VÍCTIMA: El Rapto De Bree - Shawn Mendes

CAPITULO VEINTE

Bree

Cuando llegamos a casa mi ánimo no era ni la mitad de lo que había sido los días anteriores. De repente la idea de la maternidad fue tan abrumadora que estaba empezando a dudar de si en verdad aquello era lo que quería.

Shawn, aunque todos los días se preocupaba de decirme lo bien que me vería con mi pancita abultada, no lograba hacerme sentir cómoda. ¿Por qué las mujeres hablaban maravillas acerca de ser madres? Todo se resumía en grasa, antojos, náuseas, estrías, desvelos, gastos en cosas para el bebé, cero salidas, cero fiestas, cero todo. ¿Por qué alguien iba a querer truncar su vida de esa forma?

Me preocupaba la manera en que mi vida estaba cambiando. Meses atrás, yo jamás hubiera considerado la idea de dejar de vivir con mi familia, mucho menos tener un hijo. Sin embargo, ahora estaba en un país desconocido con cuatro desconocidos y esperando un bebé. Lo peor de todo era que, yo quería tenerlo y quería quedarme.

Me sentía como si me estuviera perdiendo a mí misma. La sensación de desprendimiento era algo que nunca había tenido que experimentar (salvo por la muerte de mi madre). Era, por decirlo de alguna manera, doloroso. Estaba tan acostumbrada a ser siempre la chica fuerte a la que nada puede hundirla, que ahora el contexto en el que me encontraba me hacía sentir que en realidad no era más que una adolescente como otras, que tenía derecho a llorar, que tenía que ser débil alguna vez.

Ahora, la situación no se trataba solo de mí. Dentro de unos meses iba a tener que ver por una persona más, un niño que iba a necesitar una madre que estuviera a cargo de él y que supiera cuidarlo. ¿Cómo iba a convertirme en madre si no podía siquiera cuidar de mi misma? ¿Cómo iba a ser una buena mamá cuando yo ni siquiera había tenido una?

La idea de ser madre me aterraba sí, pero al mismo tiempo me causaba una emoción muy grande. Recordé todas aquellas veces que cuando era niña veía a mis amigos con sus madres. En aquel entonces hubiera dado cualquier cosa por poder estar así con mi mamá.

Iba a encargarme de que mi bebé no tuviera que preocuparse jamás de algo así. Me convertiría en la madre que siempre había deseado tener.

Una parte de mí –una muy pequeña–, se encargaba de recordarme a mi familia. ¿Qué pasaría con ellos? ¿Con Liam? ¿Sería capaz de volver con ellos algún día? Suponía que sí.

¿Cuál sería su reacción ante todo esto? ¿Qué pensarían al verme llegar a casa con un niño al que presentaría como mío? ¿Podría Shawn acompañarme fingiendo ser alguien diferente a mi secuestrador? ¿Lo aceptarían y le darían una oportunidad de la misma manera que yo? ¿Podríamos alguna vez ser una familia?

Primero lo primero, Bree. Tienes que encargarte de tener un niño sano y precioso.

Ese pensamiento me dio una nueva ilusión sobre la maternidad. ¿Cómo sería mi hijo? ¿Sería un niño? ¿Cómo iba a ser su cabello? ¿Y sus ojos? ¿Cuál sería su primera palabra? ¿Sus primeros pasos? ¿Qué se sentiría cuando me llamara "mamá" por primera vez?

La verdad era que, aunque estaba aterrada ante mi falta de conocimiento acerca de lo que significa ser madre, me moría de ganas de tener a un pequeño entre mis brazos.

–-Tanto tu papi como yo estamos esperando con ansias tenerte con nosotros, bebé.

Por algún motivo, sentía como si al hablarle él sería capaz de escucharme y entenderme.

––Probablemente no somos los más expertos, pero vas a convertirte en el bebé más amado del mundo.

Puse las manos sobre mi vientre, como si esperara sentir algún tipo de respuesta por su parte.

Lo único que recibí fue un líquido amargo subiendo por mi garganta y una piernas recreando el mismo camino de siempre hacia el baño y, como siempre, Shawn estuvo ahí deteniendo mi cabello y acariciando levemente mi espalda.

Cuando las violentas arcadas se detuvieron y mi boca estuvo limpia de nuevo, lo único que pude hacer fue darle un beso en la mejilla y decir sonriendo:

––Es mejor que nos vayamos acostumbrando a esto.

'Él me devolvió la sonrisa y tomó con una mano mi cuello para darme un beso casto en los labios antes de decir:

––Si al final del día la recompensa son ustedes, podría limpiar vómito por el resto de mi vida.

Y así fue como un comentario que debería ser asqueroso se convirtió en la frase más románticas que alguien me hubiera dicho jamás.

Hasta aqui los siguientes 10 caps de la edición. Espero les hayan gustado. Muchas gracias por todo el apoyo. Diganme qué les parece y hagan preguntas chicos:3. Los amo ♥️

-Monica