía que su corazón se derritiera cada vez que ponía sus ojos celestes en ella. Él también era demasiado para ella, él la quería y sabía verla tal y como era, sin interés en su capacidad, como estaba segura de que Delly hubiera hecho si lo hubiera sabido.

-Sí es real, si no lo ven es porque los demás están ciegos -contrarrestó él, mientras que movía su alfil hacia uno de los peones restantes de Becca-. Ellos ven, pero no miran, lo hacen sin sentir, sin mirar de verdad. No saben lo realmente difícil que debe ser esto para ti y la responsabilidad que te supone, pero yo sí, y sé que casi nadie de las personas que conozco hubiera ido a encontrarme al bar, ni se hubiera esforzado por educar sus poderes, ni hubiera aceptado seguir adelante, y tú lo has hecho, como dijo mi madre, eso es por cómo eres y no por quién eres.

Becca movió su último peón y acarició el rostro del muchacho con toda la ternura del mundo.

-Tú me haces seguir adelante. Cuando estoy a punto de derrumbarme, a punto de dejarlo, te veo a ti y recuerdo que tú crees en mí y si tú lo haces, tú, es porque debe ser verdad que puedo hacerlo. Gracias, Adam, gracias por no dejarme -Terminó Becca, con la voz temblorosa. Entonces se inclinó y lo besó, porque lo quería y quería que supiera lo mucho agradecida que estaba, pero sabía que nunca podría mostrárselo lo suficiente.

Invencible ©Where stories live. Discover now