CAPITULO EXTRA 8: Hijo del Verdadero alfa

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Tyler se sentó en el sofá donde anteriormente habían estado Lydia y Claudia, encendió la tv y empezó a cambiar los canales, en realidad no estaba viendo los programas simplemente lo estaba haciendo para distraerse, Icker lo observaba y se sentía algo raro.

Siempre fue así con esas miradas escrutadoras de Icker, le hacían sentir algo en su interior que le empezaba a gustar y no quería eso, no ahora, antes lo hacía sentir extraño pero ahora... ahora con ver aquellos ojos impregnados en sí mismo, le gusta sentir la atención, miro de reojo a Icker cuando el muchacho suspiro, volvió su mirada a la tv y segundos después el sofá se hundió a su lado indicando que el joven se había sentado.

--¿Podemos hablar?—Icker hablo.

--estoy viendo la tv—Tyler tenía el control de mando en su mano.

--no—Icker le quito el control de mando y apaga la tv—no estás viendo nada, estas cambiando de canal nada más.

Tyler frunció el entrecejo y se cruzo de brazos sin mirar a Icker, escucho de nuevo un suspiro y luego una mano en su mejilla para girar su rostro, Icker estaba demasiado cerca de su rostro y lo miraba con aquellos ojos de perro apaleado, como cuando se comportaba sobre protector y lo hacía quedar como débil frente a la escuela y luego le pedía perdón.

--debes dejar de hacer eso—Tyler hizo un puchero.

--¿Qué cosa?—Icker enarco una ceja.

--pues esa mirada de pedir perdón—hizo unos movimientos con sus manos frente al rostro de Icker para dar énfasis.

--no se que me hablas—se encogió de hombros el rubio.

--olvídalo—Tyler suspiro.

--perfecto—Icker canto de gloria—está olvidado todo lo de este día.

El pelinegro vio asombrado hacia Icker, hasta un poco confundido por ver la alegría en el rostro del chico.

--¿porque te ríes?

--porque me has dicho que me olvide, así que supongo que te refieres a todo—Icker paso el brazo por los hombros de Tyler y lo acerco a su cuerpo, ambos se estremecieron ante esa cercanía—olvidare que dijiste que ibas a besar a cualquiera que se te cruce, y tu olvidaras aquella escena horrible.

--¿Por qué haría algo como eso?—Tyler susurro ya que su mirada se concentro en los labios de Icker.

--porque acabas de decirlo—Icker noto la mirada del pelinegro y su voz también se volvió en un susurro mientras acercaba el rostro al de Tyler—y porque no permitiría que nadie te toque, tu solo me perteneces a mí, eres mío Tyler, aunque seamos demasiados jóvenes, pero tengo esa sensación en mi interior que me dice que tu estas hecho para mi, que me complementas, que me perteneces, que eres mi compañero de vida.

Tyler abrió mucho sus ojos, pero Icker fue más rápido y antes de que se separe, lo beso.

Un gemido desgarrador salió desde el interior de ambos hombre lobos, el brazo del rubio bajo por la espalda del pelinegro hasta la cintura, con su otra mano agarro el otro lado del cuerpo del chico y lo atrajo a su cuerpo, ambos jadeando, las manos de Tyler subieron hasta el cuello de Icker y se empujo, ambos cayeron al sofá, Tyler encima de Icker mientras sus labios no daban tregua, la lengua del rubio ingreso al interior de Tyler como si estuviera buscando el oro más raro del mundo, las manos del rubio ingresaron a través de la camisa del pelinegro tocando aquella piel suave y sedosa, tal y como su mente pervertida la había imaginado, se estaba impregnando de todo acerca de Tyler, de su olor, de sus sonidos, de sus movimientos inquietos que hacia cuando sus manos lo acariciaban.

COMPAÑEROS DE VIDA - Sterek, Sciam M-PREGOnde as histórias ganham vida. Descobre agora