CAPITULO NUEVE

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Bree

"¿En qué momento vine a parar así?"

"¿Alguien sabrá que desaparecí?"

"¿Estarán buscándome ya?"

Me encontraba hecha un ovillo acurrucada en la zarrapastrosa cama donde hacía un rato había sido "humillada". ¿Por qué no sentía repugnancia como se supone que debería?

A mi parecer, era irónico que yo, la chica que se acostaba con todo aquello que tuviera un miembro entre las piernas, hubiera sido violada. No sabía si reír o llorar. Era casi vergonzoso.

Al menos el sujeto había tenido la  consideración de no volver a amordazarme ni nada. Probablemente hubiera sido lo mejor, la poca iluminación que había en el lugar no dejaba dudas de que definitivamente estaba en una pocilga.

Ni siquiera sé cómo tuve el valor de quedarme dormida. La siguiente vez que desperté fue gracias a la incesante sensación de que era observada. Abrí los ojos de golpe y con miedo.

––Tranquila. No voy a hacerte daño. —me dijo un chico de ojos azules. No sabía mucho acerca de quién me secuestró, pero tenía claro que al menos él no había sido mi violador. Me permití confiarme solo un poco.

––-¿Quién eres?

El tipo movió la cabeza hacia todos lados antes de susurrar:

––-Dime  Logan. —No contesté nada. —Te preparé algo de comida y un cambio de ropa. Es de chico, obviamente, pero te va a servir de algo.

Sin pensarlo dos veces, tomé el plato que me ofrecía y comencé a comer. No me había dado cuenta de que moría de hambre hasta ese momento.

––No es mucho y probablemente no es a lo que estás acostumbrada, pero es lo único que tenemos por ahora—dijo.

>> Detrás de esa puerta––señaló. —hay un baño donde podrías darte una ducha si así lo deseas. Me aseguraré personalmente de que nadie vuelva a entrar aquí.

Luego de eso salió de la habitación, dejándome sola.

Casi me sentí mejor por al menos tener a alguien que era capaz de ser atento conmigo. Incluso aunque fuera un delincuente.

Un rato más tarde de haber esperado a que nadie entrara a verme, decidí darme un baño tal como Logan sugirió.

Me dieron arcadas solo de ver el lugar. Decir que parecía un chiquero era quedarse corto.

Caminando de puntillas, llegué hasta la regadera y abrí el grifo. El agua salió sucia al principio, pero terminó siendo transparente, o al menos eso parecía. Entré sin pensarlo dos veces, pues de lo contrario me arrepentiría.

El agua estaba fría, cómo no. Cada minuto extrañaba más mi hogar. Ahí al menos estaba limpio y tenía agua caliente. Me parecía increíble como mi vida había cambiado en un abrir y cerrar de ojos.

Como pude lavé mi piel, enfocándome sobre todo en mis piernas. Entonces me permití recordar las manos del sujeto de la noche anterior y la forma tan sensual en la que me había tocado. Recordé el rostro del chico que había visto en mi casa, estaba segura de que había sido el mismo. Imaginarme sus labios rosados sobre mi cuello susurrando cosas que deberían parecerme amenazantes en un momento como aquel, al contrario de asustarme, me daban una pequeña descarga de adrenalina. Podría ser un jodido delincuente, pero estaba guapísimo y eso nadie se lo podía negar.

Al salir, tomé la ropa que me había ofrecido Logan. Consistía en una camiseta de mangas largas, unos pantalones color arena y una prenda de ropa interior. Tras vestirme, me quedé sin nada más que hacer.

Varias horas más tarde, la puerta se abrió. Creí que era Logan, ya que  había prometido que nadie más salvo él entrarían. Por supuesto, no podía confiar en la promesa de un delincuente.

El chico castaño de mi fiesta entró al lugar tambaleándose de ebrio y me recorrió con la mirada de una manera que solo podía significar una cosa.

Quería aprovecharse de mí otra vez.


-Monica

VÍCTIMA: El Rapto De Bree - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora