Capítulo 22

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From the rain comes a river running
Wild that will create
An empire for you
Illuminate
There's a river running
Wild that will create
An empire for you
An empire for two

Empire by Of Monsters And Men

El molesto y agudo pitido del despertador acabó con el descanso de Becca, quien ni siquiera abrió los ojos para apagarlo. Esa noche no había pegado ojo, al menos la mayor parte del tiempo. Desde que Adam se marchó, seguía sin saber a dónde, Becca no había conseguido conciliar el sueño. Estuvo despierta las dos horas y media que Adam estuvo fuera, sin moverse del sitio y contando cada segundo que el reloj marcaba, simplemente intentando repasar todas las emergencias que su novio podría haber tenido a esas horas de la madrugada. Lo primero, y más coherente, que se le ocurrió fue que hubiera habido alguna emergencia en los laboratorios y el muchacho hubiera tenido que echar a correr para solucionarlo, pero seguía siendo extraño que necesitasen a Adam a tales horas teniendo en cuenta que el laboratorio estaría cerrado.

Cuando volvió Adam, Becca observó con los ojos entrecerrados como se quitaba la camisa, quedándose con la camiseta de dormir y como se ponía los pantalones del pijama para seguidamente sentarse al lado de la chica y abrir un libro. Becca no era la única que esa noche no había pegado ojo. Pensó en decirle algo a Adam, hacerle saber que estaba despierta, pero no podría decirle nada sin su misteriosa escapada en medio de la noche. Cuando pasaron las horas y decidió hablar, Adam cerró el libro y se tumbó junto a ella, mirándola mientras le acariciaba la mejilla, creyendo que Becca no oiría sus siguientes palabras y diciéndolas más como una promesa hacia sí mismo que hacia ella. «No dejaré que nada te pase». Gracias a esa frase, a esa promesa, ambos pudieron dormir un par de horas antes del nuevo día.

Becca se levantó medio dormida de la cama, dando tumbos por la habitación e intentando recordar por qué se había puesto el despertador ese día. Entonces lo recordó, lo hizo porque esa mañana iría con Henry a La Visión para decidir si estaba preparada para graduarse o no, si ya podía defenderse sola con sus poderes o no, y lo más importante, si era capaz de esconderlos. La joven tomó su sedosa bata y se envolvió con ella, dirigiéndose a la cocina. Adam estaba allí, vestido esta vez entero de negro: camisa negra, pantalones negros, pajarita, zapatos... Sin poder olvidar las gafas de pasta de color negro, que solo le ocultaban débilmente los semicírculos violetas que colgaban de sus ojos azules. Becca lo miró, sorprendida por su aspecto en conjunto.

-¿Y ese aspecto? -Inquirió ella extrañada, acercándose a él para girarle la pajarita, que estaba algo torcida.

-Creo que se dice "buenos días" primero -soltó él, para que a continuación Becca, sin soltar la pajarita, uniera sus labios con los del muchacho-. Son los mejores buenos días que jamás me han dado.

Becca rió y se apartó un poco de él, comprobando que su trabajo estaba hecho.

-Hoy era la fecha de entregar mi proyecto, debo ir allí y presentarlo ante toda la junta científica -le contó Adam, sirviéndole a Becca una taza de café.

-No me lo habías dicho.

-Era una sorpresa, quería que vinieras conmigo y vieras en qué he estado tan ocupado -le confesó Adam, sentándose frene a ella-. Pero luego me enteré de que el Presidente también estaría, por primera vez en la historia.

-Otra coincidencia -añadió Becca, desviando los ojos hacia la puerta.

-Por eso pensé que no querrías ir y que preferirías quedarte en casa. No creo que ver al presidente sea tu pasatiempo favorito -dijo Adam, ofreciéndole una manzana además del café, que Becca rechazó. Él continuó hablando-. Y además, pareces cansada.

Invencible ©Where stories live. Discover now