Capítulo 15

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Vaya ahora la ingenua eres tu -reposa su espada en su hombro izquierdo, me enseña su mano derecha, sus garras aumentaron de volumen a los pocos segundos se tornan negras.

Un parpadeo...

solo un maldito parpadeo y sentí como cortaba mi abdomen, me golpea la mejilla y me patea en la reciente herida enviándome a chocar con un Árbol el cual extrañamente no se echó abajo, me levanté con el dolor punzante en mi estómago, segundo después la mano de Horuko se entierra en mi hombro derecho, grité por el dolor inesperado.

Nunca estarás a mi nivel...-

Si te resignas a mostrar tu verdadera forma...-se aleja de mi oído y me mira- te pareces a tu madre...-su voz nula no me dejaba comprender sus emociones-...sabes hubo una Época en la que la ame...

Pero...cuando esa maldita se mezcló con los humanos, solo pude sentir...-toma aire- traición, odio...la desgraciada había engendrado a una abominación de la naturaleza...-gruñí e intente golpearlo pero lo esquiva y clava su mano aún más profundo a lo cual jadee.

En eso es golpeado, enviado a fuera de mi espacio personal antes de que recuperará el equilibrio un látigo lo hiere en el brazo.

Sesshomaru...-pronuncie con cierto alivio.

El peli plata, estaba frente a mí dándome la espalda.

Tks...-Horuko mira a Inu-yokai con una mirada seria- al parecer no podremos concluir con esta pelea...-se nota decepcionado, mira en mi dirección- tienes suerte...-ignorando completamente al peli plateado- lo dejare así por ahora, tomate un tiempo para recuperarte...-sugiere, pone una mano en su brazo herido- para nuestro siguiente encuentro no habrá intermedios...Uno de los dos a de morir -apreté los labios y asentí levemente.

Después de irse

Señorita _____-Aparecen los demás, Rin baja de Ah-Un seguida del hurón.

Rin -me acerqué a ella- ¿Estas bien? -asiente y baja la mirada a mis heridas.

¡Sus heridas¡ -revolví su cabello, e hice que me mirara.

Sanará...-sonreí enseñando mis colmillos.

Amo Bonito...-el sapo corre hasta Sesshomaru- ¿ocurre algo? Amo...-

Este olor...-

Es de uno de los sirvientes de Naraku -hable llamando su atención- al parecer Naraku unió fuerzas con Horuko, para matarme...-

¿Quién es Horuko? -pregunta el sapo, quien esperaba una respuesta de parte de su Amo.

Es...mi padre...-una sensación amarga emana de mi garganta al pronunciar aquellas palabras.

¡¿Su padre?! -Rin tomaba mi mano, había escuchado la conversación.

No muy lejos un pequeño Yokai había escuchado y visto todo lo ocurrido hace unos instantes.

Vaya...la Señorita _______ aún debe lidiar, con la pesadilla de su pasado...-una expresión triste se forma en su rostro- aunque sea fuerte no logrará estar al nivel de su padre, o al del amo Sesshomaru...-

No mientras, oprima su verdadera forma...-La pulga se levanta acomodando su ropa.

Será mejor que vuelva con el amo Inuyasha...-se aleja.

Con _____

Señor Sesshomaru ¿podemos descansar aquí?...-rin lo toma de las mangas.

Pronto llegaran los secuaces de Naraku...-comienza a caminar- vamos...-ordeno.

Jaken toma ah-un, corre tras Sesshomaru, Jin se transforma y se pone frente a mí, para que me llevara. Negué cargue a rin con cuidado de no mancharla la puse sobre el lomo del hurón.

Jin caminaba cerca de mi atento a todas mis reacciones Rin cantaba una Nana, lo cual irritaba al pobre Jaken y la mandaba a callar pero ella continuaba.

Sentí una punzada en mi vientre, gemí quedito me detuve para mirar la herida, del emanaba una sustancia purpura, veneno.

Maldito Horuko...-pensé, lleve mis mano a la herida intente curarla, un mísero fulgor sale de mis manos logran curar solo un pequeño porcentaje de la herida, mi fuerza se agotaba debido al reciente combate y la heridas provocadas.

¿Hm?...-la niña me mira- ¿señorita?...-solté un gruñido, las punzadas son más dolorosas.

El dolor comienza a debilitar mis piernas, por lo que caí sentada alarmando a Jin.

Señor Sesshomaru...-la niña corre hasta el mencionado- la señorita _____ está débil...-toma la estola de este apuntando en mi dirección.

Jaken...-llamo- hazte cargo de esto...-sigue caminando.

¿Amo bonito?...-miro uno instantes la espalda de Sesshomaru y se acerca con el dragón, Rin me ayuda a subir al lomo de la criatura.

Mientras estaba recostada en el lomo de Ah-Un, me concentre en sellar la herida envenenada lo cual para mi suerte funcionaba, expulsaba el veneno de mi cuerpo junto con la sangre contaminada. Sentí mi cuerpo pesado al igual que mis parpados.

Al abrir los ojos lo primero que vi fue un techo de madera, no pude evitar poner un rostro de confusión, solté un bostezo incorporándome, estire mis músculos y me resigne a observar la choza.

El suelo y las puertas corredizas estaban limpias, había un cenícero a un costado de la salida, al fondo de la habitación había unos pergaminos colgando de la pared, me detuve a ver aquellos pergaminos.

este lugar...- dije un tanto impresionada me levante de golpe corrí por los conocidos pasillos del lugar. Abrí puerta por puerta desesperada, al no ver nada corrí a la salida del templo, y me dirigí hasta el pueblo.

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