CAPITULO DIECISEIS

3.1K 203 18
                                    

           

Vamos a ser padres. Vamos a ser padres. Vamos a ser padres.

Esas malditas palabras se habían repetido en mi mente por más o menos los últimos tres días. El sonido ya me tenía harta, pero no dejaba de repetirlas.

Un bebé mío. Mío y de Shawn.

Mi vida oficialmente se había convertido en una mala película. Es más, una película de terror.

Yo, Aubrey Cage, la chica guapa, rica y popular que siempre salía de fiesta, se embriagaba y se acostaba con todo aquel que tuviera un miembro entre las piernas, ahora estaba secuestrada y embarazada de su captor. Era para volverse loca.

Cuando finalmente me dieron el alta y pude volver "a casa", no le dirigí la palabra a nadie, ni siquiera a Logan. Esperaba que ninguno de ellos tuviera problemas con darme mi espacio y dejarme sola.

Lo único que lograba pensar era que, ahora oficialmente me iban a matar, aunque hasta donde yo sabía los únicos que sabíamos acerca del embarazo éramos Shawn y yo. Probablemente él no permitiría que los demás se enteraran, así que lo más fácil era asesinarme y "deshacerse del problema". No me cabía en la cabeza que, por algún movimiento divino Shawn quisiera "hacerse responsable". Era un delincuente, ¿por qué habría de hacerlo?

Me sorprendí bastante cuando pasó una semana y seguí viva. Viva y con un humano creciendo dentro de mí. Las náuseas no pararon, por supuesto. Incluso todo mi cuerpo estaba reaccionando de una manera no muy... cómoda, por decirlo de alguna manera. Todas las mañanas me levantaba directamente al baño por la incómoda necesidad de vomitar y de hecho algunas veces o no alcanzaba a llegar, o no desechaba nada. Dolores de cabeza continuos y unas ganas de dormir enormes. A veces ni siquiera alcanzaba a terminar mi comida. Shawn siempre estaba a mi lado cuando me ocurría cualquiera de estas cosas.

Una vez, después de volver el estómago,  me atreví a decirle:

–– ¿Por qué me ayudas?

–– ¿A qué te refieres?—respondió.

— ¿No se supone que deberías estar huyendo o botándome lejos de ti o algo?—las comisuras de sus labios se levantaron levemente.

–– ¿Debería?—Al parecer, algo en mi pregunta le parecía cómico.

—Cualquier otro chico, lo haría.

––Yo no soy "cualquier otro chico" Bree. —dijo mirándome directo a los ojos.

––Supongo que no. —Me levanté del piso y me dispuse a lavarme los dientes.

Recordé en ese momento quien era él y el motivo que nos había metido aquella situación. Él también lo captó y sus ojos se oscurecieron un poco.

Intenté separarme de él todo lo que pude en aquel reducido espacio, acto que no le pasó desapercibido al castaño.

–– ¿Me tienes miedo?—esa pregunta me tomó con la guardia baja.

¿Le tenía miedo?

Qué buena pregunta.

La verdad es que ya ni siquiera lo sabía. No habíamos tenido precisamente el mejor de los inicios, pero ahora –sin contar el hecho de que seguía viviendo con él, y sin contar los últimos días–, al menos no nos llevábamos mal ni tampoco éramos distantes ni nada así. Si me olvidaba del hecho de que me había secuestrado y de que ahora estaba embarazada de él, era como un compañero de salón de esos a los que no les hablas bien, pero tampoco les hablas mal.

––No lo sé. —respondí finalmente.

–– ¿Qué se supone que significa eso?—preguntó con un interés que me parecía un poquito desesperado.

––A veces te temo. —Dije tras unos minutos. —Temo que vuelvas a convertirte en el animal que fuiste la noche en que nos conocimos. Temo que de un momento a otro te des cuenta de que no necesitas vivir conmigo en la misma casa y decidas matarme. —Sentí que la garganta se me cerraba y los ojos me picaban. Me estaba poniendo sentimental sin motivo. —Pero, aunque probablemente esté mal, me da más miedo aun que vayas a dejarme sola en esto.

Eso lo hizo levantar la mirada con cierto grado de sorpresa y satisfacción, pero controló su rostro inmediatamente.

––Bueno... no tendrás que temer más. Me voy a asegurar personalmente de que nadie vuelva a hacerte daño. —susurró suavemente.

Seguido de eso salió del lugar.

VÍCTIMA: El Rapto De Bree - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora