Capitulo 3

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¡Escuchen!...-llame la atención- quiero que guarden silencio...y oigan lo que oigan no caigan en pánico...y manténganse en este lugar -mire alrededor, los demonios comienzan a descender.

¡Jin!-llame el hurón ya transformado, se pone a mi lado- no permitas que los toquen-tome mi espada y comencé a atacar.

Los demonios comienzan descender por montones, muchos intentan llegar a los aldeanos pero Jin no se los permite. La pelea se vio extensa hasta el anochecer, ya comenzaba a cansarme, pero otra vez un destello mucho más fuerte que antes llama la atención de los demonios.

Este, poder...-el nivel de flujo de aquel poder era inigualable- ¡Midoriko!...-dije alarmada. Mire el cielo cientos de demonios se dirigían en dirección al destello.

¡Jin!, protégelos -gruñe en respuesta, salí volando hasta donde se dirigían todos.

¡¿Pero qué?!...-Al pisar el suelo sentí como algo cálido rodea mis pies -Sangre -mire mi alrededor, esto era una verdadera masacre- ¡Midoriko!-luchaba con los demonios que la rodeaban, corrí a ayudarla.

Te has tardado-dijo mientras mataba un demonio.

Me extrañabas -dije arrogante.

Nunca cambias -comencé a descuartizar demonios sin piedad.

¡Kirara!, ve a cuidar a los aldeanos- ordeno la sacerdotisa.

Jin está con ellos -avise- él puede con ellos...

Lo sé pero es mejor prevenir que lamentar- esquive los ataque de un demonio.

¿De qué hablas?-ella corta la cabeza de un demonio.

Esta no es una guerra como las anteriores...-salta hacia atrás- es un exterminio...-Continua atacando- planean apoderarse de los dominios del Hombre...-Un demonio logra herirla.

Midoriko -llame.

¡Maldición!-

Antes de que matara al demonio que la hirió una flecha impacta en la cabeza del demonio.

¿Qué es eso?-pregunte.

Una flecha sagrada -responde sorprendida miramos la dirección en que provenía.

Son los ejércitos de todos los señores terratenientes -Dije, observando a los soldados- También los monjes y sacerdotisas de los pueblos lejanos...-confirme.

de seguro han presenciado esta guerra...-supone la sacerdotisa- dejemoslo, tienen el derecho a defender lo que les pertence...

El ejército se une a la pelea, lo cual aligero nuestro trabajo. Esa fue una de las batallas más devastadoras de la historia.

Durante 7 días hemos estado resistiendo ante el ataque demoniaco, la sangre humana y demoniaca se mesclaban creando literalmente un lago de sangre, mis heridas no eran impedimento para seguir peleando, note como los poderes de Midoriko se debilitaban.

¡____! -me llama- Necesito que vuelvas al Castillo, los demonios se dirigen a destruirlo...

Jin y Kirara podrán con ellos -desmembré el brazo a un demonio.

¡No es suficiente, deben estar agotados, necesitan de ti! -su voz se agitaba.

¡Tú necesitas de mí!-demande- tus poderes se están debilitando ya no podrás combatir...

¡Descuida!...tengo todo bajo control-un demonio serpiente le muerde el brazo.

¡Estás débil! -dije ya harta de su testarudez.

Maldición -se queja, enojada- ¡____! Te ordeno que vayas al castillo y protejas a los aldeanos-los brazaletes comienzan a brillar.

¡Mierda! -gruñí.

Eh olvidado el Don de la palabra -pensé molesta, me dirigí al castillo.

POV Midoriko.

¡Ya está! -dije al ver como ____ se retiraba.

Ahora si vamos a terminar con esto -sonreí sádicamente.

¡Eres nuestra! -los demonios se lanzan contra mí- adelante esta débil, atáquenla -tome mi arco y comencé a lanzar flechas, mientras esquivaba ataques aleatorios.

Cuando se terminan las flechas, use mis poderes para lanzar a los demonios para recuperar mi espacio personal comencé a desatar mis últimas reservas de poder.

Que esperan atáquenla -se acercan a mí y me rodean, comienzan a morderme.

Agh -grite, mientras dejaba que me comieran logre quitarme el collar de cuentas, lo lleve a mis labios.

Q-que el...alma perturbada...bajo... mi poder...-gime de dolor- le d-evue-lvo su...Libertad-deje caer el collar y me centre en absorber los poderes de los demonios y mezclarlos con los míos.

FIN POV

Los demonios era cada vez más Kirara y Jin se mantenían ocupados protegiendo el castillo, cuando vi como todo el ambiente es segado por un enorme resplandor.

Cubrí mis ojos con los antebrazos debido al brillo y el viento, solo lograba escuchar los gruñidos y gritos de los demonios que aun vagaban en el aire.

Cuando el brillo desaparece junto con el viento miro mi alrededor todo había vuelto a la normalidad, el cielo está despejado, mire el castillo los aldeanos comienzan a salir para ver lo ocurrido.

Parece que todo acabo -dije aliviada- Auh! -mire mis muñecas, los brazaletes obtiene un brillo rojo, se rompen y caen al suelo.

Jin y Kirara se acercan para observa








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