CAPITULO 3: Ayuda

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La luz caía sobre sus ojos, los cerro fuertemente, hasta que los empezó a abrir de una manera lenta, hasta que sus ojos se acostumbraron a luz cegadora que salía de la bombilla que estaba en el techo, Stiles sabía que no estaba en su casa, porque el olor a medicamentos lo delataba, estaba en el hospital y su cuerpo no dolía demasiado, en realidad no dolía pero su cabeza si lo hacía, palpitaba como si se hubiese golpeado contra algo duro y resistente.

--despertaste--la voz de su amigo atravesó su cuerpo haciéndolo estremecer.

Giro su cabeza y sintió el estirón en su columna vertebral pero no dolía era como si se estuviera desperezándose después de dormir por largo tiempo.

--hola--su garganta si dolía, y su voz salía como hubiera comido vidrio, no es que lo hubiera hecho antes, pero él se imaginó que así sonaba una voz de alguien que haya comido vidrio.

--¿como estas?--los ojos oscuros de su amigo lo miraban con preocupación.

--¿bien?—sonó más como una pregunta--¿quién me trajo?.

--nadie lo sabe--dijo Scott negando con la cabeza--solo sabemos que un enfermero te encontró sobre una camilla, con algunos moretones pero no tienes ninguna fractura ni nada mal.

Stiles veía como la ira crecía en Scott y la desesperación también, se acomodó mejor en la camilla y luego se sonrojo al recordar las caricias de aquel hombre que lo salvo ayer de sus atacantes.

--¿qué fue lo que paso?--pregunto su padre mucho antes de poner un pie dentro de la habitación, su cara veía llena de preocupación y sus ojos llenos de agua-- ¡oh dios! Stiles.

Su padre dio unos pasos largos y lo abrazo, Stiles sintió el calor de su padre contra su cuerpo y se sintió seguro y olvidado de lo ocurrido, pero su padre se separó.

--¿tan mal estoy?--dijo enarcando una ceja, pero al instante odio hacer eso, sintió el escozor, tenía una herida en la ceja.

--pues parece ser que aquellos que te secuestraron no se sobrepasaron contigo--dijo el sheriff.

--solo tienes algunos golpes pero nada más, ya te lo explique--comento Scott.

Stiles sabía que casi moría durante su "convivencia" con los secuestradores, lo habían golpeado hasta desfogar como había dicho el rubio, ya ni siquiera había sentido su cuerpo y sus ojos tampoco los había podido abrir durante esas horas devastadoras por las que tuvo que pasar, aquel tipo que lo salvo y sabía que era un hombre por las manos, el había absorbido su dolor y sanado partes de las heridas y no podía agradecerle porque no sabía quién era. Suspiro larga y pesadamente, sus pulmones ya no dolían pero el quería salir de esa habitación, no quería seguir ahí acostado sin hacer nada, puede que hasta le duela el culo si sigue ahí.

--¿cuando me dan el alta?--pregunto cambiando de tema.

--no lo hagas--dijo su padre lanzando la mirada con una ceja enarcada--no evites el tema de tu secuestro, tenemos que ir a la comisaria para poner la denuncia correspondiente.

--ni siquiera se quienes me secuestraron--bufo Stiles, podía dar una descripción grafica pero no sabía si había visto bien ya que su visión había sido borrosa pero si los escuchaba el los reconocería, jamás se olvidaría de sus voces.

--no, no lo sabes--aseguro su padre--pero quien te trajo hasta el hospital también dejo a tus secuestradores en la comisaria con una nota y fotografías del lugar donde te tenían encerrado.

El corazón de Stiles retumbaba contra su pecho como si quisiera salirse y correr hacia el tipo, pero tuvo que mandar órdenes de su cabeza al corazón para que se tranquilizara y lo dejara preguntar sin sonar alterado.

COMPAÑEROS DE VIDA - Sterek, Sciam M-PREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora