➳019

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Diecinueve


Abrí mis ojos como platos, John me miraba con el ceño fruncido preguntándose cuál era la razón de mi impacto.

Nadie, pero nadie sabía que yo tenía novio, cuando se los dije a mis padres dijeron que debía llevarlo a casa a la semana próxima, donde ni siquiera disfrute mi última semana de novios, jamás pensé que podía ser la única.

Para mis padres —mi padre más que nada— sería una vergüenza que su hija única anduviera —en ese momento— con un chico pobre, que sólo tenía una moto, y una vida completa misteriosa que ni ella sabía.

—Sophie, ¿estás bien? —me preguntó tomándome del brazo, ya que, casi me caí de espalda ante tal noticia.

—Sí, sólo... sólo impactada, pensé que mi trabajo era muy común. —maldita rubia, lo mato.

—La fiesta será de empresarios de alta calidad y de un alto coeficiente, por lo que las tarjetas deben ser de lo más formal y madura posible, ojala colores oscuros, contraste bajo un papel bueno, el sobre negro con la firma del Sr. Bieber impresa fuera.

Sr. Becker se sentó en su despacho y comenzó a mostrarme unas imágenes de modelos de como quería que fuera las tarjetas arriba de cada imagen que se ponía ahí decía "justinbieber69//gmail.com" lo que supuse que sería su email, estuve diciendo el email todo el rato para no olvidarme, parecía enferma.

—Me presentaré aquí dentro de la semana entrante para comenzar con las tarjetas, le prometo que no lo defraudaré. —le regalé una cálida sonrisa.

—Ah y se me olvidaba, el Sr. Bieber te quiere ahí ese día, quiere presentarte a sus colegas y darte crédito, nosotros nos ocuparemos del lugar, y tú sólo de las tarjetas, pero irás representando a todos, ya que, yo ese fin de semana debo hacer un viaje. —miro los miles de papeles que se encontraban en la mesa.

—No se preocupe —negué con la cabeza, quitándole importancia— supongo que es formal.

—Claro, tienes un mes. —me guiño un ojo.

Aclaramos que él me mandaría la información de las tarjeras por correo, me despedí de él cordialmente y salí del despacho, Maia justo venía llegando.

—Bastante larga tu llamada, eh. —le eché en cara.

—Era Alan, se me está humillando diciéndome que volvamos a lo que teníamos, pero le dije que no, que ya no quería nada y eso, un imbécil. —dijo respirando profundo—Saludo a mi padre y nos vamos.

Asentí y ella entro a la oficina de su padre.

Desbloquee mi teléfono y me metí a Gmail, aún tenía repitiendo en mi mente el email de éste tipo. Lo agregué y estaba conectado, por lo que debe haber visto mi estúpido username.

justinbieber69//gmail.com: Sr. Prescott necesito las tarjetas lo antes posible por favor.

sophiecookie1313//gmail.com: Supera que sólo a mí me salé eso, tú no juegas;).

justinbieber69//gmail.com: ok:(

No tenía idea porque contestaba se supone que me tenía que hacer la difícil, creo que esto no está resultando. Me llegó un email de él.

justinbieber69//gmail.com: te amo, eres lo mejor que me ha pasado en la vida:(

Mi estómago sintió como el arca de Noé se desataba dentro, junto a miles de animales corriendo por ahí, mis mejillas estaban rojísimas, del color de mi cabello, Maia salió del despacho de su padre y me vio con las mejillas rojas, su mirada se dirigió de mí a mi teléfono el cual sacó de mis manos en segundos, su mirada se movía y una sonrisa se puso en sus labios, tiro de mi móvil casi en mi cara y salió sin decir nada.

WINGS ➳ j.bWhere stories live. Discover now