CAPITULO TREINTA Y DOS

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Bree

Cuando abrí los ojos la siguiente vez me encontraba en una amplia habitación color amarillo. El dolor de mi abdomen no me pasó desapercibido, así como el hecho de que ya no estaba abultado.

¿Dónde están mis bebés? Tengo que verlos.

––Felicidades, nueva mamá. —dijo Maia cuando se percató de que había despertado.

––Gracias. —Sonreí, o al menos lo intenté.-— ¿En dónde están?

––Los tienen en incubadoras ya que fueron prematuros. La ginecóloga dijo que todos gozan de buena salud y que están bastante grandes para su edad. Podrían irse a casa muy pronto.

Asentí, asimilando lo que me había dicho.-— ¿Ya los viste? ¿Cómo son?

––Sí, pude verlos a través de una vitrina. Son preciosos. Cuatro niños y una niña. Supongo que cuando la enfermera venga a verte te llevará a que los alimentes.

––Muchas gracias por todo, Maia. Dudo que haya otra persona como tú en el mundo. Eres la mejor amiga que puedo tener.

––No tienes nada que agradecerme, Bree. Todo esto ha sido de corazón.

Nina llegó a la habitación unos veinte minutos más tarde. Me felicitó y me ayudó a levantarme para ir a conocer a mis bebés y a alimentarlos.

El camino fue lento y largo, pero con cada paso que daba me emocionaba más y más. La imagen de Paige vino a mi mente. Tenía unos brillantes ojos marrones como los de Shawn.

Como los de Liam.

Y como los de Zayn.

El momento de la verdad estaba justo frente a mí.

–– ¿Todos los niños tienen ojos marrones?—pregunté.

––No, y eso es algo bastante curioso. Solo la niña tiene ese color. Los ojos de otros tres niños son color azul, y uno muy brillante. También hay un ojiverde precioso.

Asentí intranquila. ¿Azules? ¿Sería una modificación genética? Tenía que serlo.

Necesito hacer un test de paternidad cuanto antes.

Ya vería yo cómo arreglármelas.

Todas mis preocupaciones se disiparon cuando, al pasar frente a un gran ventanal vi una gran incubadora y cinco bebés en ella. No podían ser de alguien más.

Pasamos la puerta y apreté el paso lo más que pude.

Cuando los miré estaban despiertos. Eran curiosos. Me miraban todo cuanto podían y se movían inquietos. No supe si reír o llorar, así que hice ambas.

¿Qué voy a hacer con cinco niños?

Tal como Nina dijo, tres de ellos tenían los ojos azules y además, a juzgar por el poco cabello que tenían, era color caramelo, tirando al rubio. Inmediatamente me recordaron a Niall, mi hermano mayor. Eran como una versión suya en pequeño.

Me enamoré de ellos al instante. Todos eran hermosos y todos eran solo míos.

Después de alimentarlos a todos, me pidieron que les dijera sus nombres para poder registrarlos. Entonces me di cuenta de que solo tenía un nombre para Paige.

Luego de un largo debate con Maia coincidimos en que el trío de rubios iban a llamarse Haiden, Hunter y Halen.

El nombre del castaño llegó a mi mente casi automáticamente. A pesar de tener los ojos verdes, era el vivo retrato de Shawn, así que supuse que podría llamarle Peter, su segundo nombre.

Paige siempre fue Paige. Nadie iba a hacerme cambiar de opinión.

Me hubiera gustado poder compartir aquel momento con Shawn.

Paige, Peter, Haiden, Hunter y Halen eran ahora la razón de mi existencia.

Una nueva curiosidad acerca de ellos fue que, los rubios eran exactamente una copia del otro, al igual que los castaños, pero entre ellos no tenían ningún parecido, como si no fueran hijos de la misma madre, o como si hubieran nacido en periodos diferentes. Nina dijo que se debía a que el desarrollo de los trillizos había sido triamniótico-monocorial y el de los gemelos había sido monoamniótico-monocorial. En cristiano, los trillizos tuvieron una placenta y su propia bolsa, mientras que los gemelos habían estado en una misma placenta diferente a la de los trillizos y en una misma bolsa. De ahí las diferencias.

Lo primero que hice al volver al cuarto fue dormir. Nunca pensé que alimentar bebés fuera tan cansado.

La siguiente vez que abrí los ojos había tres personas en la habitación con mis bebés en brazos.

La primera era Maia.

La segunda era Logan.

No necesitaba mirar para saber que la tercera persona era Shawn.

En multimedia la imagen de como estaban distribuidos los trillizos.

-Monica

VÍCTIMA: El Rapto De Bree - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora