1. Es un fastidio.

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Me reclinaba en el único asiento presente en la oficina de la orientadora Hemmings, mi mirada recorría el despacho y no me importaba en lo más mínimo su presencia.

—¿Sophie? —murmuró la mujer.

—¿Por qué tiene tantos reconocimientos en la pared? ¿Es necesario que intente demostrar que posee un título universitario? ¿No cree que es muy narcisista? —hablaba con voz fría, destilante de soberbia, quería fastidiar a la orientadora ya que me había irritado el hecho de que me haya impedido regresar a casa.

La orientadora Hemmings abrió la boca, pero luego la volvió a cerrar. No sabía cómo rebatirme, pocas personas lograban hacerlo así que no había problema.

—Te mandé a llamar porque me preocupa tu visión de las cosas —La señora Hemmings decidió ir directa al grano, sino lo hacía me permitiría seguirla usando como objeto de burla. Su orgullo no la dejaría.

—¿Mi visión? ¿Se refiere al ensayo?

—Exactamente, tu maestra de ética me pidió tratar el asunto contigo. Ella está preocupada también.

—¿Me está diciendo que se preocupa de mi honestidad? Todo lo que escribí es lo que realmente pienso y según recuerdo el trabajo constaba de mi opinión, ¿no es así?

—Lo preocupante es la manera fría con lo que consideras la juventud, alguien tan inmadura no debería...

La interrumpí, el hecho que me llamaran inmadura me sacaba de mis casillas.

—Que sea joven no me hace inmadura. Es lo mismo que decir que soy la reina de la madurez simplemente por ser adulta y que eso me da el derecho de reprender a los demás, ¿opina eso, profesora? —comencé con una actitud indiferente, pero haberme dicho eso... ¿era un desafío?

—Tu forma de expresarte confirma la visión con la que redactaste el ensayo.

—¿Si lo vuelvo a escribir me dejará irme?

—No se trata de cambiarlo, lo que necesitas...

—No necesito nada, mi opinión es esa y no me retractaré —me levanté de la silla, coloqué la mochila a mis hombros y caminé con paso firme a la salida.

Antes de girar el pomo, me volví al notar como la orientadora alzaba la voz por primera vez.

—Te daré una condición... si la aceptas, no te suspenderé ni llamaré a tus padres.

Estuve a punto de protestar, pero me contuve. Si reclamaba me ganaría una expulsión, y como consecuencia, mi madre me sermonearía de forma más aterradora que la señora Hemmings. Al final, opté por escucharla.

—A pesar de tu comportamiento rebelde e inadecuado...

Ja, ja, ja. ¿Rebelde? ¿Inadecuado? Dígaselo a mis noches en las que me divierto leyendo algún libro o navegando en internet. Soy la definición de una delincuente juvenil entonces.

—... Me he enterado de tus perfectas calificaciones. Eres la mejor de tu clase, ¿no es así?

Solo leo y estoy en internet, por lo tanto, tengo tiempo de sobra para hacer la tarea.

—Así que como condición te propongo que te vuelvas tutora de alguno de tus compañeros, beneficiarías a esa persona y además conseguirías un amigo, ¿no es fantástico?

En mi interior le dediqué una mirada de disgusto, en la realidad, forcé una sonrisa. Hemmings interpretó mi gesto como señal suficiente para que hurgara entre sus archivos hasta que sus ojos se iluminaron cuando encontró el que buscaba.

—Hay un chico de tu clase que tiene problemas con química. Es un chico realmente simpático y encantador. Pertenece al club de literatura. Estoy segura de que se llevarán bien. Se llama Dante Moretti, ¿lo conoces?

¿Será una pregunta capciosa?

Dante Moretti es uno de los chicos más populares del instituto. Cuando voy al baño de la escuela, escucho sin falta a mis compañeras hormonales cuchicheando acerca de lo guapo y perfecto que es. En ese sentido, lo conozco simplemente por su extensa reputación. Sin embargo, no recuerdo haberlo visto, ¿en realidad era mi compañero?

—Ven a mi oficina al finalizar las clases de mañana, le informaré a Dante que logré conseguirle la tutora ideal —me dijo ella. Amplié mi sonrisa falsa y finalmente me fui de ahí.

Mientras caminaba por los pasillos solo podía pensar en dos cosas: Regresar a casa para dormir y la indudable molestia que me ha provocado aquel torpe ensayo. Al parecer, hacer de tutora será un fastidio más grande que la adolescencia.

FIN CAPÍTULO 1.












Otra comedia romántica absurda [OCRA #1]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon