Capítulo 28

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Pude notar que dentro de aquella trampa de tentáculos, el poder de Sesshomaru subía de nivel, tanto que un brillo logra degradar los tentáculos que lo rodeaban.

¡Señor Sesshomaru!...-Grito Rin, Jaken estaba a su lado derramando lágrimas.

Una nube surca el cielo, Totosai llevaba una bolsa con cuchillas, pero su mostraba confundido ante lo sucedido, Sesshomaru lo mira rápidamente y agita lo que sostenía en la zona izquierda, al instante los trozos de tentáculos caen al suelo inertes. No falto mucho para que el cielo vuelva a la normalidad.

Magatsuhi...-hablo Inuyasha- ha escapado...

Señorita ____...-Rin corre en mi dirección, con un sonrisa a la cual respondí con otra, me agache para tomarla en mis brazos y cargarla.

¿Estás bien?...-asiente, sonreí bese a frente de la niña y apreté contra mí.

La extrañe...-sus pequeños brazos rodean mi cuello.

También yo pequeña...-esta vez bese su mejilla y la deje en el suelo, Jin corre a lamer el rostro de la niña haciéndole cosquillas.

¿Estás bien?...-pregunte al hibrido.

Si...-su espada vuelve a la normalidad y la envaina- gracias...-asentí y no acercamos a los demás.

Señorita _____, es un gusto verla -la exterminadora sonríe levemente, Kirara suelta un maullido y salta a mis brazos.

Ha pasado mucho Kira...-acaricio sus orejas.

Aome, despertó...-los amigos de Inuyasha corren a ver a la mencionada.

Veo que este grupo se ha convertido en una familia -murmure, Kirara ronronea en mis brazos- veo que encontraste tu felicidad -la gatita vuelve a maullar, la deje en el suelo. Mientras la gatita se dirigía donde estaba su nueva familia.

Señor Sesshomaru, ¿está bien? -gire mi vista al Inu-yokai.

Sabía que usted podía Amo Bonito -Sesshomaru posa su mirada en mí, al instante mi cuerpo se estremece.

Me alegro de verte Sesshomaru -Sonreí, mi corazón latía rápidamente en mi pecho, bajo la mirada indiferente del Inu-yokai.

Mujer irrespetuosa como te atreves a dirigirte de esa manera al Amo Bonito -Chillo su sirviente, mientras meneaba su báculo en mi dirección.

Jaken...-el sapo se gira a verlo- Silencio...-el mini-Yokai obedece.

Debido al estado de Kohaku el amigo de Rin, el grupo de Inuyasha debía volver a su aldea, seguí a Sesshomaru quien iba por la funda de su Bakusaiga junto a Totosai.

Ya en la aldea un sacerdotisa mayor de edad nos recibía, algunos aldeanos miraban a mí y Sesshomaru con algo de miedo, otros solo ignoraban nuestra presencia.

Iré a ver a Kohaku -podía notar cierta preocupación en sus ojos. Jaken daba vueltas de en lado a otro murmurando la insolencia de Totosai por haber traído a su Amo a una aldea Humana.

Mientras la noche cae, Rin no había salido de la Choza de la Sacerdotisa, estaba sentada mirando el atardecer, siento el poder espiritual de la Sacerdotisa Mayor.

¿Tú debes ser ____? -suena más a un confirmación que una pregunta- ¿eres un Tora-Yokai?

Lo soy -sin despegarme de aquel atardecer.

Entonces tú debes ser la legendaria Tora-Yokai de Corazón Humano -la mire confundida ante aquel extraño Titulo.

¿Corazón Humano? -

Se dice que mucho antes de la batalla por el dominio del hombre,...La Sacerdotisa Midoriko encontró a un demonio al borde de la muerte...-Mire el suelo- uno de tu especie...-señalo- uno con quien logro hacer un pacto de Obediencia –seguía atenta en la narración de la anciana- el demonio convivio con humanos, al principio se decía que los pueblos, cercanos no la aceptaban por lo que la tomaban como una amenaza, la Sacerdotisa Midoriko, les demostró que el demonio era capaz de sentir compasión por una persona, el Tora-Yokai había salvado a una familia después de que un grupo de bandidos quemaran su choza, esto fue la evidencia que había mostrados la sacerdotisa, desde entonces el demonio y lo gente convivieron es tranquilidad, el Tora-Yokai logro desarrollar un afecto hacia la gente, y los protegió siendo el fiel guardián de las aldeas...-sonreí de lada rememorando aquellos tiempos.

Y leal amiga de Midoriko...-pronuncia la albina, Kaede la mira algo sorprendido- si...-susurre con nostalgia- serví a Midoriko antes de su partida...-

La historia cuenta que desapareciste...-

Después de que ella falleciera, no sabía qué hacer, por lo que me aleje de estas tierras intentando encontrar mi lugar...-una leve brisa sopla las hojas de los arboles- pero me he dado cuenta, que Midoriko me había encargado proteger a los humanos, por lo que decidí volver...-el viento delata la posición de Sesshomaru.

No hay duda de que eres _____ la Yokai de corazón Humano...-sonríe, luego de finalizar con aquellas palabras, contemple el pueblo la gente yacía segura bajo el techo de sus respectivas Chozas.

Es un honor habértela conocido, antes de mí partida...-solo lo murmuro en cuando camina de vuelta a su choza, logre escucharlo con claridad.

Has escuchado todo, ¿verdad?...-hable lo suficientemente alto para que me escuchara- de seguro me dirás que soy una vergüenza...-dije amargamente.

¿Porque tendría que juzgarte?...-se pone frente a mí.

Anteriormente ya me habían llamado así...-trate de sonreír pero solo me salió un mueca- un Yokai que protege a los humanos, en contra de su especie...-lo mire a los ojos, el solo se acerca a mi acariciando mi mejilla, mi corazón quería salir de mi pecho, inconscientemente tome su mano con la mía y le sonreí.

Mis impulsos se estaban desatando, sus ojos demostraban tranquilidad e indiferencia, pero algo destacaba algo en ellos un brillo en su centro, por acto uní mis labios con los suyos, sin tener objeción alguna.

La calidez del tacto, los hizo perderse olvidaron todo a su alrededor, Sesshomaru solo se dejaba llevar por sus impulsos, algo lo incitaba a seguir con aquel tacto, algo no quería que aquel gesto acábese, no quería dejarla ir pero como eran seres vivos debían respirar.







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