VÍCTIMA: El Rapto De Bree - Shawn Mendes

CAPITULO TREINTA

           

Shawn.

Enero y yo sin pistas de Bree. Hacía exactamente un mes que no la veía. ¿Dónde estaba? ¿Estaba bien? ¿Tenía a alguien a su lado para ayudarla?

Hasta donde sabía, al menos seguía asistiendo a las citas con Nina, aunque podrían haber sido mentiras. Estaba en un punto ciego, bien podría seguir en Dubái, o haberse ido a China. O a Londres.

¿Sería capaz de llegar tan lejos? ¿No le habría dado ni una pizca de curiosidad saber mi versión de lo que pasó? Al parecer no, si se había encargado de eliminarse a sí misma del mapa para mí.

Lo que más me preocupaba eran los bebés.  ¿Qué pasaría si ella entraba en labor de parto y no habría nadie a su lado para ayudarla?

Después de todo, lo más lógico sería que hubiera regresado con su familia, ella ya no tenía motivos para seguir aquí y, además, no tenía ningún lugar en donde quedarse. Si yo hubiera estado en su lugar habría corrido inmediatamente al Horizon Tower y habría pedido que llamaran a mi familia.

Entonces era seguro que ya había vuelto.

Tal vez era lo mejor. Yo no era precisamente bueno protegiendo personas. Todo lo que estaba a mí alrededor moría o salía lastimado.

Cuando la conocí, era solo un chico inmaduro que hubiera hecho cualquier cosa por tener dinero. Me habría importado un bledo ser el más buscado del continente. Mi vida dio un giro radical cuando la chica rubia de falda y tacones llegó. Vino para hacerme poner los pies en la tierra. Para darme una razón por la cual cambiar. Para darme una razón por la cual vivir.

Pero como todo lo demás en mi vida, ella también acabó por apartarse. Era como si yo fuera una especie de bomba a punto de explotar. Todo cuanto quería se alejaba para no salir herido.

Arzaylea no había vuelto a ponerse en contacto conmigo, desconocía la razón. En cualquier caso, era lo mejor. No es que el hijo que tuviera con ella no me importara, pero yo no tenía manera de ver por él si su madre iba a intentar chantajearme cada vez que lo viera. Además, fui a buscarlos y ella jamás abrió. Por algún motivo no me preocupó.  Sabía que tarde o temprano iba a ponerse en contacto conmigo. Ella no iba a dejar las cosas así.

Cuando Bree me dejó, dejé de comer, dejé de dormir, dejé de salir de mi habitación. Estaba hecho un asco.

Lo único bueno que tenía en ese momento fueron mis amigos. Louis, Logan y Adam jamás me dejaron solo. Ellos fueron los que me levantaron el ánimo y me impulsaron a seguir adelante. Logan, el mejor amigo de Bree una vez me dijo que si quería recuperarla tenía que dejarla respirar. Que tarde o temprano íbamos a volver a estar juntos, pero que tenía que poner de mi parte. Tenía que buscarla cuando fuera el tiempo adecuado.

Eso hice. Salí de la cama, hice algo por mi aspecto y tomé dinero con rumbo a Londres.

Quiero a mis hijos y a mi chica conmigo. No voy a permitir que nada ni nadie me lo impida.

-Monica